Comadres en pugna
Jaguar en la mira
Bailar por un sueño (de tv)
Julio Hernández López / Astillero
Enójense las comadres y revísense las cuentas: ojo por ojo, transa por transa. ¡Que pase la desgraciada cuenta pública 2008, con su hija echada a la perdición, la tal Enciclomedia!, ruge la señorita PRILaura, aviesamente complacida de llevar a su escaparate de malformaciones políticas y sociales al desentendido padre Felipe (que no controla el gasto y se quiere pasar de la raya al aprobar una guerra de improperios contra Quique, el galán que no cumple sus compromisos), a la lánguida Josefina (que pretende lucir castidad presupuestal cuando en realidad las cuentas y la pureza operativa nomás no le cuadran), y al distante ranchero enfurruñado, Chente y sus grandes ideas (ideotas) de despilfarro y corrupción mediante el cuento de la educación digital masiva, mal planeada y peor ejecutada.
Espectáculo de lavaderos de elite, con el pueblo y el erario como dañados testigos a distancia del sucio manejo del dinero público para beneficios partidistas, electorales, grupales: el PRI esculca los reportes calderonistas de gasto público en venganza por la exhibición panista de las mentiras peñanietistas. Ninguna de las partes en pugna es movida por ánimos justicieros o cargos de conciencia sino por móviles mafiosos: si un cártel rompe el código del silencio habrá de atenerse a las revanchas ejemplares.
Al fondo, más allá del jaloneo electoral de los socios de antaño, hoy confrontados por el pastel venidero, está el hecho incontestable de la rapiña y el cinismo. El erario mexiquense fue convertido en fuente de enriquecimientos particulares que ahora financian parte de la campaña que podría llevar al poder federal al mismo suministrador generoso de contratos y concesiones, y el presupuesto nacional fue utilizado igualmente para beneficio particular, en este caso desde el analfabetismo político y tecnológico de Chente y su Foxilandia de presunta educación computarizada mediante programas de Microsoft y Encarta que acabaron en pagos exorbitantes, rápido atraso por falta de actualizaciones, abandono y robo de equipo, opacidad administrativa, pillerías legales y pérdida abierta de miles de millones de pesos. Josefina, en el centro, como corresponsable cuando menos por omisión, durante el lapso en que fue secretaria de Educación, por no haber defendido adecuadamente el interés nacional y dejar pasar, mediante el cómodo expediente del pago desventajoso de una liquidación sin memoria ni consecuencias, uno más de los grandes fraudes del foxismo.
Armando Ríos Piter se ha hecho famoso –primero– como buen bailador (en bit.ly/JCNm0 puede verse una demostración de su manera de hacer campaña electoral con un estilo del que proviene su apodo, El Jaguar) y ahora como aspirante a llevarse al baile a su partido, el de la Revolución Democrática, y al Congreso federal en general, en una danza de millones de intereses de las televisoras a las que con marrullerías gatunas ha querido complacer el hasta ahora súbitamente exitoso ahijado político de Marcelo Ebrard.
Resulta que el habilidoso Jaguar de la costa de Guerrero trató de imponer un manual de simplificación administrativa de aplicación única en la Cámara de Diputados, al saltar trámites y darle la vuelta al enfadoso procedimiento de consulta a sus pares, para facilitar por esa vía la aprobación de reformas a la Ley de Radio y Televisión que entre el ramaje de ciertas propuestas de apariencia benéfica (relativas a radios comunitarias e indígenas) llevaban otra trampa: a través de ciertos arreglos a la letra legal, los empresarios de radio y televisión podrían dejar de difundir el número de anuncios electorales a los que ahora están obligados.
El esfuerzo de Ríos Piter fue detenido ayer mismo en San Lázaro y vuelto a insertar en los procedimientos tradicionales: consultar a su propio grupo parlamentario antes de meter una iniciativa al servicio de los poderes electrónicos, someterla al conocimiento y discusión de las comisiones legislativas correspondientes (pues, increíblemente, no se les tomó en cuenta) y no pretender madruguetes como éste que fue tachado de contar con serias deficiencias técnicas, por lo cual vergonzosamente fue rebotado.
