Calderón: del fracaso al cinismo

Jorge Diaz

Desatado, como lo ha estado en sus seis años frente al gobierno, intentando a toda costa legitimarse hasta el último momento, justificando sus actos a como dé lugar inútilmente y tratando de ser escuchado por lo menos una vez antes de irse, el presidente Felipe Calderón, ya no sabe ni qué hacer y del fracaso, pasa al cinismo.

Después de tanto tiempo que los mexicanos fuimos ignorados por él cuando se clamó por un cambio en la estrategia para parar la violencia, ahora en tiempos electorales aparece como un hombre interesado en saber qué harán los candidatos respecto de su estrategia contra el crimen organizado ¿hasta hoy quiere saber lo que otros opinan? No se preocupe Felipe, cualquier respuesta que le pudieran dar los aspirantes a ocupar su lugar, será nada más para cumplir el requisito de no quedarse callados, puesto que asumiendo el poder, habrán de modificar lo que hasta ahora Usted ha hecho mal, para tratar de recoger los pedazos que quedan.

Luego se saca de la chistera la broma esa de lo “curioso” que es para él que en México se le abuchea a un candidato en lugar de abuchear al presidente saliente, en referencia a lo ocurrido a Peña Nieto en la Ibero, asunto por demás serio y saludable para nuestra democracia.

No se preocupe Felipe, el estruendoso abucheo por parte de millones de mexicanos contra su administración y liderazgo, se refleja en las simpatías hacia Vázquez Mota, quien representa a su partido, el PAN, y que de alguna manera, representa la continuidad en sus políticas y que hoy está claramente en desventaja y en picada hacia el tercer lugar ¿más abucheos que ese?

Los gritos en su contra más audibles y con una fuerte carga sentimental (¿odio? ¿coraje? no sé) los escuchará el primero de Julio, cuando, aunque no lo quiera aceptar, vea el fracaso de sus políticas reflejado en las urnas, que seguramente arrojarán resultados que a Usted, en lo más intimo, le harán reconocer su derrota.

Luego vendrá el primero de Diciembre y no será el último día en que Usted escuchará aun más abucheos, le digo por qué: porque esos se los llevará en la conciencia, después de entregar, claro, la banda presidencial a un representante de partido político distinto al suyo, lo que por cierto, tengo entendido que es su más terrible pesadilla.

Parafraseándolo, yo también puedo decir que es “curioso” lo que pasa en México, tenemos un presidente que lo último que quisiera es entregar el poder al partido que más odia: el PRI, o al sujeto por el que más odio se ganó: López Obrador, y por lo visto, no tendrá de otra más que hacerlo por sus fracasos, curioso, eso sí es curioso.

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