Definiciones de Política Exterior estadounidense

José Carreño Figueras

Una alianza energética panamericana que remplace el suministro del inestable Medio Oriente y que incluya a los Estados Unidos, Brasil Canadá, México, Colombia y una Venezuela “post-Chavez” fue planteada por el senador republicano Marco Rubio durante un discurso de política exterior que llamó la atención del aparato internacionalista estadounidense.

Una alianza de ese tipo, que sustituya el suministro del “inestable Medio Oriente” y una “cada vez mas beligerante Rusia”, tendría como consecuencia directa la creación de “incontables trabajos” en Estados Unidos y seguridad energética para el mundo, dijo Rubio.

En lo que algunos definieron como su “audición” para candidato republicano a la Vicepresidencia, el cubano-estadounidense senador Rubio afirmó además que México y Colombia “necesitan” el continuo apoyo estadounidense “para ganar sus respectivas guerras contra organizaciones criminales” y que los Estados Unidos deben ir adelante para la inclusión de Canadá y México en la Asociación TransPacífica (TPP).

La afirmación de Rubio es tanto mas importante porque el discurso en que la hizo, en la Institución Brookings de la capital estadounidense, fue mucho mas que un simple escalón en la búsqueda de una posición sino una definición de política exterior que de hecho trasciende el marco de la actual campaña presidencial.

Al margen de que se convierta o no en el compañero de fórmula del exgobernador Mitt Romney en las elección presidencial del próximo noviembre, Rubio es considerado como una estrella ascendiente en lo doméstico y una voz influyente en el debate en trono a la política exterior estadounidense.

Su discurso fue amplio, pero no dejó de mencionar la relación estadounidense con América Latina, y al tiempo de subrayar preocupación por los vínculos de algunos países de la región -concretamente Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia- con Iran, ese nuevo “coco”, hizo hincapié en la importancia de incrementar la democracia y la prosperidad económica en el Hemisferio Occidental.

De hecho, aseguró que la expansión y éxito de las libertades económicas y políticas es esencial para los intereses estadounidenses y en ese sentido que la prosperidad económica está “directamente vinculada o coincidente con avances democráticos” y en ese sentido que “México, Perú y Colombia son tres ejemplos de naciones que han capoteado los problemas económicos internacionales en una posición mejor que nunca”.

“Nuestra meta para esta región debe ser muy directa: nuestra coalición de naciones democráticas vecinas que comercian libremente y viven pacíficamente”, dijo, y aunque criticó en específico los vínculos y “ruidos” antidemocráticos de algunos que profesan un ideario antiestadounidense.

Pero de acuerdo con Rubio, “nuestro mayor desafío, en realidad… es el esfuerzo de algunas naciones para reemplazar nuestra influencia con su influencia y usar el proteccionismo y prácticas injustas para perseguir ese fin”.

Los principios de política exterior delineados por Rubio coinciden en gran medida con las propuestas del presidente Barack Obama, especialmente en cuanto a la importancia de la economía y las posibilidades del Hemisferio Occidental ante los problemas en otras regiones del mundo.

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