Martha Anaya / El Alhajero
La broma que corría entre los periodistas cuando acabó de discutirse y votarse en la Suprema Corte el caso de Florence Cassez, era que aquello había concluido como película francesa (es decir, que nunca entiendes el final).
Recordaban particularmente aquella película L’enfer (El infierno), cuyo tema es el infierno de los celos en el matrimonio, y que al final del filme pone con todas sus letras Sans Fin a toda lo largo y ancho de la pantalla.
En el caso de Cassez, decían, su infierno sin fin es la cárcel. Y el Claude Chabrol, director de la película en cuestión, sería en el lado mexicano ni más ni menos que “el director de montajes judiciales”, Genaro García Luna.
¡Andaban ácidos los colegas franceses!
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LOS CORRESPONSALES CON CARA DE ¿WHAT?- Más de veinte enviados y corresponsales franceses andaban en la Suprema Corte siguiendo el tema de Florence Cassez. Lo seguían sin perder palabra. Pasaron de la decepción cuando escucharon la posición del ministro Jorge Pardo Rebolledo con lo que quedaba descartada la liberación inmediata de su paisana (ya hasta se había reservado un vuelo para esta noche para Florence), al júbilo, cuando se informó que en lo general eran cuatro votos a favor de que se habían cometido violaciones contra la acusada. ¡Hasta exclamaron emocionados!
Pero cuando oyeron que se turnaba el caso a un nuevo ministro, pusieron cara de ¿what? Tuvieron que apelar a los periodistas veteranos de la Corte para que les explicaran lo que ello significaba y al final, luego de hablar con el abogado de Cassez, Agustín Acosta, quien les dijo que de seguro el nuevo proyecto contribuiría a darle para atrás a la condena. Y con ello salieron optimistas.
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TRIBUNAL POPULAR- Diez de la mañana. Pasan por la Suprema Corte un par de veinteañeras y notan el movimiento de mucha prensa y unidades móviles de televisión y se detienen a ver.
¿Qué pex aquí?, dice una. Ahhh, es por lo de la Lorens o quien sabe cómo, la francesa esa que agarraron por secuestro, responde la otra. Ahhh, ¿la que se quiere llevar su presidente?, responde la primera. Siii, esa que salió en la tele, agrega la segunda. ¿Tú crees que sea inocente? Yo digo que no.., apunta la primera. Tons que no la dejen salir, concluyó la segunda.
Terminado el “juicio” –un par de minutos fueron suficientes-, siguieron su andar.
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SILVA MEZA FRENTE A CALDERÓN. Minutos antes de discutirse el caso Cassez, el ministro Juan Silva Meza dio respuesta al presidente a Felipe Calderón por su injerencia en el caso de la francesa: “No al abuso del poder, paso previo al autoritarismo y a la impunidad; no a la creencia de que la ley puede cumplirse a capricho”, pidió al jefe del Ejecutivo.
La ceremonia del CCVI aniversario del natalicio de Benito Juárez fue el marco para destacar además el contraste (sin decirlo) entre uno y otro presidente: “Juárez fue un estadista respetuoso y cuidadoso de la exacta aplicación de la ley, hasta el extremo y el sacrificio personal. Juárez entendía bien que en las formalidades de la ley, descansa la dignidad y credibilidad de la República”.
Bofetón con guante blanco del ministro presidente de la Corte.
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GEMAS. Envuelta en celofán, el aval de Guillermo Ortiz Mayagoitia al linchamiento mediático: “La presunción de inocencia se debe tutelar en los tribunales, no ante la opinión pública”.
La broma que corría entre los periodistas cuando acabó de discutirse y votarse en la Suprema Corte el caso de Florence Cassez, era que aquello había concluido como película francesa (es decir, que nunca entiendes el final).
Recordaban particularmente aquella película L’enfer (El infierno), cuyo tema es el infierno de los celos en el matrimonio, y que al final del filme pone con todas sus letras Sans Fin a toda lo largo y ancho de la pantalla.
En el caso de Cassez, decían, su infierno sin fin es la cárcel. Y el Claude Chabrol, director de la película en cuestión, sería en el lado mexicano ni más ni menos que “el director de montajes judiciales”, Genaro García Luna.
¡Andaban ácidos los colegas franceses!
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LOS CORRESPONSALES CON CARA DE ¿WHAT?- Más de veinte enviados y corresponsales franceses andaban en la Suprema Corte siguiendo el tema de Florence Cassez. Lo seguían sin perder palabra. Pasaron de la decepción cuando escucharon la posición del ministro Jorge Pardo Rebolledo con lo que quedaba descartada la liberación inmediata de su paisana (ya hasta se había reservado un vuelo para esta noche para Florence), al júbilo, cuando se informó que en lo general eran cuatro votos a favor de que se habían cometido violaciones contra la acusada. ¡Hasta exclamaron emocionados!
Pero cuando oyeron que se turnaba el caso a un nuevo ministro, pusieron cara de ¿what? Tuvieron que apelar a los periodistas veteranos de la Corte para que les explicaran lo que ello significaba y al final, luego de hablar con el abogado de Cassez, Agustín Acosta, quien les dijo que de seguro el nuevo proyecto contribuiría a darle para atrás a la condena. Y con ello salieron optimistas.
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TRIBUNAL POPULAR- Diez de la mañana. Pasan por la Suprema Corte un par de veinteañeras y notan el movimiento de mucha prensa y unidades móviles de televisión y se detienen a ver.
¿Qué pex aquí?, dice una. Ahhh, es por lo de la Lorens o quien sabe cómo, la francesa esa que agarraron por secuestro, responde la otra. Ahhh, ¿la que se quiere llevar su presidente?, responde la primera. Siii, esa que salió en la tele, agrega la segunda. ¿Tú crees que sea inocente? Yo digo que no.., apunta la primera. Tons que no la dejen salir, concluyó la segunda.
Terminado el “juicio” –un par de minutos fueron suficientes-, siguieron su andar.
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SILVA MEZA FRENTE A CALDERÓN. Minutos antes de discutirse el caso Cassez, el ministro Juan Silva Meza dio respuesta al presidente a Felipe Calderón por su injerencia en el caso de la francesa: “No al abuso del poder, paso previo al autoritarismo y a la impunidad; no a la creencia de que la ley puede cumplirse a capricho”, pidió al jefe del Ejecutivo.
La ceremonia del CCVI aniversario del natalicio de Benito Juárez fue el marco para destacar además el contraste (sin decirlo) entre uno y otro presidente: “Juárez fue un estadista respetuoso y cuidadoso de la exacta aplicación de la ley, hasta el extremo y el sacrificio personal. Juárez entendía bien que en las formalidades de la ley, descansa la dignidad y credibilidad de la República”.
Bofetón con guante blanco del ministro presidente de la Corte.
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GEMAS. Envuelta en celofán, el aval de Guillermo Ortiz Mayagoitia al linchamiento mediático: “La presunción de inocencia se debe tutelar en los tribunales, no ante la opinión pública”.
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