Marco A. Flota / Grillotina
Si algo distingue a Andrés Manuel López Obrador es su afán innovador de la política mexicana.
Inventó el síndrome del compló, equivalente al del “sospechosismo” descubierto por Santiago Creel. Cuando todos los políticos se desplazaban en Suburbans él comenzó a transportarse en un destartalado Tsurito. Instauró las conferencias de prensa (des)madrugadoras, sin ofrecer siquiera el aliciente de una pancita para los periodistas que, a las 6 de la mañana, llegaban crudos.
Y en esta campaña del 2006 sorprendió a todo mundo cuando empezó a dar los nombres de quienes integrarán su gabinete a partir del 1 de diciembre, sin considerar que podría afectar moralmente a quienes forman parte del “gabinete legítimo” y no fueron ratificados para el próximo. Sólo que, encarrerado en la repartición, al Peje se le acabaron los puestos.
Así que ha comenzado a designar a los integrantes de los gabinetes de los otros candidatos. Por lo pronto, ya destapó a La Maestra, alias “Elba Esther Gordillo”, para secretaria de Educación Pública de Enrique Peña Nieto.
Y es que, según López Obrador, existe un acuerdo entre la lideresa del Sindigato magisterial y el hombre del copete: Para llegar a Los Pinos lo apoyarán sus huestes a cambio del hueso.
O sea, se repetiría la historia de hace 6 años, cuando la Miss ordenó a los maestros no votar por Roberto Campa Cifrián, sino por Felipe Calderón. Sólo que entonces no exigió doña Elba la titularidad de la SEP, sólo la subsecretaría para su yerno, Fernando González... más el ISSSTE, la Lotería Nacional, más otras posiciones clave. Y la palabra “clave” lleva, en este caso, el significado que usted se está imaginando.
Por cierto, el yernísimo González, quien es candidato del PANAL al Senado, ya declaró que votará para la Presidencia por Peña Nieto, aunque no le cuadre a Quadri, el candidato oficial. Lo cual refuerza la hipótesis del Peje.
¿Pero se imagina usted a la Maistra como secretaria de Educación?
Si le preguntan por el título de un libro del fundador de la SEP, don José Vasconcelos, quizá responda: “El Ulises crio yo”. Si le comentan que en la SEP estuvo, y dos veces, don Jaime Torres Bodet, podría comentar:
-Ahí sigue el bidet, pero no pienso usarlo...
(Respecto a Torres Bodet va la anécdota, presumiblemente falsa:
Era secretario de Educación del presidente López Mateos y en una gira de trabajo éste habría sido afectado por un intenso dolor en salva sea la parte. Y el Jefe del Estado Mayor ordenaría:
-¡Traigan inmediatamente al doctor Torres Bodet, porque al Presidente le duele el testículo izquierdo...!
Pero se disculparía don Jaime:
-Eh... yo soy doctor, pero en Derecho...)
En fin, se ve muy jalado de los cabellos eso de que doña Elba despache en la Secretaría que han ocupado cerebros tan brillantes como, actualmente, el doctor José Ángel Córdoba (claro, si lo comparamos con Manuel Bartlett o Reyes Tamez)
Y ya ni mencionar al maestro Agustín Yáñez, autor de “Ojerosa y pintada”, porque la Maestra podría pensar que es alusión personal.
¡RRIINNGG!
-Bueno, Partido Acción Nacional...
-¿Aceptarán el reto del PRI para participar en la Mesa de la Verdad?
-La verdad... ¿pa’ qué?
EPIGRILLO
Cumplió el Papa 85,
por su salud no se teme:
si llega a 95
¡se viene a la CTM!
Si algo distingue a Andrés Manuel López Obrador es su afán innovador de la política mexicana.
Inventó el síndrome del compló, equivalente al del “sospechosismo” descubierto por Santiago Creel. Cuando todos los políticos se desplazaban en Suburbans él comenzó a transportarse en un destartalado Tsurito. Instauró las conferencias de prensa (des)madrugadoras, sin ofrecer siquiera el aliciente de una pancita para los periodistas que, a las 6 de la mañana, llegaban crudos.
Y en esta campaña del 2006 sorprendió a todo mundo cuando empezó a dar los nombres de quienes integrarán su gabinete a partir del 1 de diciembre, sin considerar que podría afectar moralmente a quienes forman parte del “gabinete legítimo” y no fueron ratificados para el próximo. Sólo que, encarrerado en la repartición, al Peje se le acabaron los puestos.
Así que ha comenzado a designar a los integrantes de los gabinetes de los otros candidatos. Por lo pronto, ya destapó a La Maestra, alias “Elba Esther Gordillo”, para secretaria de Educación Pública de Enrique Peña Nieto.
Y es que, según López Obrador, existe un acuerdo entre la lideresa del Sindigato magisterial y el hombre del copete: Para llegar a Los Pinos lo apoyarán sus huestes a cambio del hueso.
O sea, se repetiría la historia de hace 6 años, cuando la Miss ordenó a los maestros no votar por Roberto Campa Cifrián, sino por Felipe Calderón. Sólo que entonces no exigió doña Elba la titularidad de la SEP, sólo la subsecretaría para su yerno, Fernando González... más el ISSSTE, la Lotería Nacional, más otras posiciones clave. Y la palabra “clave” lleva, en este caso, el significado que usted se está imaginando.
Por cierto, el yernísimo González, quien es candidato del PANAL al Senado, ya declaró que votará para la Presidencia por Peña Nieto, aunque no le cuadre a Quadri, el candidato oficial. Lo cual refuerza la hipótesis del Peje.
¿Pero se imagina usted a la Maistra como secretaria de Educación?
Si le preguntan por el título de un libro del fundador de la SEP, don José Vasconcelos, quizá responda: “El Ulises crio yo”. Si le comentan que en la SEP estuvo, y dos veces, don Jaime Torres Bodet, podría comentar:
-Ahí sigue el bidet, pero no pienso usarlo...
(Respecto a Torres Bodet va la anécdota, presumiblemente falsa:
Era secretario de Educación del presidente López Mateos y en una gira de trabajo éste habría sido afectado por un intenso dolor en salva sea la parte. Y el Jefe del Estado Mayor ordenaría:
-¡Traigan inmediatamente al doctor Torres Bodet, porque al Presidente le duele el testículo izquierdo...!
Pero se disculparía don Jaime:
-Eh... yo soy doctor, pero en Derecho...)
En fin, se ve muy jalado de los cabellos eso de que doña Elba despache en la Secretaría que han ocupado cerebros tan brillantes como, actualmente, el doctor José Ángel Córdoba (claro, si lo comparamos con Manuel Bartlett o Reyes Tamez)
Y ya ni mencionar al maestro Agustín Yáñez, autor de “Ojerosa y pintada”, porque la Maestra podría pensar que es alusión personal.
¡RRIINNGG!
-Bueno, Partido Acción Nacional...
-¿Aceptarán el reto del PRI para participar en la Mesa de la Verdad?
-La verdad... ¿pa’ qué?
EPIGRILLO
Cumplió el Papa 85,
por su salud no se teme:
si llega a 95
¡se viene a la CTM!
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