José Cárdenas
Decía Otto von Bismarck, fundador del Estado alemán moderno, que “nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra… y después de la cacería”.
La frase tiene más de 150 años… y no ha caducado.
Ese terrible mal aqueja a los candidatos presidenciales porque están pensando en las próximas elecciones… y no en las próximas generaciones.
Por ejemplo, Josefina Vázquez Mota clama: “Traigo faldas, pero los pantalones bien puestos”.
La frase es desafortunada porque la candidata panista acepta que la idea del poder es masculina… que para mandar hay que vestir pantalones… que no basta con traer faldas, es decir, que no basta con ser mujer…
Contradice su lema de campaña. Renuncia a ser diferente… a cambiar el orden patriarcal que durante siglos ha estereotipado a las mujeres…
Su planteamiento traiciona la batalla que han dado las mujeres para abrir los espacios del poder… para demostrarle a la sociedad que pueden gobernar, tomar decisiones, ser eficaces, tener mano firme sin renunciar a su condición de género… sin tener que disfrazarse de hombre…
Josefina se entrampa sola… la cazan como paloma… por querer ser gavilán.
Mientras, Enrique Peña Nieto recibe el bastón de mando y se carga de energía con “el ritual de la piedra”. —“Que la fuerza te acompañe”, habrá dicho el tonacapan Juan Cimbrón Méndez, igual que el Jedi Obi-Wan Kenobi bendijo a Luke Skywalker en Star Wars. El máximo líder indígena de México le otorgó a Peña Nieto el empoderamiento reservado sólo a los altos mandos de las etnias jarochas. Al lado del bendito tricolor estaban el gobernador Javier Duarte y el líder petrolero Carlos Romero Deschamps… por aquello de que todo lo que escurre es miel.
Mucho show… siempre en domingo.
Otro ejemplo. Andrés Manuel López Obrador, al fin viejo lobo de mar, saca el colmillo y tira el anzuelo. Paciente espera, un día sí y otro también, que “El Coqueto” pique. El tabasqueño anda diciendo que Peña Nieto va a nombrar a La Maestra Elba Esther secretaria de Educación Pública. Y de paso, El Amoroso se queja… no está conforme con el formato de los debates programados por el IFE. Dice que las reglas sólo dejarán brillar al candidato del PRI.
–¿Contra las balas, abrazos, y contra los rivales, fuego?
–¿Y Gabriel Quadri? – Ese… descansa jugando bádminton.
Esta semana los cuatro irán al confesionario. Se reunirán con la jerarquía católica en la plenaria de la Conferencia del Episcopado. Deberán opinar sobre temas espinosos, como la libertad de culto, el aborto, la píldora del día siguiente… y los matrimonios entre homosexuales. Y vamos a ver qué gestos hacen… los gavilanes y la paloma.
MONJE LOCO: El Partido Verde se muerde… la cola. Es de pena ajena la ventaneada que le dieron a Mauricio Trejo Pureco, el candidato depredador de la vida salvaje. El cazador cazado quiere (o quería) ser alcalde de San Miguel Allende. Pureco se pone verde… pero de rabia. Se le cayó el teatrito. Quedó exhibido como un delincuente calumniador y falsificador de firmas… además de ser un peligro para los animales. Verde que te quiero verde… diría Federico García Lorca.
Decía Otto von Bismarck, fundador del Estado alemán moderno, que “nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra… y después de la cacería”.
La frase tiene más de 150 años… y no ha caducado.
Ese terrible mal aqueja a los candidatos presidenciales porque están pensando en las próximas elecciones… y no en las próximas generaciones.
Por ejemplo, Josefina Vázquez Mota clama: “Traigo faldas, pero los pantalones bien puestos”.
La frase es desafortunada porque la candidata panista acepta que la idea del poder es masculina… que para mandar hay que vestir pantalones… que no basta con traer faldas, es decir, que no basta con ser mujer…
Contradice su lema de campaña. Renuncia a ser diferente… a cambiar el orden patriarcal que durante siglos ha estereotipado a las mujeres…
Su planteamiento traiciona la batalla que han dado las mujeres para abrir los espacios del poder… para demostrarle a la sociedad que pueden gobernar, tomar decisiones, ser eficaces, tener mano firme sin renunciar a su condición de género… sin tener que disfrazarse de hombre…
Josefina se entrampa sola… la cazan como paloma… por querer ser gavilán.
Mientras, Enrique Peña Nieto recibe el bastón de mando y se carga de energía con “el ritual de la piedra”. —“Que la fuerza te acompañe”, habrá dicho el tonacapan Juan Cimbrón Méndez, igual que el Jedi Obi-Wan Kenobi bendijo a Luke Skywalker en Star Wars. El máximo líder indígena de México le otorgó a Peña Nieto el empoderamiento reservado sólo a los altos mandos de las etnias jarochas. Al lado del bendito tricolor estaban el gobernador Javier Duarte y el líder petrolero Carlos Romero Deschamps… por aquello de que todo lo que escurre es miel.
Mucho show… siempre en domingo.
Otro ejemplo. Andrés Manuel López Obrador, al fin viejo lobo de mar, saca el colmillo y tira el anzuelo. Paciente espera, un día sí y otro también, que “El Coqueto” pique. El tabasqueño anda diciendo que Peña Nieto va a nombrar a La Maestra Elba Esther secretaria de Educación Pública. Y de paso, El Amoroso se queja… no está conforme con el formato de los debates programados por el IFE. Dice que las reglas sólo dejarán brillar al candidato del PRI.
–¿Contra las balas, abrazos, y contra los rivales, fuego?
–¿Y Gabriel Quadri? – Ese… descansa jugando bádminton.
Esta semana los cuatro irán al confesionario. Se reunirán con la jerarquía católica en la plenaria de la Conferencia del Episcopado. Deberán opinar sobre temas espinosos, como la libertad de culto, el aborto, la píldora del día siguiente… y los matrimonios entre homosexuales. Y vamos a ver qué gestos hacen… los gavilanes y la paloma.
MONJE LOCO: El Partido Verde se muerde… la cola. Es de pena ajena la ventaneada que le dieron a Mauricio Trejo Pureco, el candidato depredador de la vida salvaje. El cazador cazado quiere (o quería) ser alcalde de San Miguel Allende. Pureco se pone verde… pero de rabia. Se le cayó el teatrito. Quedó exhibido como un delincuente calumniador y falsificador de firmas… además de ser un peligro para los animales. Verde que te quiero verde… diría Federico García Lorca.
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