Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder
¿Cuál es la cantidad que permite a un matrimonio de la tercera edad vivir con decoro? Definitivamente no son los seis mil pesos que quería recetar Ernesto Cordero a una familia, como tampoco las pensiones alcanzadas con tanto esfuerzo por quienes llegan a la edad de retiro, o por quienes son jubilados a güevo por la administración pública y la empresa privada.
Es preciso establecer diferencias. No son equiparables una jubilación del ISSSTE con una del IMSS, como tampoco lo son los servicios médico asistenciales, y éstos no son la solución a cierto tipo de enfermedades. Como en todo, con PAN, PRI o PRD a la cabeza, un conecte ayuda a encontrar una cama donde pasar la agonía, una cita oportuna con el especialista, un medicamento, porque de otra manera el paciente puede fallecer en espera de atención médica.
Hoy, el tope de una pensión del ISSSTE es de 18 mil 500 pesos, pero para llegar a ella el jubilado debió desempeñarse mínimo como director general, ser causante cautivo toda su vida, pagar impuestos sobre su ahorro y además pagar de nueva cuenta impuestos al recibir su fondo de ahorro para retiro. Claro que de acuerdo a la ley recibe aguinaldo y una cantidad adicional por vacaciones. ¿Vivirían Sergio Sarmiento y su pareja con 18 mil pesos mensuales, sosteniendo el tren de vida al que están acostumbrados? ¿Es un privilegio que no paguen impuestos, cuando los jubilados del Estado han sido expoliados?
Se propone una reforma legal para que quienes se jubilan con 28 mil pesos o más paguen impuestos. ¿Cuál es entonces el sustento ideológico, económico y práctico del ahorro? Porque eso es la pensión, no es un regalo, no es dinero fiscal, es producto del trabajo del pensionado, es un ahorro que por ley retienen de su salario, pero que en su oportunidad recibe las cargas impositivas establecidas; la pensión se complementa con aportación empresarial, con dinero que ya causó y pagó impuestos.
La suma de lo aportado por patrones y trabajadores se entrega al IMSS para su administración, pero resulta que el instituto está permanentemente en crisis económica, porque los políticos usan de ese dinero con fines electorales y políticos, no con intenciones de cuidar el ahorro de los futuros pensionados y además hacerlo producir.
Si ese dinero fuese a las afores, o estuviera destinado al ISSSTE después de su reforma legal, que Dios agarre confesados a los pensionados de mañana, porque carecen de futuro, y si además les quitarán impuestos, pues están aviados.
Los sistemas de pensiones, los servicios médico asistenciales están en quiebra, pero no son los jubilados de hoy los responsables, sino los políticos que hicieron mal uso de ese ahorro y desde el Congreso recomiendan cargas fiscales para quienes menos tienen, sin considerar que en un futuro no lejano pueden ser víctimas de su propio desatino. ¡Ahg, Sergio Sarmiento!, defiende lo indefendible.
¿Cuál es la cantidad que permite a un matrimonio de la tercera edad vivir con decoro? Definitivamente no son los seis mil pesos que quería recetar Ernesto Cordero a una familia, como tampoco las pensiones alcanzadas con tanto esfuerzo por quienes llegan a la edad de retiro, o por quienes son jubilados a güevo por la administración pública y la empresa privada.
Es preciso establecer diferencias. No son equiparables una jubilación del ISSSTE con una del IMSS, como tampoco lo son los servicios médico asistenciales, y éstos no son la solución a cierto tipo de enfermedades. Como en todo, con PAN, PRI o PRD a la cabeza, un conecte ayuda a encontrar una cama donde pasar la agonía, una cita oportuna con el especialista, un medicamento, porque de otra manera el paciente puede fallecer en espera de atención médica.
Hoy, el tope de una pensión del ISSSTE es de 18 mil 500 pesos, pero para llegar a ella el jubilado debió desempeñarse mínimo como director general, ser causante cautivo toda su vida, pagar impuestos sobre su ahorro y además pagar de nueva cuenta impuestos al recibir su fondo de ahorro para retiro. Claro que de acuerdo a la ley recibe aguinaldo y una cantidad adicional por vacaciones. ¿Vivirían Sergio Sarmiento y su pareja con 18 mil pesos mensuales, sosteniendo el tren de vida al que están acostumbrados? ¿Es un privilegio que no paguen impuestos, cuando los jubilados del Estado han sido expoliados?
Se propone una reforma legal para que quienes se jubilan con 28 mil pesos o más paguen impuestos. ¿Cuál es entonces el sustento ideológico, económico y práctico del ahorro? Porque eso es la pensión, no es un regalo, no es dinero fiscal, es producto del trabajo del pensionado, es un ahorro que por ley retienen de su salario, pero que en su oportunidad recibe las cargas impositivas establecidas; la pensión se complementa con aportación empresarial, con dinero que ya causó y pagó impuestos.
La suma de lo aportado por patrones y trabajadores se entrega al IMSS para su administración, pero resulta que el instituto está permanentemente en crisis económica, porque los políticos usan de ese dinero con fines electorales y políticos, no con intenciones de cuidar el ahorro de los futuros pensionados y además hacerlo producir.
Si ese dinero fuese a las afores, o estuviera destinado al ISSSTE después de su reforma legal, que Dios agarre confesados a los pensionados de mañana, porque carecen de futuro, y si además les quitarán impuestos, pues están aviados.
Los sistemas de pensiones, los servicios médico asistenciales están en quiebra, pero no son los jubilados de hoy los responsables, sino los políticos que hicieron mal uso de ese ahorro y desde el Congreso recomiendan cargas fiscales para quienes menos tienen, sin considerar que en un futuro no lejano pueden ser víctimas de su propio desatino. ¡Ahg, Sergio Sarmiento!, defiende lo indefendible.
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