Francisco Garfias
Mario Vargas Llosa nunca ha sido de las simpatías del tricolor. Los veteranos de ese partido no le perdonan al gran escritor peruano la definición del viejo régimen priista como “la dictadura perfecta”.
La antipatía que le tienen salió a flote durante la charla que tuvieron ayer los diputados del Revolucionario Institucional, Francisco Rojas, César Augusto Santiago y Rogelio Cerda.
El tema era el polémico apoyo que el premio Nobel de Literatura le dio a España en su diferendo con Argentina por la expropiación de la empresa YPF, donde Repsol tiene 57% de las acciones. “Ya se siente más español que latinoamericano”, sintetizó César Augusto.
El escritor peruano calificó la expropiación de “medida demagógica” inspirada en la crisis que se vive en Argentina por el populismo de Cristina Fernández.
Paco Rojas, ex director de Pemex, fue más lejos. Declaró a los medios que cuando la paraestatal mexicana quiso tomar 30%, en conjunto, de Repsol, los españoles dijeron que no se podía dejar que la empresa mexicana hiciera perder la hispanidad de Repsol. “Ahora que se afectan los intereses argentinos, ¿vamos a medir con dos varas?”, preguntó el coordinador de los diputados del PRI.
El País nos informó ayer que Pemex posee exactamente 9.49% de las acciones de Repsol, después de que históricamente sólo había tenido cinco por ciento. Recordó que el año pasado la paraestatal mexicana quiso aumentar su participación accionaria, pero el intento se vino abajo. La medida, dice el cotidiano, llevaba aparejada la intención de ocupar un puesto más en el Consejo de Administración de Repsol.
En España no se vio bien que México eligiera como aliada a la constructora de aquel país Sacyr Vallehermoso, y firmara con esa empresa un convenio de sindicación de voto. “Las aguas se calmaron con la salida de Luis del Rivero de Sacyr y con el compromiso de Pemex de quedarse con sus acciones en 9.49%”, puntualizó.
¿Que Pemex posea casi 10% de las acciones de Repsol le da derecho al presidente Calderón a criticar la expropiación petrolera en Argentina? El diputado del PAN, Felipe de Jesús Cantú, presidente de la Comisión de Energía, piensa que no.
“México tiene un monopolio (Pemex). No tenemos autoridad para decirles a los argentinos ‘no hagas un monopolio’. Aunque no podemos coincidir con la expropiación. En el PAN siempre hemos pugnado por más sociedad y menos gobierno”, subrayó el legislador regiomontano.
Otra priista, Cristina Díaz, secretaria general de ese partido, quiere sentar al presidente Calderón en el “banquillo” por sus declaraciones en contra del “acto soberano” de Argentina. Exige saber qué instrucciones le dio al director de Pemex para tratar el tema. “Tiene que salir y decir la verdad”, puntualizó.
El mismo tono en la perredista Telma Guajardo. “Es un tema entre España y Argentina. Lo que sí habría que preguntarle a Calderón es por qué hace tanto escándalo. En lugar de eso debe explicar qué tanto impacta ese 10% que tiene México en Repsol; ya que sí representa una pérdida para el país”.
Guillermo Ruiz de Teresa, secretario de la Comisión de Energía, fue más coloquial al referirse a la descalificación del Presidente mexicano. “¿Qué pedo?, ¿qué le pasa? Los argentinos tienen el derecho a expropiar la empresa. Es un acto soberano, ¿o nos parece mal porque tenemos 10% de Repsol?”
Fue un sainete inútil. Una Mesa de la Verdad montada para el circo mediático. Ni priistas ni panistas aportaron nada. Puras quejas y descalificaciones. La Mesa del Relajo. Cero claridad. El cumplimiento o no del compromiso 127 del otrora gobernador Enrique Peña Nieto sigue en total confusión.
El PRI dice que el compromiso de Peña, firmado ante notario, era la ampliación de los carriles en la avenida Adolfo López Mateos, en Tlalnepantla. Los azules aseveran que era el puente que conecta esa vialidad con la avenida Aquiles Serdán, en Azcapotzalco, cuya construcción se inició en 2009, y apenas lleva 70% de avance.
Después del fallido “diálogo”, los que creen que el mexiquense incumplió difícilmente cambiaron de idea, y viceversa. Lo que digan Pedro Joaquín Coldwell, Gustavo Madero, Luis Videgaray o Roberto Gil sale sobrando.