Ríos Piter goza de extraordinaria preferencia política de parte de Marcelo Ebrard Casaubon. Además, fue asesor de José Ángel Gurría en la Secretaría de Hacienda, con el PRI gobernante; subsecretario de la Reforma Agraria durante el foxismo, y secretario de Desarrollo Rural con el panista disfrazado de perredista, Zeferino Torreblanca, en Guerrero, donde peleó la candidatura de izquierda con la que finalmente se quedó Ángel Aguirre Rivero. Ebrard le impulsó para suplir a Alejandro Encinas en la coordinación de los diputados federales perredistas y ahora es candidato a senador por el sol azteca aunque, a la luz de las andanzas gatunas del Jaguar guerrerense, hay quienes quieren aplicarle el Principio de Peter y, apretándole un poco las tuercas al desbordado Ebrard, retirarle esa postulación.
Astillas
Diego E. Osorno, Emiliano Altuna y Carlos F. Rossini han realizado un documental sobre política, riqueza y narcotráfico en el norte del país: El alcalde, con Mauricio Fernández Garza, el multimillonario y polémico presidente municipal de San Pedro Garza García, Nuevo León, el sitio que supuestamente concentra más personas acaudaladas en Latinoamérica. Fernández Garza (el tráiler en bit.ly/JatFi6 puede ser visto) retoma lo que le han dicho otros alcaldes y otras gentes respecto a asesinatos masivos de presuntos delincuentes de los que luego no queda huella alguna (ni cadáveres, ni casquillos, tampoco mención alguna en los medios), del uso de bulldózer en algún caso de asesinados por el gobierno federal, de irrupciones en helicópteros a lugares donde matan a todos, y de la estimación de que el número de los caídos en la guerra contra el narco ronda el cuarto de millón...
¡Feliz fin de semana, y no dejen de ver la gran película Días de gracia, con Tenoch Huerta y Dolores Heredia (en bit.ly/waEQZ2 está el adelanto).
Jaguar en la mira
Bailar por un sueño (de tv)
Julio Hernández López / Astillero
Enójense las comadres y revísense las cuentas: ojo por ojo, transa por transa. ¡Que pase la desgraciada cuenta pública 2008, con su hija echada a la perdición, la tal Enciclomedia!, ruge la señorita PRILaura, aviesamente complacida de llevar a su escaparate de malformaciones políticas y sociales al desentendido padre Felipe (que no controla el gasto y se quiere pasar de la raya al aprobar una guerra de improperios contra Quique, el galán que no cumple sus compromisos), a la lánguida Josefina (que pretende lucir castidad presupuestal cuando en realidad las cuentas y la pureza operativa nomás no le cuadran), y al distante ranchero enfurruñado, Chente y sus grandes ideas (ideotas) de despilfarro y corrupción mediante el cuento de la educación digital masiva, mal planeada y peor ejecutada.
Espectáculo de lavaderos de elite, con el pueblo y el erario como dañados testigos a distancia del sucio manejo del dinero público para beneficios partidistas, electorales, grupales: el PRI esculca los reportes calderonistas de gasto público en venganza por la exhibición panista de las mentiras peñanietistas. Ninguna de las partes en pugna es movida por ánimos justicieros o cargos de conciencia sino por móviles mafiosos: si un cártel rompe el código del silencio habrá de atenerse a las revanchas ejemplares.
Al fondo, más allá del jaloneo electoral de los socios de antaño, hoy confrontados por el pastel venidero, está el hecho incontestable de la rapiña y el cinismo. El erario mexiquense fue convertido en fuente de enriquecimientos particulares que ahora financian parte de la campaña que podría llevar al poder federal al mismo suministrador generoso de contratos y concesiones, y el presupuesto nacional fue utilizado igualmente para beneficio particular, en este caso desde el analfabetismo político y tecnológico de Chente y su Foxilandia de presunta educación computarizada mediante programas de Microsoft y Encarta que acabaron en pagos exorbitantes, rápido atraso por falta de actualizaciones, abandono y robo de equipo, opacidad administrativa, pillerías legales y pérdida abierta de miles de millones de pesos. Josefina, en el centro, como corresponsable cuando menos por omisión, durante el lapso en que fue secretaria de Educación, por no haber defendido adecuadamente el interés nacional y dejar pasar, mediante el cómodo expediente del pago desventajoso de una liquidación sin memoria ni consecuencias, uno más de los grandes fraudes del foxismo.
