¿Televisoras en declive?

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Desconozco el alcance de la capacidad de convocatoria de los líderes sociales y de los candidatos a la silla del águila, tampoco sé si están conscientes de lo que puede significar que internautas en los distintos portales de comunicación a través de las redes sociales respondan a su llamado, porque esa respuesta medirá el fortalecimiento o el principio del declive de la radio y la televisión.

AMLO llama a las redes sociales a contener y desmitificar el peso de la TV en las elecciones. Para comprender la importancia de esta contienda entre dos medios de comunicación totalmente distintos debido al manejo del tiempo real y a los costos, hay que dejar establecidas las costumbres del televidente, sus limitaciones.

La TV ata al usuario en el espacio y en el tiempo: la parrilla define los horarios; el lugar donde se encuentre la pantalla determina la manera en que se verán los programas, los noticieros y los “espots”. El televidente usa el “zapping” para elegir, el control para suprimir el sonido. Tiene la capacidad técnica para decidir qué ver y escuchar en materia de propaganda política, de acuerdo a sus intereses y, si es educado, digamos que también de acuerdo a su ideología. En este contexto, a pesar del “rating”, la propaganda electoral dejó de tener destinatarios cautivos, se convierte en un disparo en la oscuridad, pierde importancia y deja de tener trascendencia.

De acuerdo a las definiciones técnicas, un punto de “rating” equivale a 96 mil 782 televidentes, y así miden la eficacia del mensaje en los espacios en los que supuestamente adquiere presencia y fuerza la imagen política de los candidatos. En Televisa, El Noticiero con Joaquín López Dóriga tiene 12.4 puntos con picos de 21.1 (los picos son muy breves, equivalen al tiempo de una nota informativa de la que esperan mayores datos, o una investigación especial), lo que equivale a 12 millones de televidentes en promedio, con picos de 20 millones; Carlos Loret de Mola tiene un promedio de 774 mil con picos de 30 millones; Lolita Ayala tiene nueve millones con picos de 22.5 millones.

En TV Azteca la situación no es distinta: Javier Alatorre tiene nueve millones con picos de 16 millones; Hechos Meridiano tiene seis millones con picos de 15 millones y el matutino también tiene seis millones en promedio, pero con picos de 26 millones.

Si como dejamos establecido hace unas semanas, en México hay 34.9 millones de usuarios de Internet, Facebook -con fuerte presencia en provincia- tiene 25.6 millones de cuentas activas, y hay 10.7 millones de twiteros -principalmente en el DF, Monterrey y Guadalajara-, podrán darse cuenta del fundamento del valor y el peso social y político de las redes para enfrentarse a las “verdades” de la televisión.

Es posible que además de ser las elecciones influenciadas por Internet y las redes, estas de 2012 se conviertan también en las que determinen el verdadero valor político y social de televisión y radio, y obligue a los dueños de las televisoras a redefinir su función frente a la sociedad, y su relación con el poder, del que dependen sus concesiones.

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