Francisco Garfias
Vicente Fox regresó al redil. Viajó ayer a la ciudad de Monterrey exclusivamente para reunirse con Josefina Vázquez Mota. Estaba en deuda con la candidata presidencial del PAN y quiso saldarla. Va a hacer campaña por su ex colaboradora. Por lo menos eso fue lo que prometió, al término del sorpresivo encuentro en el hotel Presidente Intercontinental de la capital de Nuevo León.
Hace apenas dos semanas, el hombre de las botas había pronosticado el triunfo del priista Enrique Peña Nieto en la elección presidencial. Sólo un “milagrito” haría ganar a la abanderada del PAN, dijo entonces el controvertido ex mandatario.
La declaración sacudió al panismo. De judas no bajaban al ex presidente. Josefina fue su leal colaboradora más de un lustro. Sirvió en el gabinete de Fox como secretaria de Desarrollo Social. Acción Nacional llevó al poder al guanajuatense. El rechazo de los azules fue total. “Es un traidor. No tiene madre”, sintetizó uno de los integrantes del CEN del PAN.
Y es que esa vez Chente no tuvo a su vocero, Rubén Aguilar, para aclarar “lo que quiso decir”.
Las especulaciones al interior del azul se multiplicaron: “Se acomoda para el próximo sexenio”, “necesita recursos para el Centro Fox”, “va por sus 30 monedas”. “Ya perdió la brújula”, decían, irritados. En el PRI, obvio, se congratularon. Peña Nieto le agradeció públicamente sus dosis de simpatía. “Él sí sabe”, dijo el mexiquense.
No hubo modo de que nos dijeran quién de los dos tomó la iniciativa de reunirse en la capital de Nuevo León. “Han estado en contacto permanente”, aseguraron en el equipo de campaña de la candidata. ¿Pero quién le llamó a quien?, insistimos. “No sabemos. Se hablaron y acordaron verse”, evadieron.
¿Y por qué en Monterrey? “Ambos revisaron sus agendas y coincidieron en que allí podrían verse”.
Josefina y Vicente quisieron mandar un mensaje que va más allá de la reconciliación.
El ex presidente, dicen algunos, representa votos, es un activo, aunque incomode. Otros van más lejos, dicen que Josefina quiere demostrar que se maneja en forma independiente. En la “Casa Grande”, subrayan, Fox no es bien visto.
Carlos Alberto Pérez Cuevas, coordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, fue de los que celebró el encuentro. “Hay que tratar de construir con todos. Fox es un activo importante. Sabemos que es muy echado pa’delante. Es su estilo. Pica y mete las espuelas para empujar a la candidata”.
Emilio Álvarez Icaza tenía sobrados motivos para sentirse contento. El vocero del Movimiento por una Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, acababa de arrancar a Francisco Rojas, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, el compromiso de ratificar, en los términos aprobados por el Senado, la famosa ley de víctimas.
Rojas dijo públicamente que su bancada hará todo lo posible por aprobarla antes de que culmine el periodo ordinario de sesiones, el próximo lunes. Si no alcanza para ajustar consensos, se convocaría a un extraordinario en la primera o segunda semana de mayo, puntualizó.
“El PRI tiene un peso específico en la Cámara de Diputados. Es una excelente señal. Si nos hubiesen cerrado la puerta habría cundido el desánimo, el desorden”, advirtió el vocero del mencionado Movimiento que estuvo a punto de ser secuestrado por los más radicales. Afortunadamente prevaleció la sensatez y el camino del diálogo. Allí están los resultados.
La ley, aprobada ayer por el Senado, otorga instrumentos a las distintas comisiones de Derechos Humanos para convertirse en factor de apoyo; reglamenta el acceso pleno de las víctimas a la asistencia médica, jurídica, sicológica, sociológica; crea un fondo de atención a las víctimas y un sistema de información para desaparecidos y desplazados, entre otras cosas.
Hoy conoceremos el nombre del próximo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Se perfila como favorito Óscar Arce. Es gente de Francisco Ramírez Acuña. Otro que la busca es Francisco Javier Salazar, secretario del Trabajo en épocas de Fox.
Supimos también que el chepinista Carlos Alberto Pérez Cuevas no fue el único que buscó la coordinación de la bancada del PAN en San Lázaro. Felipe de Jesús Cantú, ex alcalde de Monterrey, se postuló también. Le fue mal. Sólo obtuvo un voto.
