Apro
De enero a la fecha, se han registrado en esta entidad 56 incendios que han arrasado con poco más de 20 mil hectáreas, según datos proporcionados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
De todos ellos, los más graves se han producido en las últimas semanas, particularmente el del municipio de Canatlán, que a la fecha sigue activo, porque ha afectado ya casi 10 mil hectáreas.
Según el corte más reciente de la Conafor, el número de hectáreas afectadas en Durango asciende a 10 mil 780; sin embargo, en esa cifra no se considera el del predio Potrerillos, ubicado en el municipio de Canatlán. En ese lugar, según cálculos de la propia dependencia, se han perdido más de 10 mil hectáreas, con lo que se duplicaría el último registro oficial.
El reporte de dicha deflagración se realizó el pasado martes 10; un día después, brigadistas lo declararon controlado y se dejó, para su sofocación completa, en manos de los propietarios del predio, como marca la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Sin embargo, el miércoles 18 se reportó que el fuego de nuevo había salido de control, por lo que fue necesario –de nuevo- el apoyo del organismo federal. A la fecha, las autoridades tienen bajo control el 65% de la superficie, pero el grado de complejidad para combatir el fuego en el resto del predio e se ha incrementado.
“El área afectada es una zona de bosque de pino-encino con manchones densos de manzanilla y altos pastizales. Además, la topografía accidentada, compuesta de mesas y cañones, unido a bajas presiones locales que generan fuertes rachas de viento”, dice el comunicado emitido por la Conafor.
Además, informó que hay un incendio activo más en el municipio de Santiago Papasquiaro, cerca de la comunidad de Vascogil; dos más están ya controlados en los municipios de Guanaceví y Tepehuantes. Al estimado de afectación global, falta agregar la superficie incendiada en estos tres siniestros, cuya estimación no ha sido completada.
En el último reporte, se precisó que tan solo el 1% de la superficie afectada corresponde a zona arbórea; el 9% se trata de zona de renuevo; el resto se reparte de forma casi equitativa entre arbustos, hierba y hojarasca.
Sin embargo, la afectación en árboles crecerá una vez que se tenga el reporte final de los incendios activos.
De enero a la fecha, se han registrado en esta entidad 56 incendios que han arrasado con poco más de 20 mil hectáreas, según datos proporcionados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
De todos ellos, los más graves se han producido en las últimas semanas, particularmente el del municipio de Canatlán, que a la fecha sigue activo, porque ha afectado ya casi 10 mil hectáreas.
Según el corte más reciente de la Conafor, el número de hectáreas afectadas en Durango asciende a 10 mil 780; sin embargo, en esa cifra no se considera el del predio Potrerillos, ubicado en el municipio de Canatlán. En ese lugar, según cálculos de la propia dependencia, se han perdido más de 10 mil hectáreas, con lo que se duplicaría el último registro oficial.
El reporte de dicha deflagración se realizó el pasado martes 10; un día después, brigadistas lo declararon controlado y se dejó, para su sofocación completa, en manos de los propietarios del predio, como marca la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
Sin embargo, el miércoles 18 se reportó que el fuego de nuevo había salido de control, por lo que fue necesario –de nuevo- el apoyo del organismo federal. A la fecha, las autoridades tienen bajo control el 65% de la superficie, pero el grado de complejidad para combatir el fuego en el resto del predio e se ha incrementado.
“El área afectada es una zona de bosque de pino-encino con manchones densos de manzanilla y altos pastizales. Además, la topografía accidentada, compuesta de mesas y cañones, unido a bajas presiones locales que generan fuertes rachas de viento”, dice el comunicado emitido por la Conafor.
Además, informó que hay un incendio activo más en el municipio de Santiago Papasquiaro, cerca de la comunidad de Vascogil; dos más están ya controlados en los municipios de Guanaceví y Tepehuantes. Al estimado de afectación global, falta agregar la superficie incendiada en estos tres siniestros, cuya estimación no ha sido completada.
En el último reporte, se precisó que tan solo el 1% de la superficie afectada corresponde a zona arbórea; el 9% se trata de zona de renuevo; el resto se reparte de forma casi equitativa entre arbustos, hierba y hojarasca.
Sin embargo, la afectación en árboles crecerá una vez que se tenga el reporte final de los incendios activos.
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