AMLO no quiso a Espino; “falso”, reviró el ex panista

Francisco Garfias

Manuel Espino tocó la puerta de Andrés Manuel López Obrador antes de sumarse a Enrique Peña Nieto. Lo aseguran fuentes muy cercanas al candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista.

El pacto no se concretó porque el ex jefe nacional del PAN encareció las negociaciones. “Pedía demasiadas posiciones”, aseguran las fuentes.

Otro factor que influyó en la decisión de no aceptar la oferta es que Espino y Elba Esther Gordillo ayudaron al triunfo de Felipe Calderón en 2006.

El Peje no lo olvida.

Las fuentes nos aseguran que nunca quiso hablar directamente con el duranguense. Dante Delgado y Luis Walton, mandarines del Movimiento Ciudadano, sirvieron de puente.

Le enviamos un mensaje al ex jefe nacional del PAN para preguntarle sobre los señalamientos que se hacen en el equipo de campaña de López Obrador.

Una palabra le bastó para responder: “¡Falso!”

El martes pasado, poco después de sumarse a Peña, aseguró que a quien más había buscado para invitarlo a reunirse con el Movimiento Volver a Empezar fue al tabasqueño.

La nota política —y también la roja— fue Tomás Yarrington. Nos amanecimos con la novedad de que hay demandas en Estados Unidos para decomisar dos propiedades en Texas que el ex gobernador de Tamaulipas habría adquirido, a través de un prestanombres, con recursos ilícitos.

El asunto provocó una reacción relámpago en el PRI, sarcasmo en sus adversarios políticos y un ríspido debate en la Comisión Permanente, donde salieron a relucir temas como la hija de Carlos Romero Deschamps, la Estela de Luz, Enciclomedia, el yate y el Ferrari de Néstor Moreno, Larrazabal, Maderito…

Peña Nieto se deslindó abiertamente del ex gobernador de Tamaulipas. “Que cada quien asuma y haga la defensa y el esclarecimiento púbico a cualquier señalamiento”, dijo el candidato del PRI. Pedro Joaquín Coldwell, presidente del tricolor, pidió a la Comisión de Justicia Partidaria la “suspensión inmediata” en tanto se determina su situación jurídica.

Josefina no dejó pasar la oportunidad de incrustar el asunto en la campaña electoral. “¿Por qué Peña no salió antes a deslindarse?” Preguntó la candidata del PAN. Y no se amarró la lengua.

Ante empresarios de la Coparmex acusó a Yarrington y a Humberto Moreira de ser parte del crimen organizado.

López Obrador también embarró a Peña. Calificó de “simulación” el deslinde que hizo del tamaulipeco.

Ricardo Monreal, coordinador de la campaña del tabasqueño, nos dijo, muy en cortito, que el caso Yarrington demuestra que el PRI no es solidario con los suyos y arroja a la “basura” a quienes en otro tiempo fueron consentidos.

El zacatecano, por cierto, se muestra muy optimista en cuanto a la suerte de su candidato presidencial. Ofreció pagarnos una cena si El Peje no alcanza a Peña Nieto antes del primero de julio. “Tenme confianza, vamos a ganar”, subrayó el zacatecano.

El asunto de Yarrington se llevó una parte del debate en la Comisión Permanente. Fue el último que alcanzó a tratarse. Gustavo González Hernández, PAN, lo subió a tribuna luego de una larguísima discusión sobre si el Presidente ofendió o no al Congreso, al declarar que no ha salido el Código Federal de Procedimientos Penales, que diputados y senadores sólo salen en las fotos y que es su culpa que esté estancada la solución al problema de seguridad.

Dijo González Hernández: “Lo que se está buscando, desde mi punto de vista, en esta sesión, es dilatarnos con preguntas, intervenciones, para no llegar al tema de Tomás Yarrington”, dijo.

El diputado Heliodoro Díaz, PRI, reviró: “Tratan de enlodar la campaña de nuestro candidato a la Presidencia de la República para a ver si esto les permite quitarle algunos puntos”.

César Augusto Santiago, un veterano en estas lides, fue el único que defendió a Yarrington: “No podemos armar estas algaradas formidables en contra de un ser humano, porque apareció una noticia en los medios, en una campaña electoral”, dijo.

Otro tema de la agenda que no alcanzó a ser discutido es el de los generales arraigados por supuestos vínculos con el crimen organizado.

El senador del PRD, Leonel Godoy, iba a presentar un punto de acuerdo que pide respetar el principio de presunción de inocencia —lo que no se ha hecho— y el debido proceso. No pudo. La hora de los sagrados alimentos se les atravesó a los legisladores.

En su texto, Godoy propone invitar a la procuradora, Marisela Morales, para que explique al Congreso no sólo la construcción del expediente, sino qué llevó a la decisión de pedir su arraigo.

Monreal se refirió también al caso de los generales. “Es una acusación muy endeble. Tiene tufo de venganza política. Eso no va a pasar con López Obrador”, aseguró.

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