Foxismo tricolor
Fallas en jet de Josefina
Sola, el vero Jefe
Julio Hernández López / Astillero
Enrique Peña Nieto develó ayer una parte sustancial de la arquitectura en que descansa su concepción de la política y el poder: el triunfalismo. Legítimamente susceptible de un mayor escrutinio público, así fuera en razón de que él mismo diera por buenas las encuestas de opinión en las que aparece invariablemente como puntero a gran distancia de sus competidores, el ex gobernador del estado de México no acepta que se le pidan cuentas actualizadas de los gastos a todas luces excesivos que a lo largo del país realiza y que lo colocan bajo fundada sospecha de estar infringiendo la legalidad electoral vigente.
Por el contrario, ignorante o tal vez desdeñoso de los deberes jurídicos a que está sujeto, y que pueden ser invocados por candidatos, partidos y ciudadanos en general, el abanderado priísta ha preferido evadir el fondo del asunto e intentar un sugestivo rediseño del conjunto de derechos y obligaciones de los mexicanos a partir de su viabilidad triunfadora o su carencia de ella. Es decir, a los ojos y oídos de quien aspira a presidir el país lo importante a la hora de los reclamos o las exigencias será la pertenencia al mundo del éxito probable o del fracaso predeterminado, pues así reviró ayer a la demanda hecha por Andrés Manuel López Obrador para que el IFE audite oportunamente los gastos del aspirante tricolor: Los recursos que se dieron al partido como prerrogativa se están usando. Lo que preocupa es que aquellos partidos que no se ven en un escenario de triunfo, ¿dónde están los recursos que han recibido de la autoridad?
En esas coordenadas de triunfadores y vencidos se mueve la funcionalidad peñanietista y de allí proviene el gran riesgo de la instalación de la soberbia y el autoritarismo en caso de que esa opción de tres colores sea la que triunfe en las urnas en julio próximo. Asido placenteramente a los términos de las encuestas amigas, el peñanietismo puede llegar a creer que una alta votación a su favor sería una especie de cheque en blanco para hacer lo que le diera la gana, avasallando a través de los medios electrónicos, que son los que realmente le importan, en una displicencia cultural e intelectual equivalente a la que en su momento desplegó Vicente Fox, el símil que ahora pregona el virtual ascenso de Peña Nieto y la consecuente derrota de la candidata panista.
En escenarios desesperanzados se mueve, mientras tanto, la presunta Jefa. Luego de un acto de lunes en Yucatán, llegó alrededor de las nueve de la noche a tomar el jet privado que la regresaría a la ciudad de México pero, ya arriba de la nave, según diversas notas periodísticas, fue informada de que los miembros del Estado Mayor Presidencial que la cuidan habían detectado algunas fallas mecánicas (en las turbinas, según algunos reportes de prensa), por lo que hubo de esperar hasta casi las dos de la mañana del martes para abordar otro vehículo que le fue enviado de repuesto. En condiciones políticas tan precarias como las que vive Vázquez Mota, con atisbos de fantasmas como los de 1994 (cuando el ocupante de Los Pinos no apoyaba al candidato de su partido al que se decía que deseaba sustituir) y con fúnebres accidentes aéreos en la elite panista, lo sucedido en el aeropuerto de Chichén Itzá, en el municipio de Kaua, debe haber movido a reflexiones profundas, cuando menos en materia de logística, que también se le complicó ayer en su traslado a Monterrey, adonde llegó tarde a algunos actos y otros los canceló, a causa del entorpecimiento del tráfico en la carretera en donde murieron en accidente cinco estudiantes y un profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.
