Globovisión / AFP
Vecinos de las comunidades cercanas al volcán Popocatépetl, en el centro de México, se mantenían en alerta este martes tras permanecer toda la madrugada pendientes del incremento de la actividad del coloso de 5.485 metros, que llevó a elevar el nivel de alerta.
"Escuchamos el rugido del volcán, a ratos se siente vibrar las piernas de la fuerza con la que truena", comentó a la AFP Concepcion Pérez, del pueblo de Xalitzintla, de 2.200 habitantes, en el estado de Puebla y a 12 km del cráter del Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa "montaña que humea".
El Centro Nacional de Prevención de Desastres informó el martes que el volcán había disminuido su actividad en las últimas horas, tras importantes exhalaciones el lunes, pero se mantenía la alerta "amarillo fase tres", previa a la alerta rona, que implica una evacuación total.
La madrugada del martes, las autoridades federales y estatales elevaron el nivel de alerta a "amarillo fase tres", lo que implica ampliar el radio de seguridad a 12km del cráter ante una "actividad explosiva de escala intermedia a alta", con eventual expulsión de lava, lluvia de cenizas y movimientos telúricos.
"Parece una caldera, todo callado y lo único que se escucha es Don Goyo (nombre popular que recibe el volcán), toda la noche ha tenido luz, estamos acostumbrados, pero ahora si se escucha fuerte", narró Pedro Diaz, otro poblador de la zona.
Las autoridades del estado Puebla, cuya capital homónima se ha visto afectada por la lluvia de cenizas, habilitaron albergues ante una eventual evacuación de pobladores, quienes se muestran recelosos de dejar sus casas.
En el cráter del coloso, la segunda cumbre más alta de México, limitan tres estados del centro de México y se encuentra a unos 55 km de la capital, en cuya zona metropolitana viven más de 20 millones de habitantes.
"Don Goyo es mi amigo, no hace nada, pero los nietos se espantan, truena y truena, pero no, nunca ha pasado nada", dijo Gabriel Técuapetl.
Tras una actividad moderada a principios y mediados del siglo XX, en 1994 el Popocatépetl entró en actividad con distintas etapas de intensidad, la más importante en diciembre de 2000, cuando fue necesario evacuar a los vecinos.
Vecinos de las comunidades cercanas al volcán Popocatépetl, en el centro de México, se mantenían en alerta este martes tras permanecer toda la madrugada pendientes del incremento de la actividad del coloso de 5.485 metros, que llevó a elevar el nivel de alerta.
"Escuchamos el rugido del volcán, a ratos se siente vibrar las piernas de la fuerza con la que truena", comentó a la AFP Concepcion Pérez, del pueblo de Xalitzintla, de 2.200 habitantes, en el estado de Puebla y a 12 km del cráter del Popocatépetl, que en lengua náhuatl significa "montaña que humea".
El Centro Nacional de Prevención de Desastres informó el martes que el volcán había disminuido su actividad en las últimas horas, tras importantes exhalaciones el lunes, pero se mantenía la alerta "amarillo fase tres", previa a la alerta rona, que implica una evacuación total.
La madrugada del martes, las autoridades federales y estatales elevaron el nivel de alerta a "amarillo fase tres", lo que implica ampliar el radio de seguridad a 12km del cráter ante una "actividad explosiva de escala intermedia a alta", con eventual expulsión de lava, lluvia de cenizas y movimientos telúricos.
"Parece una caldera, todo callado y lo único que se escucha es Don Goyo (nombre popular que recibe el volcán), toda la noche ha tenido luz, estamos acostumbrados, pero ahora si se escucha fuerte", narró Pedro Diaz, otro poblador de la zona.
Las autoridades del estado Puebla, cuya capital homónima se ha visto afectada por la lluvia de cenizas, habilitaron albergues ante una eventual evacuación de pobladores, quienes se muestran recelosos de dejar sus casas.
En el cráter del coloso, la segunda cumbre más alta de México, limitan tres estados del centro de México y se encuentra a unos 55 km de la capital, en cuya zona metropolitana viven más de 20 millones de habitantes.
"Don Goyo es mi amigo, no hace nada, pero los nietos se espantan, truena y truena, pero no, nunca ha pasado nada", dijo Gabriel Técuapetl.
Tras una actividad moderada a principios y mediados del siglo XX, en 1994 el Popocatépetl entró en actividad con distintas etapas de intensidad, la más importante en diciembre de 2000, cuando fue necesario evacuar a los vecinos.
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