La Presidenta nombró al frente del directorio a Miguel Galuccio, un ingeniero experto en exploración
Mariano Obarrio / La Nación
En un acto multitudinario y festivo en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner promulgó ayer la expropiación del 51% de las acciones de YPF y designó al ingeniero Miguel Galuccio al frente de la petrolera estatal para ejercer una "conducción profesionalizada", pero con "dirección política". Además, presionó severamente a los empresarios y a los sindicalistas del sector para que no privilegien sus intereses y terminen perjudicando a la petrolera.
La Presidenta precisó que Galuccio, entrerriano de 44 años, asumirá pasado mañana como gerente general de YPF hasta que finalice la intervención estatal. El 4 de junio se reunirá la asamblea de accionistas para designar al nuevo directorio, presidido por Galuccio.
Ingeniero experto en exploración petrolera, el nuevo CEO de YPF vivió los últimos 15 años en el exterior, donde alcanzó una posición de relevancia en la multinacional Schlumberger.
El discurso presidencial, de 46 minutos, transmitido por cadena nacional, dejó en evidencia las dos principales preocupaciones de Cristina Kirchner para que YPF pueda producir y lograr el autoabastecimiento energético perdido en los últimos nueve años de gestión kirchnerista: empresarios y sindicatos.
"Los empresarios la han juntado con pala estos nueve años. Recordemos para no ser tontos", exclamó en el Salón de las Mujeres de Balcarce 50. Se dirigió así a los futuros socios, proveedores y contratistas de YPF para que "no fundan a la empresa".
También apuntó con énfasis a evitar desbordes sindicales, uno de los peores fantasmas en Olivos: "Les pido a los trabajadores petroleros no perder un solo segundo de extracción de petróleo por un conflicto".
Emocionada, aplaudida y vivada por 1500 jóvenes de las agrupaciones kirchneristas La Cámpora, Kolina y JP Evita, Cristina Kirchner también invitó "a las empresas de todo el mundo" a asociarse con YPF y a invertir en la Argentina. Este es el principal desafío hoy de los interventores, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
"YPF tendrá una conducción totalmente profesional, pero con dirección política", dijo la Presidenta. Y se señaló a sí misma. Ella, De Vido y Kicillof trazarán los lineamientos estratégicos de la empresa.
Quedó sin definir en el discurso qué socios locales y extranjeros tendrá YPF. No hay definición aún. En la Casa Rosada se habla de conversaciones con las petroleras norteamericanas Exxon y Chevron, la brasileña Petrobras, la venezolana Pdvsa o las chinas Sinopec y Cnooc.
Tampoco se esbozó el precio que el Estado propondrá para indemnizar a Repsol por la expropiación. Para eso se deberá conformar de inmediato el Tribunal de Tasación en la cartera de Planificación. Se descuenta que será un valor insignificante, aunque Repsol reclama 10.500 millones de dólares y seguramente entablará un juicio internacional.
"Que vengan las compañías de todo el mundo y van a tener que participar con empresarios argentinos. Y nuestros empresarios tendrán que ajustar sus costos porque no vamos a pagar precios ridículos, que pueden ser mucho más baratos en otros lados", dijo Cristina Kirchner. Minutos antes había firmado el decreto que promulgó la ley sancionada anteayer.
"No me molesta que los empresarios ganen plata, a nadie le gusta perder, pero también esa rentabilidad tiene que estar acorde con el desarrollo, crecimiento y sustentabilidad", dijo Cristina Kirchner ante todo el gabinete, gobernadores, legisladores, intendentes y algunos sindicalistas.
"Los empresarios la han juntado con pala estos nueve años. Recordemos para no ser tontos y repetir conductas y comportamientos", agregó. Allí fue también cuando se dirigió a los sindicatos. "Los trabajadores del petróleo son de los mejores remunerados del país -advirtió-. Les pido a todos los trabajadores que pongan un gran esfuerzo; no puede la provincia de Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Neuquén, perder un solo segundo de extracción de petróleo por conflictos laborales."
Y dijo que esas medidas de fuerza son "absolutamente injustas para los argentinos y para los millones que no tienen trabajo".
El diputado Facundo Moyano, hijo del jefe de la CGT, Hugo Moyano, en conflicto con la Casa Rosada, fue el único que no aplaudió.
Durante el discurso, la Presidenta elogió a Galuccio por su experiencia en el sector petrolero, sobre lo cual se informa por separado, relató que lo conoció por medio del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que le mandó el currículum el 27 de marzo, criticó al periodismo y agradeció a la oposición por acompañar la sanción de la ley que en Diputados obtuvo 208 votos. "YPF no va a ser para becas políticas", prometió.
CURIOSA TRADUCCIÓN DE PAUL KRUGMAN
Por cadena nacional, la presidenta Cristina Kirchner leyó ayer un texto del prestigioso economista Paul Krugman, en el que elogiaba políticas de la Argentina. Al leerlo, la Presidenta destacó un párrafo en el que Krugman cuestiona que el gobierno kirchnerista tenga prensa negativa. Pero en su traducción incluyó un sutil cambio. Leyó: "La cobertura de prensa de la Argentina es otro de esos ejemplos de cómo el saber convencional, aparentemente, puede hacer que sea imposible obtener datos básicos correctos". En su artículo, Krugman habló de "la prensa", pero no de la "prensa de la Argentina".