Desde otro vuelo, entre Cuba y Haití, la recién asignada condición de Jefa era puesta en entredicho por un ensuciador publicista del que Vázquez Mota ha pretendido desligarse pero que ayer daba retadora muestra de poder, al lado de Felipe Calderón. Pasadas las ocho de la mañana, Antonio Sola (el instalador de la guerra sucia en 2006, con el lema que acusaba a López Obrador de ser un peligro para México) adelantaba a través de Twitter lo que casi cinco horas después haría el PAN en apoyo de la cándida Josefina: dar más pruebas del incumplimiento de compromisos de Peña Nieto. Primero, el nacido en España, y naturalizado mexicano con Calderón, hizo saber que acompañaría a éste y al presidente de Haití en una histórica visita donde se estrecharán lazos entre ambas naciones. El siguiente tuit decía: “El PAN dará a conocer hoy los primeros 20 incumplimientos de EPN… de los más de 100 documentados”. Luego, una virtual frase de campaña: EPN ¿por qué mintió y por qué sigue haciéndolo? No cumple sus compromisos. Por la tarde, horas después de que el bien informado Sola daba la primicia de lo que haría el PAN en su sede nacional, allí mismo se informaba en rueda de prensa que el multimencionado publicista no colabora en la campaña de Vázquez Mota.
Astillas
Rafael Escoto, maestro de educación básica, manifiesta “dolor sincero al ver el video de ‘Niños incómodos exigen’. Quiero exigir, y estoy muy frustrado por no saber qué hacer, que se quite inmediatamente este video y que se sancione a los que le facilitaron a esos menores de edad armas. ¡De por sí estamos en una delicada situación de violencia generalizada y les dan este ejemplo!”… AMLO hizo campaña ayer en Zacatecas acompañado de la ex gobernadora Amalia García (y de David Monreal, pero no de Ricardo), luego de estar en Puebla con Manuel Bartlett, a quien chiflaron y mostraron pancartas en contra… El tabasqueño presumió el logro de la unidad en Zacatecas al tener juntos, en el templete de campaña, a los representantes de las dos corrientes largamente enfrentadas. García pudo asomarse a un acto público junto a López Obrador a pesar de las abundantes acusaciones en su contra por corrupción, arbitrariedad y frivolidad… A propósito de reunificaciones, Peña Nieto quiso juntar en Oaxaca a Ulises Ruiz y José Murat, pero lo único que logró fue avivar las pasiones en contra que despiertan… ¡Feliz fin de semana, con Calderón en desairado viaje a Cuba, de te asomas y te vas!
Fallas en jet de Josefina
Sola, el vero Jefe
Julio Hernández López / Astillero
Enrique Peña Nieto develó ayer una parte sustancial de la arquitectura en que descansa su concepción de la política y el poder: el triunfalismo. Legítimamente susceptible de un mayor escrutinio público, así fuera en razón de que él mismo diera por buenas las encuestas de opinión en las que aparece invariablemente como puntero a gran distancia de sus competidores, el ex gobernador del estado de México no acepta que se le pidan cuentas actualizadas de los gastos a todas luces excesivos que a lo largo del país realiza y que lo colocan bajo fundada sospecha de estar infringiendo la legalidad electoral vigente.
Por el contrario, ignorante o tal vez desdeñoso de los deberes jurídicos a que está sujeto, y que pueden ser invocados por candidatos, partidos y ciudadanos en general, el abanderado priísta ha preferido evadir el fondo del asunto e intentar un sugestivo rediseño del conjunto de derechos y obligaciones de los mexicanos a partir de su viabilidad triunfadora o su carencia de ella. Es decir, a los ojos y oídos de quien aspira a presidir el país lo importante a la hora de los reclamos o las exigencias será la pertenencia al mundo del éxito probable o del fracaso predeterminado, pues así reviró ayer a la demanda hecha por Andrés Manuel López Obrador para que el IFE audite oportunamente los gastos del aspirante tricolor: Los recursos que se dieron al partido como prerrogativa se están usando. Lo que preocupa es que aquellos partidos que no se ven en un escenario de triunfo, ¿dónde están los recursos que han recibido de la autoridad?
En esas coordenadas de triunfadores y vencidos se mueve la funcionalidad peñanietista y de allí proviene el gran riesgo de la instalación de la soberbia y el autoritarismo en caso de que esa opción de tres colores sea la que triunfe en las urnas en julio próximo. Asido placenteramente a los términos de las encuestas amigas, el peñanietismo puede llegar a creer que una alta votación a su favor sería una especie de cheque en blanco para hacer lo que le diera la gana, avasallando a través de los medios electrónicos, que son los que realmente le importan, en una displicencia cultural e intelectual equivalente a la que en su momento desplegó Vicente Fox, el símil que ahora pregona el virtual ascenso de Peña Nieto y la consecuente derrota de la candidata panista.
