Apro
A las once de la mañana, las rejas de Televisa Santa Fe se cerraron: era la hora pactada para que cientos de jóvenes universitarios, alumnos de la Ibero, UNAM, Tec, UAM, ITAM, Anáhuac, La Salle e IPN, en lo que llamaron la Unión Universitaria, se reunieran a las puertas de la Universidad Iberoamericana para marchar rumbo a la televisora de Emilio Azcárraga Jean en protesta por la “manipulación informativa” que, según los jóvenes académicos, encabeza dicha empresa.
Treinta minutos después podían leerse decenas de pancartas, nacidas de la inconformidad, en contra del “sesgo” que los medios masivos de comunicación han fomentado en el proceso electoral rumbo al 1 de julio.
“Estudiantes informados, jamás manipulados. No nos impondrán a Enrique Peña Nieto”, decía el más grande de los carteles, colocado al frente de casi 400 estudiantes que iniciaron la marcha. Iniciados sus pasos, se distribuyó un comunicado para fijar los lineamientos de la manifestación: se pidió, y se cumplió, no mostrar insignias o propaganda a favor de candidato alguno por ser “un movimiento apartidista”, transitar por banquetas para no “afectar” a los automovilistas y no caer en “provocaciones” de medios de comunicación que pudieran “voltear la tortilla” con sus preguntas.
No hubo reporteros de Televisa o TV Azteca, los medios más directamente aludidos, visiblemente acreditados.
Con los metros se sumaban las consignas. “Televisa idiotiza, TV Azteca apendeja”; “Atenco no se olvida”; “No más mentiras”; “Que los medios no se vendan, que no se prostituyan”; “No tenemos miedo, el voto es nuestro”; “Libertad de expresión y derecho a la información”, gritaban los alumnos que, con credencial en mano, rechazaban las acusaciones que nacieron contra los alumnos en la visita de Enrique Peña Nieto a la Ibero, el viernes pasado.
Los universitarios decidieron tomar la iniciativa ante los “arreglos” mediáticos y partidistas. Se hacían sentir. “No somos uno / no somos cien / prensa vendida / cuéntanos bien”. Y a una voz, desgañitaban centenares de gargantas: “¡Despierta, México, despierta!”
Los inconformes reprocharon la represión que en contra de sus pares se registró en Veracruz y Coahuila por manifestarse públicamente en contra del PRI. Participativos en la vida pública del país, lamentaron que desde los partidos políticos y en los medios se les haya difamado. “Ni porros ni acarreados, somos estudiantes”, ciudadanos comprometidos con su pasado, su presente y su futuro, decían los indignados.
Con el sol quemante como testigo, llegaron a las puertas de la televisora. No importó el calor como no importaron las barreras en las que se atrincheró la directiva del consorcio. Los iban a oír: “Azcárraga: no te escondas. ¿Tienes el valor o te vale?”; “La guerra sucia pasa por televisión”; “Que no te coma el monstruo”, “Joaquín (López Dóriga): ¿Qué hago para salir en tu noticiero si no tengo lana?”. Durante una hora en la explanada de la televisora en Santa Fe viajaban las letanías, una detrás de otra.
Vigilantes, un grupo de granaderos se mantenía atento a dos cuadras del lugar. “Creerán que somos una amenaza”, dijo María López, estudiante de la Ibero. “No sé de qué tienen miedo. Tenemos libros, no armas”, dijo Carlos García, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para entonces, la movilización estudiantil había explotado en las redes sociales con tópicos que llegaron a posicionarse como tendencia mundial, bajo las consignas de Televisa Idiotiza y #MarchaYo Soy 132.
Se logró una transmisión de la protesta en vivo y se sumaron más de 40 mil seguidores. En las redes sociales, se leía:
“@PitufoFilosofon Tengan cuidado Televisa Idiotiza porque son igual de corruptos que los del PRI, mejor unete a la #MarchaYoSoy132 Vamos!”. Al texto le acompañaba una fotografía con la fusión de los logos del PRI y de la televisora.
Se apilaban los comentarios por segundo: “@Hyung23 Alguna ocasión soñé que la gente pensante protestaba en contra de Televisa Idiotiza y hoy se hace realidad #MarchaYoSoy”.
“La #MArchaYoSoy132 Que vivan los estudiantes! los jóvenes empujan al cambio y desenmascaran mentira y opresión! NO+PRIAN Televisa Idiotiza”.
De Pablo Hernández, se leyó: “@Pablo_Hdez Espectacular éxito de la #MarchaYoSoy132, más de 40 mil personas la siguieron en vivo por internet y llega a TT mundial, la fuerza ciudadana”.
“@danieljoloy: Ojalá la #MarchaYoSoy132 sea el inicio de un nuevo movimiento de jóvenes y estudiantes que genere cambios en México”.
Con los alumnos instalados hasta donde las rejas de Televisa lo demarcaban, representantes del movimiento tomaron un megáfono para informar que desde el interior de la empresa televisora había llegado una invitación para que una comisión, integrada por cuatro alumnos, ingresara a “conversar”.
Los alumnos rechazaron el ofrecimiento y explicaron. “No nos dicen con quién vamos a platicar. Sólo quieren (hacer) un control de daños y no vamos a caer”. Los alumnos pegaron las pancartas en la misma reja que se les cerró y convocaron a una ‘megamanifestación’ para el miércoles 23 de mayo, a las seis de la tarde en la Estela de Luz.
Al retirarse, la televisora de Emilio Azcárraga volvió a abrir sus rejas.
