Marco A. Flota / Grillotina
La Maestra está triste. ¿Qué tendrá la Maestra?
Bueno, así lo hubiera escrito Rubén Darío que era poeta. Uno, modesto periodista, tiene que ser más prosaico:
La Maestra está molesta. Por no decir fúrica. Por no decir empcadronada.
Respecto a la segunda parte, esa “¿Qué tendrá la Maestra?” Mejor deberíamos preguntar: “¿Qué no tendrá la Maestra?”
Porque sabemos que no tiene el ISSSTE. Y por eso puede estar hissstérica. Pero todavía tiene la Lotería Nacional y eso es lógico porque al premio mayor también se le llama “El Gordillo”. Tiene su sindicato que- ahora sí empleemos una metáfora- es un dulce. Además tiene su Panal y a la que anda entre la miel algo se le pega.
El caso fue que el fin de la semana pasada convocó a la cúpula... ¿o debemos decir la crápula del SNTE? (Pero definitivamente no mencionaremos la que, dicen, para obtener una plaza es la fórmula más expedita: La cópula. Y no es mala palabra: Expedita es sinónimo de rapidez, de agilidad de trámites, no aludimos a las personas que ya no beben).
La Maestra, decíamos se reunió con los 300 más importantes líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en un resort de Rosarito, Baja California, lujoso, aunque no tanto como el confort que la Maestra tiene en San Diego, también California, pero del otro lado de la frontera.
Ahí, mientras degustaban tacos de langosta- pero con frijoles para demostrar el espíritu democrático del SNTE- la Maestra le informó a los líderes que ellos habían decidido, aunque estaban hasta ese momento, rechazar la Evaluación Universal que la secretaría de Educación pretende hacerles. Y argumentó:
“Los maestros no tienen la mínima información de en qué consiste la evaluación, quién va a evaluar, cómo, de qué manera”.
Y está justificada la inquietud de la Maestra, porque a las mentes malévolas de la Secretaría de Educación se les puede ocurrir evaluar a los profesores con un examen de matemáticas, historia, civismo, biología, en vez de preguntarles sobre temas que sí manejan como estrategia electoral, relleno de urnas, negociaciones bajo el agua.
Aceptarían, quizá, un examen de literatura, porque los maestros aspirantes a diputados o senadores, alguno a gobernador, se están preparando en esos temas para no pasar la pena de otros candidatos, incluso a la Presidencia, cuando les pregunten quién es el autor de cierto libro. O sobre geografía, porque su Jefa, así como ahora en Rosarito, suele citarlos en la Riviera Maya o en Iztapa o en Puerto Vallarta, para su cónclave... digo con clave.
De Geometría, posiblemente, porque los docentes ignoran qué es magnitud, latitud y longitud, pero sí saben quién fue Jonguitud. Y aunque usted lo dude, están enterados- por obligación- de que la superficie de una circunferencia se obtiene multiplicando 3.1416 por radio al cuadrado (Y eso porque una circunferencia es redonda y su lideresa es Gordillo).
Pero si la Maestra se niega a aceptar la evaluación de los devaluados profesores, sí se toma el derecho de evaluar a los candidatos presidenciales.
Así, ha opinado de Josefina Vázquez Mota: “Los hechos están ahí. Ella desde que llegó a la SEP pensó en ser candidata a la presidencia”. De López Obrador: “A veces me lamento de que no me haya conocido más y yo a él”.
A Gabriel Quadri, su candidato del Panal, sólo le hizo un reconocimiento, pero considera a Enrique Peña Nieto “un gran líder y un fenómeno político”. Al menos ya sabemos por quién va a votar la Maestra.
¡Rriinngg!
-Bueno, Secretaría de Educación...
-¿Leyeron las declaraciones la Maestra Gordillo?
-Sí, se recetó al doctor, ¿verdad?
Epigrillo
Coinciden en Monterrey Peña y López Obrador: a uno tratan como rey, al otro cual labrador.
