Gastos en publicidad amenazan aspiraciones
Naufragio perredista
Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida
Es muy probable que dentro de algunos días, no muchos, las autoridades electorales decidan sobre la viabilidad de algunas candidaturas, y es muy probable que se den algunas sorpresas y sorpresotas.
El asunto es que todo parece indicar que hay algunos políticos, por ejemplo en el PRD, a los que no les importó mucho la ley que marca límites a la propaganda y se anunciaron como si fueran taquería de moda, cosa que, esta vez, parece que sí será sancionada por la autoridad electoral.
Hay casos en prácticamente todos los carriles de la pista que determina la carrera por los puestos de elección popular para el DF. Desde el Senado hasta las diputaciones locales, donde, por cierto, hay nombres que dan fe de la descomposición progresiva del PRD, y que no parecen indicadores de triunfo.
Los arreglos que, sin participación de las máximas figuras políticas de la ciudad, se han concertado entre Jesús Ortega, Héctor Bautista y René Bejarano, atienden más a arreglos personales o de pequeños grupos de conveniencia que al interés del electorado, por lo que no resultan representativos de ninguna comunidad, y por tanto ponen en riesgo la posibilidad del triunfo amarillo.
La lista real de quienes serán los abanderados del PRD parece diseñada por mercaderes de la política y, aunque no se ha dado a conocer en su totalidad, ya hay nombres que parecen seguros, y que espantan: desde las filas más apegadas al neoliberalismo panista hasta mercachifles de los sótanos del mismo PRD componen esa lista que tal vez, por fortuna, deshagan las autoridades electorales.
Para dar una idea del desatino de esos arreglos, sólo falta darse cuenta de que 30 por ciento de los candidatos propuestos no tienen ningún vínculo con los territorios a los que pretenden representar, pero están ligados a los intereses de los jefes tribales. La respuesta del perredismo militante no se ha hecho esperar y se habla de acciones de rebeldía. En el mejor de los casos se habla de huelga de brazos caídos el día de la elección, y en el peor, de votar por el PRI.
En este momento ya se detectaron fugas importantes hacia el PRI. Virginia Jaramillo luchará por la delegación Cuauhtémoc bajo la bandera del PRI; lo mismo hará Adrián Rubalcaba en Cuajimalpa; Norberto Nazario, en Gustavo A. Madero, y Emilio Serrano en Iztacalco.
Los estragos del bejaranismo desatado que sufrirá la ciudad y sus acuerdos con IDN y Nueva Izquierda se pagarán en las urnas y ahondarán la crisis del PRD que, como ya se ha dicho en este espacio, ha cancelado su futuro. Hasta aquí nomás, dicen sus propios militantes.
Y más: lo que deberá preocupar a Miguel Ángel Mancera es que los jefes tribales, con el poder que hasta ahora se les ha conferido, impedirán al posible nuevo jefe de Gobierno, con chantajes a su estilo, cualquier posibilidad de avance, cuando menos en los primeros tres años de gobierno. La suerte parece echada.
De pasadita
La familia Taibo (Paco Ignacio II, Paloma y Marina) se dará este domingo, en la plaza Hidalgo de Coyoacán, a la muy subversiva tarea de proponer a la gente de aquella delegación, y desde luego a los paseantes, que lean. Pretenden rifar mil libros, de los más importantes autores, a peso el boleto, y cada persona que se atreva a tal cosa puede, incluso, comprar hasta tres boletos, no más.
Y es que eso de la lectura puede convertirse en un virus benigno (si hay de esos) que se trasmita hasta las más importantes autoridades. Por ejemplo, esos mismos taibos van a proponer a Miguel Ángel Mancera que se convierta en un rebelde y se dé a la tarea de editar una nueva colección de libros, cientos, miles, cientos de miles de títulos, que se regalen a la población del Distrito Federal.
Muy pronto el gobierno de Marcelo Ebrard habrá de anunciar que todo el DF, desde Milpa Alta hasta Gustavo A. Madero, tendrá servicio de Internet, y si a eso se suma, o al revés, un proyecto como el que proponen los taibos, esta ciudad seguirá teniendo esperanza.