Mariano Obarrio / La Nación
En un acto multitudinario y festivo en la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner promulgó ayer la expropiación del 51% de las acciones de YPF y designó al ingeniero Miguel Galuccio al frente de la petrolera estatal para ejercer una "conducción profesionalizada", pero con "dirección política". Además, presionó severamente a los empresarios y a los sindicalistas del sector para que no privilegien sus intereses y terminen perjudicando a la petrolera.
La Presidenta precisó que Galuccio, entrerriano de 44 años, asumirá pasado mañana como gerente general de YPF hasta que finalice la intervención estatal. El 4 de junio se reunirá la asamblea de accionistas para designar al nuevo directorio, presidido por Galuccio.
Ingeniero experto en exploración petrolera, el nuevo CEO de YPF vivió los últimos 15 años en el exterior, donde alcanzó una posición de relevancia en la multinacional Schlumberger.
El discurso presidencial, de 46 minutos, transmitido por cadena nacional, dejó en evidencia las dos principales preocupaciones de Cristina Kirchner para que YPF pueda producir y lograr el autoabastecimiento energético perdido en los últimos nueve años de gestión kirchnerista: empresarios y sindicatos.
"Los empresarios la han juntado con pala estos nueve años. Recordemos para no ser tontos", exclamó en el Salón de las Mujeres de Balcarce 50. Se dirigió así a los futuros socios, proveedores y contratistas de YPF para que "no fundan a la empresa".
También apuntó con énfasis a evitar desbordes sindicales, uno de los peores fantasmas en Olivos: "Les pido a los trabajadores petroleros no perder un solo segundo de extracción de petróleo por un conflicto".
Emocionada, aplaudida y vivada por 1500 jóvenes de las agrupaciones kirchneristas La Cámpora, Kolina y JP Evita, Cristina Kirchner también invitó "a las empresas de todo el mundo" a asociarse con YPF y a invertir en la Argentina. Este es el principal desafío hoy de los interventores, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
"YPF tendrá una conducción totalmente profesional, pero con dirección política", dijo la Presidenta. Y se señaló a sí misma. Ella, De Vido y Kicillof trazarán los lineamientos estratégicos de la empresa.
Quedó sin definir en el discurso qué socios locales y extranjeros tendrá YPF. No hay definición aún. En la Casa Rosada se habla de conversaciones con las petroleras norteamericanas Exxon y Chevron, la brasileña Petrobras, la venezolana Pdvsa o las chinas Sinopec y Cnooc.
Tampoco se esbozó el precio que el Estado propondrá para indemnizar a Repsol por la expropiación. Para eso se deberá conformar de inmediato el Tribunal de Tasación en la cartera de Planificación. Se descuenta que será un valor insignificante, aunque Repsol reclama 10.500 millones de dólares y seguramente entablará un juicio internacional.
"Que vengan las compañías de todo el mundo y van a tener que participar con empresarios argentinos. Y nuestros empresarios tendrán que ajustar sus costos porque no vamos a pagar precios ridículos, que pueden ser mucho más baratos en otros lados", dijo Cristina Kirchner. Minutos antes había firmado el decreto que promulgó la ley sancionada anteayer.
"No me molesta que los empresarios ganen plata, a nadie le gusta perder, pero también esa rentabilidad tiene que estar acorde con el desarrollo, crecimiento y sustentabilidad", dijo Cristina Kirchner ante todo el gabinete, gobernadores, legisladores, intendentes y algunos sindicalistas.
"Los empresarios la han juntado con pala estos nueve años. Recordemos para no ser tontos y repetir conductas y comportamientos", agregó. Allí fue también cuando se dirigió a los sindicatos. "Los trabajadores del petróleo son de los mejores remunerados del país -advirtió-. Les pido a todos los trabajadores que pongan un gran esfuerzo; no puede la provincia de Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Neuquén, perder un solo segundo de extracción de petróleo por conflictos laborales."
Y dijo que esas medidas de fuerza son "absolutamente injustas para los argentinos y para los millones que no tienen trabajo".
El diputado Facundo Moyano, hijo del jefe de la CGT, Hugo Moyano, en conflicto con la Casa Rosada, fue el único que no aplaudió.
Durante el discurso, la Presidenta elogió a Galuccio por su experiencia en el sector petrolero, sobre lo cual se informa por separado, relató que lo conoció por medio del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que le mandó el currículum el 27 de marzo, criticó al periodismo y agradeció a la oposición por acompañar la sanción de la ley que en Diputados obtuvo 208 votos. "YPF no va a ser para becas políticas", prometió.
CURIOSA TRADUCCIÓN DE PAUL KRUGMAN
Por cadena nacional, la presidenta Cristina Kirchner leyó ayer un texto del prestigioso economista Paul Krugman, en el que elogiaba políticas de la Argentina. Al leerlo, la Presidenta destacó un párrafo en el que Krugman cuestiona que el gobierno kirchnerista tenga prensa negativa. Pero en su traducción incluyó un sutil cambio. Leyó: "La cobertura de prensa de la Argentina es otro de esos ejemplos de cómo el saber convencional, aparentemente, puede hacer que sea imposible obtener datos básicos correctos". En su artículo, Krugman habló de "la prensa", pero no de la "prensa de la Argentina".
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