En escenarios desesperanzados se mueve, mientras tanto, la presunta Jefa. Luego de un acto de lunes en Yucatán, llegó alrededor de las nueve de la noche a tomar el jet privado que la regresaría a la ciudad de México pero, ya arriba de la nave, según diversas notas periodísticas, fue informada de que los miembros del Estado Mayor Presidencial que la cuidan habían detectado algunas fallas mecánicas (en las turbinas, según algunos reportes de prensa), por lo que hubo de esperar hasta casi las dos de la mañana del martes para abordar otro vehículo que le fue enviado de repuesto. En condiciones políticas tan precarias como las que vive Vázquez Mota, con atisbos de fantasmas como los de 1994 (cuando el ocupante de Los Pinos no apoyaba al candidato de su partido al que se decía que deseaba sustituir) y con fúnebres accidentes aéreos en la elite panista, lo sucedido en el aeropuerto de Chichén Itzá, en el municipio de Kaua, debe haber movido a reflexiones profundas, cuando menos en materia de logística, que también se le complicó ayer en su traslado a Monterrey, adonde llegó tarde a algunos actos y otros los canceló, a causa del entorpecimiento del tráfico en la carretera en donde murieron en accidente cinco estudiantes y un profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.
Desde otro vuelo, entre Cuba y Haití, la recién asignada condición de Jefa era puesta en entredicho por un ensuciador publicista del que Vázquez Mota ha pretendido desligarse pero que ayer daba retadora muestra de poder, al lado de Felipe Calderón. Pasadas las ocho de la mañana, Antonio Sola (el instalador de la guerra sucia en 2006, con el lema que acusaba a López Obrador de ser un peligro para México) adelantaba a través de Twitter lo que casi cinco horas después haría el PAN en apoyo de la cándida Josefina: dar más pruebas del incumplimiento de compromisos de Peña Nieto. Primero, el nacido en España, y naturalizado mexicano con Calderón, hizo saber que acompañaría a éste y al presidente de Haití en una histórica visita donde se estrecharán lazos entre ambas naciones. El siguiente tuit decía: “El PAN dará a conocer hoy los primeros 20 incumplimientos de EPN… de los más de 100 documentados”. Luego, una virtual frase de campaña: EPN ¿por qué mintió y por qué sigue haciéndolo? No cumple sus compromisos. Por la tarde, horas después de que el bien informado Sola daba la primicia de lo que haría el PAN en su sede nacional, allí mismo se informaba en rueda de prensa que el multimencionado publicista no colabora en la campaña de Vázquez Mota.
Astillas
Rafael Escoto, maestro de educación básica, manifiesta “dolor sincero al ver el video de ‘Niños incómodos exigen’. Quiero exigir, y estoy muy frustrado por no saber qué hacer, que se quite inmediatamente este video y que se sancione a los que le facilitaron a esos menores de edad armas. ¡De por sí estamos en una delicada situación de violencia generalizada y les dan este ejemplo!”… AMLO hizo campaña ayer en Zacatecas acompañado de la ex gobernadora Amalia García (y de David Monreal, pero no de Ricardo), luego de estar en Puebla con Manuel Bartlett, a quien chiflaron y mostraron pancartas en contra… El tabasqueño presumió el logro de la unidad en Zacatecas al tener juntos, en el templete de campaña, a los representantes de las dos corrientes largamente enfrentadas. García pudo asomarse a un acto público junto a López Obrador a pesar de las abundantes acusaciones en su contra por corrupción, arbitrariedad y frivolidad… A propósito de reunificaciones, Peña Nieto quiso juntar en Oaxaca a Ulises Ruiz y José Murat, pero lo único que logró fue avivar las pasiones en contra que despiertan… ¡Feliz fin de semana, con Calderón en desairado viaje a Cuba, de te asomas y te vas!
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