Alma E. Muñoz / La Jornada
Si la gente así lo decide el primero de julio, nada va a detener el cambio verdadero para el país, que significa tener un gobierno honesto, que actúe con justicia, auténtica legalidad, sin autoritarismos, con respeto al Estado laico y que acabe con la robadera que tanto daño ha hecho a México, aseguró ayer Andrés Manuel López Obrador desde la explanada de la delegación Venustiano Carranza.
Unas 7 mil personas atiborraron ayer este bastión del PRD, que en el inicio de esta campaña presidencial en el Distrito Federal se revistió con propaganda de candidatos de la izquierda a diputados federales y senadores, y donde el abanderado de la coalición Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) confió en que en los días restantes para la elección rectifiquen quienes piensan que con dinero, con medios de comunicación, publicidad, mercadotecnia, uso de los aparatos gubernamentales, van a poder imponer al próximo presidente de México.
Justicia, no venganzas
Están en un error, no van a poder si piensan que van a introducir un producto chatarra al mercado, como lo están haciendo. Esto no es una telenovela, es un asunto muy serio. Está de por medio el destino del país, dijo, mientras miles de personas gritaban ¡Obrador, Obrador! y otras tocaban trompetas en señal de aprobación.
Enseguida convocó a informar y prepararse para cuidar los votos el primero de julio e ir por el camino de la concordia. No queremos venganzas; queremos justicia, no rencores, no odios. Vamos todos juntos a salvar a nuestro país, pidió. No vamos a perseguir a nuestros opositores; habrá libertad plena, libertad de crítica, de expresión, y garantizaremos el ejercicio amplio, sin ninguna restricción, para todas las religiones del país, así como seremos respetuosos de los no creyentes.
En el templete escuchaba atento Alfonso Romo, uno de sus invitados a la asamblea y a quien reconoció como el personaje que le ha ayudado a buscar acuerdos con el sector empresarial del país, y quien más tarde, en entrevista, aseguró que, como él, muchos empresarios cada día van conociendo en López Obrador a un hombre congruente, austero, honrado, sincero y con un gabinete fuera de serie.
Dijo estar totalmente convencido de lo que el candidato plantea para llevar a cabo la verdadera reforma estructural de México. Somos amigos de la honestidad y de la honradez. Atrás, sostuvo, quedó la confrontación, y muchos grandes empresarios de distintas partes del país están cambiando, están estudiando, yo creo que ahorita estamos todos en el mismo barco.
Durante buena parte del mitin, Romo flanqueó junto con Miguel Torruco, propuesto para ocupar la Secretaría de Turismo, a la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez, cuando los tres fueron invitados por el candidato presidencial a dar unos pasos adelante del grupo que lo acompañó en el templete, en su mayoría aspirantes a cargos de elección popular federales, así como los dirigentes del PRD, Jesús Zambrano y Dolores Padierna.
Esa misma distinción la corrió después a la parte de su eventual gabinete que se hizo presente en la asamblea. Excepto la escritora Elena Poniatowska, propuesta para la Secretaría de Cultura, porque todo el tiempo permaneció abajo del templete, mencionó además a Sergio Rodríguez Cuevas, Salud; Javier Jiménez Espriú, Comunicaciones y Transportes; Bernardo Bátiz, procurador general de la República; Jorge Eduardo Navarrete, Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, Medio Ambiente. Aunque no acudieron, también citó a Juan Ramón de la Fuente, Educación Pública, y a Marcelo Ebrard, Gobernación.
Dijo que este grupo trabajará “en un ánimo de conciliación, de unidad, buscando sumar a todos a este propósito de rescatar a México. Y en mi gobierno –ofreció– no habrá atropellos, despidos de trabajadores, como los del Sindicato Mexicano de Electricistas, o para proteger a empresarios vinculados al poder, como sucedió con Mexicana de Aviación. Tampoco injusticias, como las ocurridas con mineros. Nadie estará al margen de la ley”.
Por la noche, López Obrador se reunió con artistas e intelectuales, quienes le pidieron que se manifestara por los pueblos que han sido afectados por la delincuencia organizada. El candidato les explicó que hay tres maneras de enfrentar la violencia: atender las causas, combatir la corrupción y que haya gente honesta a cargo de la seguridad pública y la procuración de justicia.
Estuvieron, entre otros, los escritores Laura Esquivel y Paco Ignacio Taibo II; los actores Daniel Giménez Cacho, Dolores Heredia, Roberto Sosa, Julieta Egurrola y Evangelina Sosa; el director teatral Luis de Tavira, así como Lilia Rosbach y José María Pérez Gay.