A las once de la mañana, las rejas de Televisa Santa Fe se cerraron: era la hora pactada para que cientos de jóvenes universitarios, alumnos de la Ibero, UNAM, Tec, UAM, ITAM, Anáhuac, La Salle e IPN, en lo que llamaron la Unión Universitaria, se reunieran a las puertas de la Universidad Iberoamericana para marchar rumbo a la televisora de Emilio Azcárraga Jean en protesta por la “manipulación informativa” que, según los jóvenes académicos, encabeza dicha empresa.
Treinta minutos después podían leerse decenas de pancartas, nacidas de la inconformidad, en contra del “sesgo” que los medios masivos de comunicación han fomentado en el proceso electoral rumbo al 1 de julio.
“Estudiantes informados, jamás manipulados. No nos impondrán a Enrique Peña Nieto”, decía el más grande de los carteles, colocado al frente de casi 400 estudiantes que iniciaron la marcha. Iniciados sus pasos, se distribuyó un comunicado para fijar los lineamientos de la manifestación: se pidió, y se cumplió, no mostrar insignias o propaganda a favor de candidato alguno por ser “un movimiento apartidista”, transitar por banquetas para no “afectar” a los automovilistas y no caer en “provocaciones” de medios de comunicación que pudieran “voltear la tortilla” con sus preguntas.
No hubo reporteros de Televisa o TV Azteca, los medios más directamente aludidos, visiblemente acreditados.
Con los metros se sumaban las consignas. “Televisa idiotiza, TV Azteca apendeja”; “Atenco no se olvida”; “No más mentiras”; “Que los medios no se vendan, que no se prostituyan”; “No tenemos miedo, el voto es nuestro”; “Libertad de expresión y derecho a la información”, gritaban los alumnos que, con credencial en mano, rechazaban las acusaciones que nacieron contra los alumnos en la visita de Enrique Peña Nieto a la Ibero, el viernes pasado.
Los universitarios decidieron tomar la iniciativa ante los “arreglos” mediáticos y partidistas. Se hacían sentir. “No somos uno / no somos cien / prensa vendida / cuéntanos bien”. Y a una voz, desgañitaban centenares de gargantas: “¡Despierta, México, despierta!”
Los inconformes reprocharon la represión que en contra de sus pares se registró en Veracruz y Coahuila por manifestarse públicamente en contra del PRI. Participativos en la vida pública del país, lamentaron que desde los partidos políticos y en los medios se les haya difamado. “Ni porros ni acarreados, somos estudiantes”, ciudadanos comprometidos con su pasado, su presente y su futuro, decían los indignados.
Con el sol quemante como testigo, llegaron a las puertas de la televisora. No importó el calor como no importaron las barreras en las que se atrincheró la directiva del consorcio. Los iban a oír: “Azcárraga: no te escondas. ¿Tienes el valor o te vale?”; “La guerra sucia pasa por televisión”; “Que no te coma el monstruo”, “Joaquín (López Dóriga): ¿Qué hago para salir en tu noticiero si no tengo lana?”. Durante una hora en la explanada de la televisora en Santa Fe viajaban las letanías, una detrás de otra.
Vigilantes, un grupo de granaderos se mantenía atento a dos cuadras del lugar. “Creerán que somos una amenaza”, dijo María López, estudiante de la Ibero. “No sé de qué tienen miedo. Tenemos libros, no armas”, dijo Carlos García, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para entonces, la movilización estudiantil había explotado en las redes sociales con tópicos que llegaron a posicionarse como tendencia mundial, bajo las consignas de Televisa Idiotiza y #MarchaYo Soy 132.
Se logró una transmisión de la protesta en vivo y se sumaron más de 40 mil seguidores. En las redes sociales, se leía:
“@PitufoFilosofon Tengan cuidado Televisa Idiotiza porque son igual de corruptos que los del PRI, mejor unete a la #MarchaYoSoy132 Vamos!”. Al texto le acompañaba una fotografía con la fusión de los logos del PRI y de la televisora.
Se apilaban los comentarios por segundo: “@Hyung23 Alguna ocasión soñé que la gente pensante protestaba en contra de Televisa Idiotiza y hoy se hace realidad #MarchaYoSoy”.
“La #MArchaYoSoy132 Que vivan los estudiantes! los jóvenes empujan al cambio y desenmascaran mentira y opresión! NO+PRIAN Televisa Idiotiza”.
De Pablo Hernández, se leyó: “@Pablo_Hdez Espectacular éxito de la #MarchaYoSoy132, más de 40 mil personas la siguieron en vivo por internet y llega a TT mundial, la fuerza ciudadana”.
“@danieljoloy: Ojalá la #MarchaYoSoy132 sea el inicio de un nuevo movimiento de jóvenes y estudiantes que genere cambios en México”.
Con los alumnos instalados hasta donde las rejas de Televisa lo demarcaban, representantes del movimiento tomaron un megáfono para informar que desde el interior de la empresa televisora había llegado una invitación para que una comisión, integrada por cuatro alumnos, ingresara a “conversar”.
Los alumnos rechazaron el ofrecimiento y explicaron. “No nos dicen con quién vamos a platicar. Sólo quieren (hacer) un control de daños y no vamos a caer”. Los alumnos pegaron las pancartas en la misma reja que se les cerró y convocaron a una ‘megamanifestación’ para el miércoles 23 de mayo, a las seis de la tarde en la Estela de Luz.
Al retirarse, la televisora de Emilio Azcárraga volvió a abrir sus rejas.
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