La Maestra está triste. ¿Qué tendrá la Maestra?
Bueno, así lo hubiera escrito Rubén Darío que era poeta. Uno, modesto periodista, tiene que ser más prosaico:
La Maestra está molesta. Por no decir fúrica. Por no decir empcadronada.
Respecto a la segunda parte, esa “¿Qué tendrá la Maestra?” Mejor deberíamos preguntar: “¿Qué no tendrá la Maestra?”
Porque sabemos que no tiene el ISSSTE. Y por eso puede estar hissstérica. Pero todavía tiene la Lotería Nacional y eso es lógico porque al premio mayor también se le llama “El Gordillo”. Tiene su sindicato que- ahora sí empleemos una metáfora- es un dulce. Además tiene su Panal y a la que anda entre la miel algo se le pega.
El caso fue que el fin de la semana pasada convocó a la cúpula... ¿o debemos decir la crápula del SNTE? (Pero definitivamente no mencionaremos la que, dicen, para obtener una plaza es la fórmula más expedita: La cópula. Y no es mala palabra: Expedita es sinónimo de rapidez, de agilidad de trámites, no aludimos a las personas que ya no beben).
La Maestra, decíamos se reunió con los 300 más importantes líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en un resort de Rosarito, Baja California, lujoso, aunque no tanto como el confort que la Maestra tiene en San Diego, también California, pero del otro lado de la frontera.
Ahí, mientras degustaban tacos de langosta- pero con frijoles para demostrar el espíritu democrático del SNTE- la Maestra le informó a los líderes que ellos habían decidido, aunque estaban hasta ese momento, rechazar la Evaluación Universal que la secretaría de Educación pretende hacerles. Y argumentó:
“Los maestros no tienen la mínima información de en qué consiste la evaluación, quién va a evaluar, cómo, de qué manera”.
Y está justificada la inquietud de la Maestra, porque a las mentes malévolas de la Secretaría de Educación se les puede ocurrir evaluar a los profesores con un examen de matemáticas, historia, civismo, biología, en vez de preguntarles sobre temas que sí manejan como estrategia electoral, relleno de urnas, negociaciones bajo el agua.
Aceptarían, quizá, un examen de literatura, porque los maestros aspirantes a diputados o senadores, alguno a gobernador, se están preparando en esos temas para no pasar la pena de otros candidatos, incluso a la Presidencia, cuando les pregunten quién es el autor de cierto libro. O sobre geografía, porque su Jefa, así como ahora en Rosarito, suele citarlos en la Riviera Maya o en Iztapa o en Puerto Vallarta, para su cónclave... digo con clave.
De Geometría, posiblemente, porque los docentes ignoran qué es magnitud, latitud y longitud, pero sí saben quién fue Jonguitud. Y aunque usted lo dude, están enterados- por obligación- de que la superficie de una circunferencia se obtiene multiplicando 3.1416 por radio al cuadrado (Y eso porque una circunferencia es redonda y su lideresa es Gordillo).
Pero si la Maestra se niega a aceptar la evaluación de los devaluados profesores, sí se toma el derecho de evaluar a los candidatos presidenciales.
Así, ha opinado de Josefina Vázquez Mota: “Los hechos están ahí. Ella desde que llegó a la SEP pensó en ser candidata a la presidencia”. De López Obrador: “A veces me lamento de que no me haya conocido más y yo a él”.
A Gabriel Quadri, su candidato del Panal, sólo le hizo un reconocimiento, pero considera a Enrique Peña Nieto “un gran líder y un fenómeno político”. Al menos ya sabemos por quién va a votar la Maestra.
¡Rriinngg!
-Bueno, Secretaría de Educación...
-¿Leyeron las declaraciones la Maestra Gordillo?
-Sí, se recetó al doctor, ¿verdad?
Epigrillo
Coinciden en Monterrey Peña y López Obrador: a uno tratan como rey, al otro cual labrador.
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