Vicente Fox regresó al redil. Viajó ayer a la ciudad de Monterrey exclusivamente para reunirse con Josefina Vázquez Mota. Estaba en deuda con la candidata presidencial del PAN y quiso saldarla. Va a hacer campaña por su ex colaboradora. Por lo menos eso fue lo que prometió, al término del sorpresivo encuentro en el hotel Presidente Intercontinental de la capital de Nuevo León.
Hace apenas dos semanas, el hombre de las botas había pronosticado el triunfo del priista Enrique Peña Nieto en la elección presidencial. Sólo un “milagrito” haría ganar a la abanderada del PAN, dijo entonces el controvertido ex mandatario.
La declaración sacudió al panismo. De judas no bajaban al ex presidente. Josefina fue su leal colaboradora más de un lustro. Sirvió en el gabinete de Fox como secretaria de Desarrollo Social. Acción Nacional llevó al poder al guanajuatense. El rechazo de los azules fue total. “Es un traidor. No tiene madre”, sintetizó uno de los integrantes del CEN del PAN.
Y es que esa vez Chente no tuvo a su vocero, Rubén Aguilar, para aclarar “lo que quiso decir”.
Las especulaciones al interior del azul se multiplicaron: “Se acomoda para el próximo sexenio”, “necesita recursos para el Centro Fox”, “va por sus 30 monedas”. “Ya perdió la brújula”, decían, irritados. En el PRI, obvio, se congratularon. Peña Nieto le agradeció públicamente sus dosis de simpatía. “Él sí sabe”, dijo el mexiquense.
No hubo modo de que nos dijeran quién de los dos tomó la iniciativa de reunirse en la capital de Nuevo León. “Han estado en contacto permanente”, aseguraron en el equipo de campaña de la candidata. ¿Pero quién le llamó a quien?, insistimos. “No sabemos. Se hablaron y acordaron verse”, evadieron.
¿Y por qué en Monterrey? “Ambos revisaron sus agendas y coincidieron en que allí podrían verse”.
Josefina y Vicente quisieron mandar un mensaje que va más allá de la reconciliación.
El ex presidente, dicen algunos, representa votos, es un activo, aunque incomode. Otros van más lejos, dicen que Josefina quiere demostrar que se maneja en forma independiente. En la “Casa Grande”, subrayan, Fox no es bien visto.
Carlos Alberto Pérez Cuevas, coordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, fue de los que celebró el encuentro. “Hay que tratar de construir con todos. Fox es un activo importante. Sabemos que es muy echado pa’delante. Es su estilo. Pica y mete las espuelas para empujar a la candidata”.
Emilio Álvarez Icaza tenía sobrados motivos para sentirse contento. El vocero del Movimiento por una Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, acababa de arrancar a Francisco Rojas, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, el compromiso de ratificar, en los términos aprobados por el Senado, la famosa ley de víctimas.
Rojas dijo públicamente que su bancada hará todo lo posible por aprobarla antes de que culmine el periodo ordinario de sesiones, el próximo lunes. Si no alcanza para ajustar consensos, se convocaría a un extraordinario en la primera o segunda semana de mayo, puntualizó.
“El PRI tiene un peso específico en la Cámara de Diputados. Es una excelente señal. Si nos hubiesen cerrado la puerta habría cundido el desánimo, el desorden”, advirtió el vocero del mencionado Movimiento que estuvo a punto de ser secuestrado por los más radicales. Afortunadamente prevaleció la sensatez y el camino del diálogo. Allí están los resultados.
La ley, aprobada ayer por el Senado, otorga instrumentos a las distintas comisiones de Derechos Humanos para convertirse en factor de apoyo; reglamenta el acceso pleno de las víctimas a la asistencia médica, jurídica, sicológica, sociológica; crea un fondo de atención a las víctimas y un sistema de información para desaparecidos y desplazados, entre otras cosas.
Hoy conoceremos el nombre del próximo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Se perfila como favorito Óscar Arce. Es gente de Francisco Ramírez Acuña. Otro que la busca es Francisco Javier Salazar, secretario del Trabajo en épocas de Fox.
Supimos también que el chepinista Carlos Alberto Pérez Cuevas no fue el único que buscó la coordinación de la bancada del PAN en San Lázaro. Felipe de Jesús Cantú, ex alcalde de Monterrey, se postuló también. Le fue mal. Sólo obtuvo un voto.
Comentarios