3 mil indignados se concentran en El Sol para exigir liberación de compañeros

José M. Camarero / ABC.es

La Puerta del Sol ha vuelto a convertirse esta tarde en el epicentro de las protestas del movimiento 15-M, después de que se haya vivido una larga madrugada que ha acabado con varias detenciones. Precisamente para protestar por estos hechos, que consideran «abusivos» y propios de un Estado «policial y represor», los indignados se han concentrado desde las cinco de la tarde en torno a la estatua de Carlos III, donde se ha leído un comunicado de apoyo a los 18 detenidos esta madrugada, cuando la Policía les prohibió acampar o dormir en la Puerta del Sol.

Al grito de «No son 18, somos todos», las más de 3.000 personas congregadas esta tarde en la Puerta del Sol han lanzado gritos contra los agentes policiales y la delegada del Gobierno, además de exigir la dimisión del ministro del Interior. Además, han escenificado otro minuto de silencio, como el que se produjo la pasada medianoche, en apoyo a los detenidos. «No sabemos qué va a ser de ellos», indicaban desde los megáfonos utilizados por algunos asistentes.

Los agentes policiales han recordado a algunos de los portavoces del movimiento indignado que está prohibida la utilización de altavoces o equipos de sonido similares, por lo que los representantes del 15-M se han tenido que esforzar para que todos los asistentes pudieran escuchar las consignas de esta tarde.

El siguiente acto tendrá lugar esta misma noche, a partir de las diez, cuando se ha instado a todo el movimiento a reunirse, de nuevo, en la Puerta del Sol, para celebrar una «asamblea generalísima» en la que decidir sobre las acciones a tomar no sólo durante esta misma noche, sino a partir de mañana y hasta el martes, el día en que, en principio, finalizarían las concentraciones de aniversario del 15-M. Por ahora, no se puede ver ninguna tienda de campaña ni carpa instalada en la Puerta del Sol, aunque la intención de algunos testigos recabados por ABC.ES señalan que pretenden quedarse esta noche a dormir. «Si lo hago en un saco, no me van a poder echar», aseguran.

Por ahora, parte de los asistentes se ha dispersado a las diferentes «asambleas sectoriales» que están teniendo lugar en las plazas cercanas a Sol, donde numerosos turistas, curiosos y ciudadanos que aprovechan la jornada comercial abierta en la zona para aproximarse a la concentración del movimiento de indignados.

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