Naufragio perredista
Miguel Ángel Velázquez / Ciudad Perdida
Es muy probable que dentro de algunos días, no muchos, las autoridades electorales decidan sobre la viabilidad de algunas candidaturas, y es muy probable que se den algunas sorpresas y sorpresotas.
El asunto es que todo parece indicar que hay algunos políticos, por ejemplo en el PRD, a los que no les importó mucho la ley que marca límites a la propaganda y se anunciaron como si fueran taquería de moda, cosa que, esta vez, parece que sí será sancionada por la autoridad electoral.
Hay casos en prácticamente todos los carriles de la pista que determina la carrera por los puestos de elección popular para el DF. Desde el Senado hasta las diputaciones locales, donde, por cierto, hay nombres que dan fe de la descomposición progresiva del PRD, y que no parecen indicadores de triunfo.
Los arreglos que, sin participación de las máximas figuras políticas de la ciudad, se han concertado entre Jesús Ortega, Héctor Bautista y René Bejarano, atienden más a arreglos personales o de pequeños grupos de conveniencia que al interés del electorado, por lo que no resultan representativos de ninguna comunidad, y por tanto ponen en riesgo la posibilidad del triunfo amarillo.
La lista real de quienes serán los abanderados del PRD parece diseñada por mercaderes de la política y, aunque no se ha dado a conocer en su totalidad, ya hay nombres que parecen seguros, y que espantan: desde las filas más apegadas al neoliberalismo panista hasta mercachifles de los sótanos del mismo PRD componen esa lista que tal vez, por fortuna, deshagan las autoridades electorales.
Para dar una idea del desatino de esos arreglos, sólo falta darse cuenta de que 30 por ciento de los candidatos propuestos no tienen ningún vínculo con los territorios a los que pretenden representar, pero están ligados a los intereses de los jefes tribales. La respuesta del perredismo militante no se ha hecho esperar y se habla de acciones de rebeldía. En el mejor de los casos se habla de huelga de brazos caídos el día de la elección, y en el peor, de votar por el PRI.
En este momento ya se detectaron fugas importantes hacia el PRI. Virginia Jaramillo luchará por la delegación Cuauhtémoc bajo la bandera del PRI; lo mismo hará Adrián Rubalcaba en Cuajimalpa; Norberto Nazario, en Gustavo A. Madero, y Emilio Serrano en Iztacalco.
Los estragos del bejaranismo desatado que sufrirá la ciudad y sus acuerdos con IDN y Nueva Izquierda se pagarán en las urnas y ahondarán la crisis del PRD que, como ya se ha dicho en este espacio, ha cancelado su futuro. Hasta aquí nomás, dicen sus propios militantes.
Y más: lo que deberá preocupar a Miguel Ángel Mancera es que los jefes tribales, con el poder que hasta ahora se les ha conferido, impedirán al posible nuevo jefe de Gobierno, con chantajes a su estilo, cualquier posibilidad de avance, cuando menos en los primeros tres años de gobierno. La suerte parece echada.
De pasadita
La familia Taibo (Paco Ignacio II, Paloma y Marina) se dará este domingo, en la plaza Hidalgo de Coyoacán, a la muy subversiva tarea de proponer a la gente de aquella delegación, y desde luego a los paseantes, que lean. Pretenden rifar mil libros, de los más importantes autores, a peso el boleto, y cada persona que se atreva a tal cosa puede, incluso, comprar hasta tres boletos, no más.
Y es que eso de la lectura puede convertirse en un virus benigno (si hay de esos) que se trasmita hasta las más importantes autoridades. Por ejemplo, esos mismos taibos van a proponer a Miguel Ángel Mancera que se convierta en un rebelde y se dé a la tarea de editar una nueva colección de libros, cientos, miles, cientos de miles de títulos, que se regalen a la población del Distrito Federal.
Muy pronto el gobierno de Marcelo Ebrard habrá de anunciar que todo el DF, desde Milpa Alta hasta Gustavo A. Madero, tendrá servicio de Internet, y si a eso se suma, o al revés, un proyecto como el que proponen los taibos, esta ciudad seguirá teniendo esperanza.
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