Manuel Lombera / Excélsior
Importadores mexicanos son responsables por prácticas de comercio desleal para introducir productos chinos al mercado nacional a un precio inferior al original (práctica conocida como dumping y rechazada en todo el mundo), señalaron especialistas.
Entre las prácticas comerciales irregulares que involucran a los productos del gigante asiático destacan la triangulación comercial, la subvaluación de precios y la piratería.
A pesar de las constantes quejas de los productores nacionales, con el objetivo de pagar menos aranceles en las aduanas, en la mayoría de los casos son los propios importadores mexicanos los que realizan estas prácticas ilegales, indicó Enrique Dussel, coordinador de Centro de Estudios China-México de la UNAM.
“Hablamos de importaciones que entran temporalmente a Estados Unidos y hay empresas que se dedican a la reetiquetación (de la mercancía) y le ponen made in USA y le quitan made in China”, explicó Dussel al referirse a la triangulación comercial.
El académico informó que el Centro de Estudios China-México promueve un proyecto con organismos empresariales para identificar, en lugares como Long Beach, California, cómo se realizan estas actividades y cuáles son las implicaciones económicas de estas prácticas en el mercado mexicano.
Con el enemigo en casa
En el rubro de piratería, es decir, el robo de propiedad intelectual, la operación es similar a cómo funciona la estructura de comercialización legal, precisó Fabián González, director general en México de la firma de derechos de propiedad intelectual Clarke, Modet & Co.
El propósito de esta actividad, dijo el especialista, es que los productores y comercializadores esquiven el pago de regalías o derechos de propiedad ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) “con el objetivo de ganar dinero fácil y barato”.
“Quienes operan la parte de piratería son toda una red, desde los fabricantes hasta los receptores de mercancía”, por lo que sí participan importadores mexicanos, reiteró el directivo de Clarke, Modet & Co.
Así, la percepción generalizada en contra de los comerciantes chinos como competidores desleales en ciertos sectores empresariales de México es “equivocada”, sostuvo el coordinador de Centro de Estudios China-México.
Política comercial asertiva
Hasta finales del año pasado, México cobraba aranceles a la importación para 204 fracciones chinas, a tasas superiores a 300 por ciento.
Sin embargo, fueron eliminadas desde el 11 de diciembre, de conformidad con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Actualmente, los importadores pagan un impuesto máximo de 35 por ciento por la adquisición de productos chinos en el marco del trato de Nación más Favorecida, es decir, pagan los mismos aranceles que cualquier producto proveniente de un país con el que no se tiene firmado un tratado de libre comercio.
Con estas medidas se reducen los incentivos para la entrada ilegal de mercancías originarias de China, subrayó Dussel.
Sin embargo, “lo ideal es que la piratería que viene del exterior sea detenida en las aduanas”, subrayó González.
Importadores mexicanos son responsables por prácticas de comercio desleal para introducir productos chinos al mercado nacional a un precio inferior al original (práctica conocida como dumping y rechazada en todo el mundo), señalaron especialistas.
Entre las prácticas comerciales irregulares que involucran a los productos del gigante asiático destacan la triangulación comercial, la subvaluación de precios y la piratería.
A pesar de las constantes quejas de los productores nacionales, con el objetivo de pagar menos aranceles en las aduanas, en la mayoría de los casos son los propios importadores mexicanos los que realizan estas prácticas ilegales, indicó Enrique Dussel, coordinador de Centro de Estudios China-México de la UNAM.
“Hablamos de importaciones que entran temporalmente a Estados Unidos y hay empresas que se dedican a la reetiquetación (de la mercancía) y le ponen made in USA y le quitan made in China”, explicó Dussel al referirse a la triangulación comercial.
El académico informó que el Centro de Estudios China-México promueve un proyecto con organismos empresariales para identificar, en lugares como Long Beach, California, cómo se realizan estas actividades y cuáles son las implicaciones económicas de estas prácticas en el mercado mexicano.
Con el enemigo en casa
En el rubro de piratería, es decir, el robo de propiedad intelectual, la operación es similar a cómo funciona la estructura de comercialización legal, precisó Fabián González, director general en México de la firma de derechos de propiedad intelectual Clarke, Modet & Co.
El propósito de esta actividad, dijo el especialista, es que los productores y comercializadores esquiven el pago de regalías o derechos de propiedad ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) “con el objetivo de ganar dinero fácil y barato”.
“Quienes operan la parte de piratería son toda una red, desde los fabricantes hasta los receptores de mercancía”, por lo que sí participan importadores mexicanos, reiteró el directivo de Clarke, Modet & Co.
Así, la percepción generalizada en contra de los comerciantes chinos como competidores desleales en ciertos sectores empresariales de México es “equivocada”, sostuvo el coordinador de Centro de Estudios China-México.
Política comercial asertiva
Hasta finales del año pasado, México cobraba aranceles a la importación para 204 fracciones chinas, a tasas superiores a 300 por ciento.
Sin embargo, fueron eliminadas desde el 11 de diciembre, de conformidad con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Actualmente, los importadores pagan un impuesto máximo de 35 por ciento por la adquisición de productos chinos en el marco del trato de Nación más Favorecida, es decir, pagan los mismos aranceles que cualquier producto proveniente de un país con el que no se tiene firmado un tratado de libre comercio.
Con estas medidas se reducen los incentivos para la entrada ilegal de mercancías originarias de China, subrayó Dussel.
Sin embargo, “lo ideal es que la piratería que viene del exterior sea detenida en las aduanas”, subrayó González.
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