Si la gente así lo decide el primero de julio, nada va a detener el cambio verdadero para el país, que significa tener un gobierno honesto, que actúe con justicia, auténtica legalidad, sin autoritarismos, con respeto al Estado laico y que acabe con la robadera que tanto daño ha hecho a México, aseguró ayer Andrés Manuel López Obrador desde la explanada de la delegación Venustiano Carranza.
Unas 7 mil personas atiborraron ayer este bastión del PRD, que en el inicio de esta campaña presidencial en el Distrito Federal se revistió con propaganda de candidatos de la izquierda a diputados federales y senadores, y donde el abanderado de la coalición Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) confió en que en los días restantes para la elección rectifiquen quienes piensan que con dinero, con medios de comunicación, publicidad, mercadotecnia, uso de los aparatos gubernamentales, van a poder imponer al próximo presidente de México.
Justicia, no venganzas
Están en un error, no van a poder si piensan que van a introducir un producto chatarra al mercado, como lo están haciendo. Esto no es una telenovela, es un asunto muy serio. Está de por medio el destino del país, dijo, mientras miles de personas gritaban ¡Obrador, Obrador! y otras tocaban trompetas en señal de aprobación.
Enseguida convocó a informar y prepararse para cuidar los votos el primero de julio e ir por el camino de la concordia. No queremos venganzas; queremos justicia, no rencores, no odios. Vamos todos juntos a salvar a nuestro país, pidió. No vamos a perseguir a nuestros opositores; habrá libertad plena, libertad de crítica, de expresión, y garantizaremos el ejercicio amplio, sin ninguna restricción, para todas las religiones del país, así como seremos respetuosos de los no creyentes.
En el templete escuchaba atento Alfonso Romo, uno de sus invitados a la asamblea y a quien reconoció como el personaje que le ha ayudado a buscar acuerdos con el sector empresarial del país, y quien más tarde, en entrevista, aseguró que, como él, muchos empresarios cada día van conociendo en López Obrador a un hombre congruente, austero, honrado, sincero y con un gabinete fuera de serie.
Dijo estar totalmente convencido de lo que el candidato plantea para llevar a cabo la verdadera reforma estructural de México. Somos amigos de la honestidad y de la honradez. Atrás, sostuvo, quedó la confrontación, y muchos grandes empresarios de distintas partes del país están cambiando, están estudiando, yo creo que ahorita estamos todos en el mismo barco.
Durante buena parte del mitin, Romo flanqueó junto con Miguel Torruco, propuesto para ocupar la Secretaría de Turismo, a la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez, cuando los tres fueron invitados por el candidato presidencial a dar unos pasos adelante del grupo que lo acompañó en el templete, en su mayoría aspirantes a cargos de elección popular federales, así como los dirigentes del PRD, Jesús Zambrano y Dolores Padierna.
Esa misma distinción la corrió después a la parte de su eventual gabinete que se hizo presente en la asamblea. Excepto la escritora Elena Poniatowska, propuesta para la Secretaría de Cultura, porque todo el tiempo permaneció abajo del templete, mencionó además a Sergio Rodríguez Cuevas, Salud; Javier Jiménez Espriú, Comunicaciones y Transportes; Bernardo Bátiz, procurador general de la República; Jorge Eduardo Navarrete, Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, Medio Ambiente. Aunque no acudieron, también citó a Juan Ramón de la Fuente, Educación Pública, y a Marcelo Ebrard, Gobernación.
Dijo que este grupo trabajará “en un ánimo de conciliación, de unidad, buscando sumar a todos a este propósito de rescatar a México. Y en mi gobierno –ofreció– no habrá atropellos, despidos de trabajadores, como los del Sindicato Mexicano de Electricistas, o para proteger a empresarios vinculados al poder, como sucedió con Mexicana de Aviación. Tampoco injusticias, como las ocurridas con mineros. Nadie estará al margen de la ley”.
Por la noche, López Obrador se reunió con artistas e intelectuales, quienes le pidieron que se manifestara por los pueblos que han sido afectados por la delincuencia organizada. El candidato les explicó que hay tres maneras de enfrentar la violencia: atender las causas, combatir la corrupción y que haya gente honesta a cargo de la seguridad pública y la procuración de justicia.
Estuvieron, entre otros, los escritores Laura Esquivel y Paco Ignacio Taibo II; los actores Daniel Giménez Cacho, Dolores Heredia, Roberto Sosa, Julieta Egurrola y Evangelina Sosa; el director teatral Luis de Tavira, así como Lilia Rosbach y José María Pérez Gay.
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