Mario Vargas Llosa nunca ha sido de las simpatías del tricolor. Los veteranos de ese partido no le perdonan al gran escritor peruano la definición del viejo régimen priista como “la dictadura perfecta”.
La antipatía que le tienen salió a flote durante la charla que tuvieron ayer los diputados del Revolucionario Institucional, Francisco Rojas, César Augusto Santiago y Rogelio Cerda.
El tema era el polémico apoyo que el premio Nobel de Literatura le dio a España en su diferendo con Argentina por la expropiación de la empresa YPF, donde Repsol tiene 57% de las acciones. “Ya se siente más español que latinoamericano”, sintetizó César Augusto.
El escritor peruano calificó la expropiación de “medida demagógica” inspirada en la crisis que se vive en Argentina por el populismo de Cristina Fernández.
Paco Rojas, ex director de Pemex, fue más lejos. Declaró a los medios que cuando la paraestatal mexicana quiso tomar 30%, en conjunto, de Repsol, los españoles dijeron que no se podía dejar que la empresa mexicana hiciera perder la hispanidad de Repsol. “Ahora que se afectan los intereses argentinos, ¿vamos a medir con dos varas?”, preguntó el coordinador de los diputados del PRI.
El País nos informó ayer que Pemex posee exactamente 9.49% de las acciones de Repsol, después de que históricamente sólo había tenido cinco por ciento. Recordó que el año pasado la paraestatal mexicana quiso aumentar su participación accionaria, pero el intento se vino abajo. La medida, dice el cotidiano, llevaba aparejada la intención de ocupar un puesto más en el Consejo de Administración de Repsol.
En España no se vio bien que México eligiera como aliada a la constructora de aquel país Sacyr Vallehermoso, y firmara con esa empresa un convenio de sindicación de voto. “Las aguas se calmaron con la salida de Luis del Rivero de Sacyr y con el compromiso de Pemex de quedarse con sus acciones en 9.49%”, puntualizó.
¿Que Pemex posea casi 10% de las acciones de Repsol le da derecho al presidente Calderón a criticar la expropiación petrolera en Argentina? El diputado del PAN, Felipe de Jesús Cantú, presidente de la Comisión de Energía, piensa que no.
“México tiene un monopolio (Pemex). No tenemos autoridad para decirles a los argentinos ‘no hagas un monopolio’. Aunque no podemos coincidir con la expropiación. En el PAN siempre hemos pugnado por más sociedad y menos gobierno”, subrayó el legislador regiomontano.
Otra priista, Cristina Díaz, secretaria general de ese partido, quiere sentar al presidente Calderón en el “banquillo” por sus declaraciones en contra del “acto soberano” de Argentina. Exige saber qué instrucciones le dio al director de Pemex para tratar el tema. “Tiene que salir y decir la verdad”, puntualizó.
El mismo tono en la perredista Telma Guajardo. “Es un tema entre España y Argentina. Lo que sí habría que preguntarle a Calderón es por qué hace tanto escándalo. En lugar de eso debe explicar qué tanto impacta ese 10% que tiene México en Repsol; ya que sí representa una pérdida para el país”.
Guillermo Ruiz de Teresa, secretario de la Comisión de Energía, fue más coloquial al referirse a la descalificación del Presidente mexicano. “¿Qué pedo?, ¿qué le pasa? Los argentinos tienen el derecho a expropiar la empresa. Es un acto soberano, ¿o nos parece mal porque tenemos 10% de Repsol?”
Fue un sainete inútil. Una Mesa de la Verdad montada para el circo mediático. Ni priistas ni panistas aportaron nada. Puras quejas y descalificaciones. La Mesa del Relajo. Cero claridad. El cumplimiento o no del compromiso 127 del otrora gobernador Enrique Peña Nieto sigue en total confusión.
El PRI dice que el compromiso de Peña, firmado ante notario, era la ampliación de los carriles en la avenida Adolfo López Mateos, en Tlalnepantla. Los azules aseveran que era el puente que conecta esa vialidad con la avenida Aquiles Serdán, en Azcapotzalco, cuya construcción se inició en 2009, y apenas lleva 70% de avance.
Después del fallido “diálogo”, los que creen que el mexiquense incumplió difícilmente cambiaron de idea, y viceversa. Lo que digan Pedro Joaquín Coldwell, Gustavo Madero, Luis Videgaray o Roberto Gil sale sobrando.
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