José Cárdenas
¿Porque tiene miedo… y es una persona incapaz… que no puede sin el teleprompter, como alegan sus adversarios y detractores?
Los asesores de Peña Nieto son más pragmáticos. Prefieren pagar el costo de tales críticas que arriesgar al candidato puntero en las encuestas.
Juan Gabriel lo dijo cantando, de mejor manera: “Pero qué necesidad… para qué tanto problema… no hay como la libertad de ser, de estar, de ir, de amar, de hacer, de hablar, de andar así sin penas”.
Peña Nieto no va al debate convocado con la periodista Carmen Aristegui, como tampoco responderá a una decena de invitaciones de otros medios de comunicación. Ya lo verá.
Y no lo hará por tres razones.
Primero, porque la ley sólo obliga a asistir a dos debates… segundo, porque no le conviene… y tercero, porque no se le hinchan los hue… sos.
Peña Nieto es el que tiene menos que ganar… y más que perder.
–¿Se acuerda usted cuando hace seis años Andrés Manuel iba arriba y no fue al primer debate con Calderón, Patricia Mercado y los Robertos, Campa y Madrazo? Pues ahora ocurre algo parecido con Peña Nieto.
Los medios de comunicación estamos en nuestro legítimo derecho de convocar a los candidatos presidenciales. Y ellos, Peña Nieto incluido, en su legítimo derecho de negarse.
En el caso de Carmen Aristegui las razones son obvias. Mi colega ha manifestado públicamente su animadversión hacia el candidato del PRI —a quien siempre ha señalado como el candidato de Televisa—. Tampoco es posible ocultar las simpatías de la informadora por Andrés Manuel López Obrador.
– ¿Si usted fuera Enrique Peña Nieto aceptaría la invitación, a sabiendas de que no tendría posibilidad alguna de salir bien librado?
Para calmar los ataques, su cuarto de guerra le organiza una entrevista con un medio extranjero, Univisión, y ahí declara: “Soy el más interesado en contrastar las ideas y propuestas políticas en los debates presidenciales”. Obvio, se refiere a los debates a que obliga el IFE. –¿O qué, hay de otros?
Lo que no dice es que no irá a ningún escenario donde lo saquen de su zona de confort… donde tenga que arriesgar de más... donde no haya las condiciones mínimas para poder nadar de muertito... para ir pateando el bote.
– ¿A Peña Nieto ya se le subió el agua al tinaco y está como Carlos Salinas con sus adversarios… que ni los ve ni los oye?
MONJE LOCO: Pocos han caído en la cuenta de que los dos candidatos a diputados federales representantes de las Fuerzas Armadas son postulados por el PRI. El almirante Raúl Galván Villanueva, subsecretario de la Armada a principios del sexenio, irá por la primera circunscripción plurinominal, y el general de brigada ingeniero industrial Raúl Macías Sandoval llegará a San Lázaro por la quinta. Sí… y a ambos los propusieron directamente los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina Armada. –¿Será una velada protesta de los altos mandos militares contra el gobierno calderonista, que los ata y no los desata… y por eso montan a sus próximos representantes a lomos del PRI y no del PAN? Nadie sabe, nadie supo…
¿Porque tiene miedo… y es una persona incapaz… que no puede sin el teleprompter, como alegan sus adversarios y detractores?
Los asesores de Peña Nieto son más pragmáticos. Prefieren pagar el costo de tales críticas que arriesgar al candidato puntero en las encuestas.
Juan Gabriel lo dijo cantando, de mejor manera: “Pero qué necesidad… para qué tanto problema… no hay como la libertad de ser, de estar, de ir, de amar, de hacer, de hablar, de andar así sin penas”.
Peña Nieto no va al debate convocado con la periodista Carmen Aristegui, como tampoco responderá a una decena de invitaciones de otros medios de comunicación. Ya lo verá.
Y no lo hará por tres razones.
Primero, porque la ley sólo obliga a asistir a dos debates… segundo, porque no le conviene… y tercero, porque no se le hinchan los hue… sos.
Peña Nieto es el que tiene menos que ganar… y más que perder.
–¿Se acuerda usted cuando hace seis años Andrés Manuel iba arriba y no fue al primer debate con Calderón, Patricia Mercado y los Robertos, Campa y Madrazo? Pues ahora ocurre algo parecido con Peña Nieto.
Los medios de comunicación estamos en nuestro legítimo derecho de convocar a los candidatos presidenciales. Y ellos, Peña Nieto incluido, en su legítimo derecho de negarse.
En el caso de Carmen Aristegui las razones son obvias. Mi colega ha manifestado públicamente su animadversión hacia el candidato del PRI —a quien siempre ha señalado como el candidato de Televisa—. Tampoco es posible ocultar las simpatías de la informadora por Andrés Manuel López Obrador.
– ¿Si usted fuera Enrique Peña Nieto aceptaría la invitación, a sabiendas de que no tendría posibilidad alguna de salir bien librado?
Para calmar los ataques, su cuarto de guerra le organiza una entrevista con un medio extranjero, Univisión, y ahí declara: “Soy el más interesado en contrastar las ideas y propuestas políticas en los debates presidenciales”. Obvio, se refiere a los debates a que obliga el IFE. –¿O qué, hay de otros?
Lo que no dice es que no irá a ningún escenario donde lo saquen de su zona de confort… donde tenga que arriesgar de más... donde no haya las condiciones mínimas para poder nadar de muertito... para ir pateando el bote.
– ¿A Peña Nieto ya se le subió el agua al tinaco y está como Carlos Salinas con sus adversarios… que ni los ve ni los oye?
MONJE LOCO: Pocos han caído en la cuenta de que los dos candidatos a diputados federales representantes de las Fuerzas Armadas son postulados por el PRI. El almirante Raúl Galván Villanueva, subsecretario de la Armada a principios del sexenio, irá por la primera circunscripción plurinominal, y el general de brigada ingeniero industrial Raúl Macías Sandoval llegará a San Lázaro por la quinta. Sí… y a ambos los propusieron directamente los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina Armada. –¿Será una velada protesta de los altos mandos militares contra el gobierno calderonista, que los ata y no los desata… y por eso montan a sus próximos representantes a lomos del PRI y no del PAN? Nadie sabe, nadie supo…
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