Salvador García Soto
La guerra en las campañas presidenciales subió el nivel de rudeza a poco más de un mes de las votaciones. Mientras Andrés Manuel López Obrador realizó el primer llamado público al “voto útil” para que panistas voten por él para evitar el triunfo del PRI, el candidato priista, Enrique Peña Nieto, se enfrentó al acoso de una nueva estrategia de sus adversarios que, tanto desde el PAN como del PRD, lanzaron sabotajes a los actos del priista a quien persiguen con grupos de protesta y de reacción en las redes sociales.
López Obrador abrió la puerta a lo que muchos aún consideran “imposible”, la coincidencia final entre PRD y PAN, en una alianza de facto que frene al PRI y a su candidato Peña Nieto. Si bien esa alianza se ve aún lejana, el abanderado del Movimiento Progresista ya dio el primer paso al pedir abiertamente a simpatizantes y militantes panistas, e incluso a priistas, que analicen votar por él como una forma de evitar ser arrasados por la maquinaria priista y los grupos de interés que apuntalan a su candidato.
Las reacciones panistas a esa posible alianza son hasta ahora adversas. Germán Martínez, ex presidente del PAN, publicó en su colaboración con un diario que “con el Peje ni a la esquina”, y hay sectores del panismo que ven en ese llamado una estrategia para desfondar a su candidata.
En lo que sí coinciden PAN y PRD es en la estrategia de torpedear a Peña Nieto. Grupos de reacción de la campaña de Vázquez Mota, coordinados por el español Antonio Solá, están esparciendo, vía correos electrónicos y redes sociales, mensajes negativos contra el priista, utilizando incluso el nombre de Peña para enviar correos que al abrirse contienen mensajes en su contra.
Las redes sociales son campo de guerra entre los candidatos. El mismo Peña, según se documentó en un video, cuenta con sus grupos para manipular redes sociales y orientar mensajes a su favor para contrarrestar a sus críticos en Twitter y Facebook. Lo mismo hacen en el PAN, donde dirigen sus mensajes a posicionar a Josefina y a denostar a otros candidatos, especialmente al priista.
En el caso del PRD, el nuevo filón que encontraron ha sido el sabotaje; la presencia de grupos de protesta esta semana en los actos del priista, exhibieron una estrategia en la que, grupos comandados por personajes de la izquierda, como Dolores Padierna, organizan manifestaciones en lugares a donde acude el abanderado del PRI, que intentan hacer aparecer como “rechazo de la sociedad civil”.
De aquí en adelante ese será el tono de las campañas y cada vez será mayor la descalificación y el acoso y ataque entre los candidatos. El blanco común para PAN y PRD es Peña, aunque el priista tampoco está manco y responde también en ese terreno. El único problema con esta guerra, que se recrudecerá conforme se acerquen las votaciones, es que a los partidos no se les vaya a pasar la mano y, en el afán de asediar al contrincante, no vayan a sembrar el odio y la polarización en sus seguidores y en la sociedad. El costo de las estrategias de odio ya lo vivimos en 2006 y lo único que resulta es la división y el encono que en nada ayudan a un país ya lastimado por la violencia.
NOTAS INDISCRETAS… Desde el sonado caso del general Jesús Gutiérrez Rebollo no se veía una acusación tan fuerte y directa contra un militar de alto rango como el general Tomás Ángeles. A reserva de conocer las acusaciones concretas contra el militar de élite, va un dato: apenas la semana pasada el general Ángeles se reunió con Enrique Peña Nieto en San Luis Potosí, como parte de un grupo de seis expertos en seguridad que le entregaron al candidato del PRI sus propuestas en materia de seguridad nacional y seguridad interna. ¿Tendrá algo que ver con su detención? Es pregunta…Otra Escalera de los dados. Buena semana.
La guerra en las campañas presidenciales subió el nivel de rudeza a poco más de un mes de las votaciones. Mientras Andrés Manuel López Obrador realizó el primer llamado público al “voto útil” para que panistas voten por él para evitar el triunfo del PRI, el candidato priista, Enrique Peña Nieto, se enfrentó al acoso de una nueva estrategia de sus adversarios que, tanto desde el PAN como del PRD, lanzaron sabotajes a los actos del priista a quien persiguen con grupos de protesta y de reacción en las redes sociales.
López Obrador abrió la puerta a lo que muchos aún consideran “imposible”, la coincidencia final entre PRD y PAN, en una alianza de facto que frene al PRI y a su candidato Peña Nieto. Si bien esa alianza se ve aún lejana, el abanderado del Movimiento Progresista ya dio el primer paso al pedir abiertamente a simpatizantes y militantes panistas, e incluso a priistas, que analicen votar por él como una forma de evitar ser arrasados por la maquinaria priista y los grupos de interés que apuntalan a su candidato.
Las reacciones panistas a esa posible alianza son hasta ahora adversas. Germán Martínez, ex presidente del PAN, publicó en su colaboración con un diario que “con el Peje ni a la esquina”, y hay sectores del panismo que ven en ese llamado una estrategia para desfondar a su candidata.
En lo que sí coinciden PAN y PRD es en la estrategia de torpedear a Peña Nieto. Grupos de reacción de la campaña de Vázquez Mota, coordinados por el español Antonio Solá, están esparciendo, vía correos electrónicos y redes sociales, mensajes negativos contra el priista, utilizando incluso el nombre de Peña para enviar correos que al abrirse contienen mensajes en su contra.
Las redes sociales son campo de guerra entre los candidatos. El mismo Peña, según se documentó en un video, cuenta con sus grupos para manipular redes sociales y orientar mensajes a su favor para contrarrestar a sus críticos en Twitter y Facebook. Lo mismo hacen en el PAN, donde dirigen sus mensajes a posicionar a Josefina y a denostar a otros candidatos, especialmente al priista.
En el caso del PRD, el nuevo filón que encontraron ha sido el sabotaje; la presencia de grupos de protesta esta semana en los actos del priista, exhibieron una estrategia en la que, grupos comandados por personajes de la izquierda, como Dolores Padierna, organizan manifestaciones en lugares a donde acude el abanderado del PRI, que intentan hacer aparecer como “rechazo de la sociedad civil”.
De aquí en adelante ese será el tono de las campañas y cada vez será mayor la descalificación y el acoso y ataque entre los candidatos. El blanco común para PAN y PRD es Peña, aunque el priista tampoco está manco y responde también en ese terreno. El único problema con esta guerra, que se recrudecerá conforme se acerquen las votaciones, es que a los partidos no se les vaya a pasar la mano y, en el afán de asediar al contrincante, no vayan a sembrar el odio y la polarización en sus seguidores y en la sociedad. El costo de las estrategias de odio ya lo vivimos en 2006 y lo único que resulta es la división y el encono que en nada ayudan a un país ya lastimado por la violencia.
NOTAS INDISCRETAS… Desde el sonado caso del general Jesús Gutiérrez Rebollo no se veía una acusación tan fuerte y directa contra un militar de alto rango como el general Tomás Ángeles. A reserva de conocer las acusaciones concretas contra el militar de élite, va un dato: apenas la semana pasada el general Ángeles se reunió con Enrique Peña Nieto en San Luis Potosí, como parte de un grupo de seis expertos en seguridad que le entregaron al candidato del PRI sus propuestas en materia de seguridad nacional y seguridad interna. ¿Tendrá algo que ver con su detención? Es pregunta…Otra Escalera de los dados. Buena semana.
Comentarios