Espaldarazo de Benedicto XVI a sus colaboradores más cercanos
AFP
El papa Benedicto XVI defendió este miércoles a sus colaboradores más cercanos y fustigó a los medios de comunicación por ofrecer una imagen deformada del Vaticano tras el escándalo por la filtración de documentos privados y la detención de su mayordomo.
En una declaración al término de la audiencia general ante miles de peregrinos, Joseph Ratzinger habló del caso, que ha generado interés mundial. Se han multiplicado hipótesis totalmente gratuitas, amplificadas por algunos medios más allá de los mismos hechos, que dan una imagen de la Santa Sede que no corresponde a la realidad, dijo el Papa alemán.
Quiero renovar mi confianza y mi aliento a mis más cercanos colaboradores, que diariamente me ayudan con silenciosa fidelidad a cumplir con mi ministerio, añadió.
Es la primera vez que Benedicto XVI habla sobre la conducta de su mayordomo, Paolo Gabriele, cuyo nombre y cargo no mencionó directamente.
Detenido desde hace una semana en una celda del cuartel de la gendarmería vaticana, el mayordomo, al servicio del Papa desde hace seis años, fue acusado de robar documentos confidenciales que acabaron publicados en un libro en el cual se denuncian presuntas conspiraciones entre cardenales.
Lo ocurrido ha llenado de tristeza mi corazón, pero jamás he dudado de que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo, recalcó el Papa.
Las palabras de Ratzinegr están dirigidas a los religiosos y religiosas de todo el mundo, desconcertados y preocupados ante el escándalo, y tienen también como objetivo aliviar las tensiones entre los jerarcas de la curia romana.
La imagen del Vaticano resultó afectada gravemente por la filtración de un centenar de documentos internos, incluidas numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, con informaciones, reflexiones, manifestaciones de conciencia, denuncias e incluso desahogos personales.
El caso ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en discusión su liderazgo como guía de la Iglesia.
No dirige la Iglesia, sólo piensa en escribir libros, lamentó recientemente un creyente en una carta publicada por la prensa local.
Las luchas por el poder dentro de la legendaria institución y las recientes acusaciones de lavado de dinero al Banco Vaticano, no sólo dividen a las más altas autoridades de la Iglesia, sino que debilitan a Benedicto XVI.
Para muchos observadores las filtraciones tienen como objetivo derribar al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y brazo derecho del Papa.
La expresión de confianza del pontífice, en particular a sus colaboradores más estrechos, resulta un claro mensaje de apoyo a Bertone, según el vaticanista Marco Tosatti.
La comisión de tres cardenales designados por el Papa sigue investigando el caso con interrogatorios a testigos, funcionarios y personal.
AFP
El papa Benedicto XVI defendió este miércoles a sus colaboradores más cercanos y fustigó a los medios de comunicación por ofrecer una imagen deformada del Vaticano tras el escándalo por la filtración de documentos privados y la detención de su mayordomo.
En una declaración al término de la audiencia general ante miles de peregrinos, Joseph Ratzinger habló del caso, que ha generado interés mundial. Se han multiplicado hipótesis totalmente gratuitas, amplificadas por algunos medios más allá de los mismos hechos, que dan una imagen de la Santa Sede que no corresponde a la realidad, dijo el Papa alemán.
Quiero renovar mi confianza y mi aliento a mis más cercanos colaboradores, que diariamente me ayudan con silenciosa fidelidad a cumplir con mi ministerio, añadió.
Es la primera vez que Benedicto XVI habla sobre la conducta de su mayordomo, Paolo Gabriele, cuyo nombre y cargo no mencionó directamente.
Detenido desde hace una semana en una celda del cuartel de la gendarmería vaticana, el mayordomo, al servicio del Papa desde hace seis años, fue acusado de robar documentos confidenciales que acabaron publicados en un libro en el cual se denuncian presuntas conspiraciones entre cardenales.
Lo ocurrido ha llenado de tristeza mi corazón, pero jamás he dudado de que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo, recalcó el Papa.
Las palabras de Ratzinegr están dirigidas a los religiosos y religiosas de todo el mundo, desconcertados y preocupados ante el escándalo, y tienen también como objetivo aliviar las tensiones entre los jerarcas de la curia romana.
La imagen del Vaticano resultó afectada gravemente por la filtración de un centenar de documentos internos, incluidas numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, con informaciones, reflexiones, manifestaciones de conciencia, denuncias e incluso desahogos personales.
El caso ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en discusión su liderazgo como guía de la Iglesia.
No dirige la Iglesia, sólo piensa en escribir libros, lamentó recientemente un creyente en una carta publicada por la prensa local.
Las luchas por el poder dentro de la legendaria institución y las recientes acusaciones de lavado de dinero al Banco Vaticano, no sólo dividen a las más altas autoridades de la Iglesia, sino que debilitan a Benedicto XVI.
Para muchos observadores las filtraciones tienen como objetivo derribar al cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y brazo derecho del Papa.
La expresión de confianza del pontífice, en particular a sus colaboradores más estrechos, resulta un claro mensaje de apoyo a Bertone, según el vaticanista Marco Tosatti.
La comisión de tres cardenales designados por el Papa sigue investigando el caso con interrogatorios a testigos, funcionarios y personal.
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