Banca: para vivir mejor

Aplausos multimillonarios
FC: empleado del sexenio

Carlos Fernández-Vega / México SA


Tal cual sucedió seis años atrás en su último encuentro gremial con el entonces presidente Vicente Fox, ayer algunas crónicas periodísticas dieron cuenta del reconocimiento que la feliz familia bancaria le tiene al inquilino (en turno) de Los Pinos, y en la inauguración de la 75 convención gremial, celebrada en el siempre bello puerto de Acapulco, ovacionó a Felipe Calderón a lo largo de un minuto por lo bien que hizo la tarea. Así es: si McDonald’s tiene su empleado del mes, los generosos barones del dinero tienen su empleado del sexenio.

Y los banqueros tienen razones de peso (de muchísimos pesos) para aplaudir al michoacano, porque a ellos sí les cumplió, cabalmente, aquello de para vivir mejor. Así, para ellos cada segundo del minuto de aplausos que regalaron a Felipe Calderón en la convención acapulqueña está tasado en 5 mil 900 millones de pesos en utilidades netas. Con el michoacano sentado en Los Pinos, lo barones del dinero acumularon ganancias libres de polvo y paja por 354 mil millones de pesos (hasta marzo de 2012), un monto 82.5 por ciento superior al obtenido durante el mandato de Vicente Fox. Y de ese abultado total, alrededor de la mitad se quedó en las alforjas de las trasnacionales BBVA-Bancomer y Citi-Banamex (alrededor de 107 mil millones para la española y 70 mil millones para la estadunidense).

Cómo no aplaudirle a un régimen que a los barones del dinero les ha permitido acumular algo así como 548 mil millones de pesos (hasta marzo de 2012, de tal suerte que al final del presente año pueden llegar a 600 mil millones) en utilidades netas en tan sólo dos sexenios panistas, sin mayor aporte a la economía nacional. Tendrían que ser más mezquinos de lo que ya son como para negarle el aplauso a quienes, si bien nada hicieron por el país, desde el gobierno dedicaron tiempo y esfuerzo para beneficiar a los señores de la banca (serán gandallas, pero nunca ingratos con sus empleados sexenales).

En efecto, 12 años atrás, los banqueros no aplaudieron tanto a su empleado sexenal, Ernesto Zedillo, aunque sí le dieron jugosas chambas en algunos de sus consejos de administración y empresas filiales reconociéndole así el rescate bancario (léase Fobaproa) y el inicio de la extranjerización del sistema financiero otrora nacional, ambos a costillas de los mexicanos. Pero a Vicente Fox, junto con su brillante equipo económico (con Francisco Gil Díaz a la cabeza) los barones le regalaron una ovación que se prolongó por un minuto y 26 segundos, de acuerdo con las crónicas periodísticas de entonces, un poco más que los aplausos ayer destinados a Felipe Calderón.

Con el de la lengua larga y las ideas cortas los barones del dinero acumularon utilidades netas por cerca de 194 mil millones de pesos, de tal suerte que cada uno de los 86 segundos de aplausos que los banqueros brindaron a Vicente Fox en la 69 convención de 2006 estaba valuado en 2 mil 256 millones de pesos, sin considerar el monto de los pagarés Fobaproa, la generosa exención fiscal concedida a los banqueros mexicanos en las operaciones (vía mercado de valores) de compra-venta a españoles, estadunidenses, canadienses y británicos (BBVA, Santander, Citigroup, Scotiabank y HSBC, respectivamente) y oprobiosa defensa de sus intereses. Estos cuatro factores sin duda motivaron a los dueños del sistema a que la ovación fuera más prolongada, más bullanguera, que la ofrecida a Felipe Calderón.

Como se comentó en este espacio seis años atrás, con motivo de la 69 convención bancaria en Acapulco, los banqueros siempre pedirán más, pero en términos generales se mostraron satisfechos con la gerencia del cambio, pues Vicente Fox no sólo les tapó el estercolero Fobaproa, les cubrió puntualmente sus pagarés y les puso las instituciones financieras en bandeja de plata, sino que en seis años de estancia en Los Pinos les permitió acumular utilidades netas cercanas a 194 millones de pesos, algo así como 89 millones por día transcurrido del gobierno foxista, un balance por demás exitoso, en especial si se considera que esas ganancias provienen de un dinero que no es de ellos y que su función como impulsores del crecimiento económico nacional ha brillado por su ausencia.

En aquella ocasión, el entonces presidente de la Asociación de Bancos (en) México, Marcos Martínez Gavica, subrayó que no cabe duda que (el de Fox) fue para la banca un sexenio en que hubo un giro impresionante; el sistema crediticio pasó de la etapa en que buscó fortalecerse, redefinir su papel, a otra en la que es muy sólida, muy clara en sus objetivos, que compite muy fuerte. Sin duda un giro espectacular y una época dorada, pues como inquilino de Los Pinos Fox les aterrizó los pendientes que dejó el gobierno del bienestar de la familia (el de Zedillo): la extranjerización prácticamente total de la banca, la evasión legal de impuestos en las operaciones de compra-venta de las instituciones financieras, los créditos al gobierno para que éste les pagara el saneamiento, y el pago, rapidito y sin chistar, de miles de millones de pesos en pagarés Fobaproa, sin olvidar la vista gorda de las autoridades, las recurrentes controversias constitucionales, la inacción de la justicia y el bloqueo permanente ante cualquier intento tendiente a meterle jabón y zacate al rescate bancario.

Eso fue seis años atrás, pero no pueden quejarse de Felipe Calderón, quien, junto con su valioso equipo económico (que es el mismo de hace cuando menos cuatro sexenios), se esforzó para que nada mal les fuera a los barones del dinero: control absoluto del sistema financiero que opera en el país, autoridad reguladora a su servicio, nulo aporte al desarrollo nacional con la venia de Los Pinos y 354 mil millones de pesos (hasta marzo de 2012) en utilidades netas, entre otras menudencias. El minuto de aplausos, pues, totalmente justificado. Por cada día de estancia (hasta marzo de 2012) del susodicho en Los Pinos, los bancos que operan en el país incorporaron a sus alforjas 162 millones de pesos libres de polvo y paja, en números cerrados. Sin duda, un éxito rotundo.

Las rebanadas del pastel

Por lo anterior, tiene razón el inquilino de Los Pinos cuando a los barones reunidos en Acapulco les dijo: “estamos dejando un saldo favorable… En el gobierno federal vamos a seguir trabajando por preservar este gran activo, en beneficio de los mexicanos”. Y ante tan jugosos resultados, los barones le regalaron un multimillonario minuto de aplausos.

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