Apro
El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, afirmó hoy que le va a pedir “amorosamente” a la dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, “que se haga a un lado” porque no es posible que la política educativa siga en sus manos.
En el marco del Día del Maestro, el tabasqueño sostuvo que es necesario impedir que la educación se maneje por medio de intereses de grupo y, menos aún, por dirigentes sindicales protegidos desde la Presidencia.
“Yo no voy a proteger a ningún dirigente sindical que obstruya el desarrollo de educación”, advirtió y demandó de paso democratizar al sindicato magisterial.
“Elba Esther ha podido imponerse y tiene influencia porque se le protege desde Los Pinos, para ser claro. Y ahora tiene un acuerdo con el PRI, con Peña Nieto, para que se mantenga dominando en el sindicato y dominando en la SEP, teniendo influencia en todo lo que son las políticas educativas y esto es parte del problema que tenemos”, denunció.
El candidato aseguró que los maestros votarán por la izquierda porque Gordillo tiene cada vez menos incondicionales y eso lo ha ido constatando durante su campaña presidencial.
“Fui a una gira a la huasteca hidalguense, estuve también en Veracruz, en Poza Rica, y muchos maestros me dijeron de que hoy, precisamente, los estaba convocando a una reunión a Misantla, Veracruz, ofreciéndoles puntos para lograr una especie de calificación para lograr ascender en el escalafón magisterial, si asistían a este acto, donde al parecer, iba a estar Peña Nieto. Hasta les dije a los maestros que, para evitar represalias, fueran y que se quedaran callados, pero que lo importante era decidir de manera libre el día de la elección”, expresó.
En cuanto a visitar la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), López Obrador aceptó que “hay un problema”, pero no aclaró con quién ni de qué se trataba, aunque trascendió que el rector José Narro es simpatizante del priista Peña Nieto de ahí que le hayan negado el Estadio Olímpico para llevar a cabo un acto político.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) tampoco lo ha invitado.
El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, afirmó hoy que le va a pedir “amorosamente” a la dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, “que se haga a un lado” porque no es posible que la política educativa siga en sus manos.
En el marco del Día del Maestro, el tabasqueño sostuvo que es necesario impedir que la educación se maneje por medio de intereses de grupo y, menos aún, por dirigentes sindicales protegidos desde la Presidencia.
“Yo no voy a proteger a ningún dirigente sindical que obstruya el desarrollo de educación”, advirtió y demandó de paso democratizar al sindicato magisterial.
“Elba Esther ha podido imponerse y tiene influencia porque se le protege desde Los Pinos, para ser claro. Y ahora tiene un acuerdo con el PRI, con Peña Nieto, para que se mantenga dominando en el sindicato y dominando en la SEP, teniendo influencia en todo lo que son las políticas educativas y esto es parte del problema que tenemos”, denunció.
El candidato aseguró que los maestros votarán por la izquierda porque Gordillo tiene cada vez menos incondicionales y eso lo ha ido constatando durante su campaña presidencial.
“Fui a una gira a la huasteca hidalguense, estuve también en Veracruz, en Poza Rica, y muchos maestros me dijeron de que hoy, precisamente, los estaba convocando a una reunión a Misantla, Veracruz, ofreciéndoles puntos para lograr una especie de calificación para lograr ascender en el escalafón magisterial, si asistían a este acto, donde al parecer, iba a estar Peña Nieto. Hasta les dije a los maestros que, para evitar represalias, fueran y que se quedaran callados, pero que lo importante era decidir de manera libre el día de la elección”, expresó.
En cuanto a visitar la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), López Obrador aceptó que “hay un problema”, pero no aclaró con quién ni de qué se trataba, aunque trascendió que el rector José Narro es simpatizante del priista Peña Nieto de ahí que le hayan negado el Estadio Olímpico para llevar a cabo un acto político.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) tampoco lo ha invitado.
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