Armando Ríos Piter se ha hecho famoso –primero– como buen bailador (en bit.ly/JCNm0 puede verse una demostración de su manera de hacer campaña electoral con un estilo del que proviene su apodo, El Jaguar) y ahora como aspirante a llevarse al baile a su partido, el de la Revolución Democrática, y al Congreso federal en general, en una danza de millones de intereses de las televisoras a las que con marrullerías gatunas ha querido complacer el hasta ahora súbitamente exitoso ahijado político de Marcelo Ebrard.
Resulta que el habilidoso Jaguar de la costa de Guerrero trató de imponer un manual de simplificación administrativa de aplicación única en la Cámara de Diputados, al saltar trámites y darle la vuelta al enfadoso procedimiento de consulta a sus pares, para facilitar por esa vía la aprobación de reformas a la Ley de Radio y Televisión que entre el ramaje de ciertas propuestas de apariencia benéfica (relativas a radios comunitarias e indígenas) llevaban otra trampa: a través de ciertos arreglos a la letra legal, los empresarios de radio y televisión podrían dejar de difundir el número de anuncios electorales a los que ahora están obligados.
El esfuerzo de Ríos Piter fue detenido ayer mismo en San Lázaro y vuelto a insertar en los procedimientos tradicionales: consultar a su propio grupo parlamentario antes de meter una iniciativa al servicio de los poderes electrónicos, someterla al conocimiento y discusión de las comisiones legislativas correspondientes (pues, increíblemente, no se les tomó en cuenta) y no pretender madruguetes como éste que fue tachado de contar con serias deficiencias técnicas, por lo cual vergonzosamente fue rebotado.
Ríos Piter goza de extraordinaria preferencia política de parte de Marcelo Ebrard Casaubon. Además, fue asesor de José Ángel Gurría en la Secretaría de Hacienda, con el PRI gobernante; subsecretario de la Reforma Agraria durante el foxismo, y secretario de Desarrollo Rural con el panista disfrazado de perredista, Zeferino Torreblanca, en Guerrero, donde peleó la candidatura de izquierda con la que finalmente se quedó Ángel Aguirre Rivero. Ebrard le impulsó para suplir a Alejandro Encinas en la coordinación de los diputados federales perredistas y ahora es candidato a senador por el sol azteca aunque, a la luz de las andanzas gatunas del Jaguar guerrerense, hay quienes quieren aplicarle el Principio de Peter y, apretándole un poco las tuercas al desbordado Ebrard, retirarle esa postulación.
Astillas
Diego E. Osorno, Emiliano Altuna y Carlos F. Rossini han realizado un documental sobre política, riqueza y narcotráfico en el norte del país: El alcalde, con Mauricio Fernández Garza, el multimillonario y polémico presidente municipal de San Pedro Garza García, Nuevo León, el sitio que supuestamente concentra más personas acaudaladas en Latinoamérica. Fernández Garza (el tráiler en bit.ly/JatFi6 puede ser visto) retoma lo que le han dicho otros alcaldes y otras gentes respecto a asesinatos masivos de presuntos delincuentes de los que luego no queda huella alguna (ni cadáveres, ni casquillos, tampoco mención alguna en los medios), del uso de bulldózer en algún caso de asesinados por el gobierno federal, de irrupciones en helicópteros a lugares donde matan a todos, y de la estimación de que el número de los caídos en la guerra contra el narco ronda el cuarto de millón...
¡Feliz fin de semana, y no dejen de ver la gran película Días de gracia, con Tenoch Huerta y Dolores Heredia (en bit.ly/waEQZ2 está el adelanto).
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