Martha Anaya / El Alhajero
Javier Lozano Alarcón se estrenó ayer como vocero del PAN con sonoro grito de batalla: “¡Son una punta de hipócritas!”
Pero no, no se refería a la “pandilla de cuatreros” de la que habló Lía Limón, ni a los que armaron el “cochinero” que denunció Javier Corral en sus elecciones internas, sino a Enrique Peña Nieto, Francisco Rojas, José Ramón Martel, Tereso Medina, Isaías González y Humberto Moreira, quienes de distintas formas prometieron que se aprobaría la Reforma Laboral y nomás nada.
Sudando a mares ante los periodistas –y ante un divertido Juan Molinar Horcasitas que le veía pasar el paliacate por el rostro una y otra vez y al que poco le faltó para soltar la carcajada cuando alguien dijo en plena conferencia que Lozano andaba “crudo”-, Lozano aprovechó para pedirle a Andrés Manuel López Obrador que dijera de qué ha vivido estos seis años, “cómo mantiene sus casas, cómo le ha hecho” para andar por todo el país durante este tiempo.
Ya encarrerado, retó a Luis Videgaray y a Ricardo Monreal (coordinadores de las campañas de Peña Nieto y de López Obrador) a hacerse los exámenes toxicológicos y la prueba del polígrafo tal y como lo hizo Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota.
Con los guantes puestos, pues, como de costumbre. Ah, pero cuando se le preguntó sobre los problemas en los procesos internos de Acción Nacional todo se redujo a pura “¡democracia!”.
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LA WALLACE, MAL Y DE MALAS.- Podría decirse que es “daño colateral”, pero ni duda cabe que entre la serie de denuncias que hizo la hoy ex panista Lía Limón por las triquiñuelas en la elección interna del PAN para la selección del candidato en la delegación Miguel Hidalgo, se llevó entre las patas a Isabel Miranda de Wallace.
Una y otra vez declaró en los noticieros que la elección de la Wallace como candidata de Acción Nacional para el gobierno del Distrito Federal equivalía a “desahuciar” al partido y que por ello terminaría en tercer lugar.
Sumémosle a ello que el fin de semana obstaculizaron el ingreso de los medios a la sede del PAN, luego de haber sido invitados por doña Isabel a una ceremonia. Según se dijo a los periodistas, la señora Wallace carece de atribuciones para convocar a la sede nacional. Y pum, les dieron el portazo.
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EN EL PRD Y EN EL PRI TAMPOCO CANTAN MAL LAS RANCHERAS.- Del lado perredista, le propinaron buena tunda a René Bejarano quesque por querer imponer a Leticia Quezada como candidata delegacional en la Magdalena Contreras.
La propia diputada Quezada denunció que desde hace tiempo la amedrentan, la siguen, la amenazan; y denunció que fueron alrededor de cincuenta “funcionarios públicos” los que participaron en la trifulca contra Bejarano y muchos otros perredistas que salieron golpeados.
Y a Beatriz Paredes le impugnaron ante el tribunal electoral su postulación como candidata del PRI al gobierno del DF porque, a decir del ex diputado Rogelio Javier Audiffred, la tlaxcalteca no acreditó su residencia ininterrumpida de al menos cinco años en la ciudad.
Según Audiffred, Beatriz pretendió acreditar su residencia en la capital con un documento notarial y no con la constancia expedida para tal efecto por la autoridad competente de su demarcación territorial. ¡Chulada de partidos!
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GEMAS: Regalo de AMLO al rendir protesta como candidato presidencial del PRD: “Estoy extendiendo mi mano franca a todos los mexicanos, con más razón a mis amigos y compañeros del PRD”.
Javier Lozano Alarcón se estrenó ayer como vocero del PAN con sonoro grito de batalla: “¡Son una punta de hipócritas!”
Pero no, no se refería a la “pandilla de cuatreros” de la que habló Lía Limón, ni a los que armaron el “cochinero” que denunció Javier Corral en sus elecciones internas, sino a Enrique Peña Nieto, Francisco Rojas, José Ramón Martel, Tereso Medina, Isaías González y Humberto Moreira, quienes de distintas formas prometieron que se aprobaría la Reforma Laboral y nomás nada.
Sudando a mares ante los periodistas –y ante un divertido Juan Molinar Horcasitas que le veía pasar el paliacate por el rostro una y otra vez y al que poco le faltó para soltar la carcajada cuando alguien dijo en plena conferencia que Lozano andaba “crudo”-, Lozano aprovechó para pedirle a Andrés Manuel López Obrador que dijera de qué ha vivido estos seis años, “cómo mantiene sus casas, cómo le ha hecho” para andar por todo el país durante este tiempo.
Ya encarrerado, retó a Luis Videgaray y a Ricardo Monreal (coordinadores de las campañas de Peña Nieto y de López Obrador) a hacerse los exámenes toxicológicos y la prueba del polígrafo tal y como lo hizo Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota.
Con los guantes puestos, pues, como de costumbre. Ah, pero cuando se le preguntó sobre los problemas en los procesos internos de Acción Nacional todo se redujo a pura “¡democracia!”.
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LA WALLACE, MAL Y DE MALAS.- Podría decirse que es “daño colateral”, pero ni duda cabe que entre la serie de denuncias que hizo la hoy ex panista Lía Limón por las triquiñuelas en la elección interna del PAN para la selección del candidato en la delegación Miguel Hidalgo, se llevó entre las patas a Isabel Miranda de Wallace.
Una y otra vez declaró en los noticieros que la elección de la Wallace como candidata de Acción Nacional para el gobierno del Distrito Federal equivalía a “desahuciar” al partido y que por ello terminaría en tercer lugar.
Sumémosle a ello que el fin de semana obstaculizaron el ingreso de los medios a la sede del PAN, luego de haber sido invitados por doña Isabel a una ceremonia. Según se dijo a los periodistas, la señora Wallace carece de atribuciones para convocar a la sede nacional. Y pum, les dieron el portazo.
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EN EL PRD Y EN EL PRI TAMPOCO CANTAN MAL LAS RANCHERAS.- Del lado perredista, le propinaron buena tunda a René Bejarano quesque por querer imponer a Leticia Quezada como candidata delegacional en la Magdalena Contreras.
La propia diputada Quezada denunció que desde hace tiempo la amedrentan, la siguen, la amenazan; y denunció que fueron alrededor de cincuenta “funcionarios públicos” los que participaron en la trifulca contra Bejarano y muchos otros perredistas que salieron golpeados.
Y a Beatriz Paredes le impugnaron ante el tribunal electoral su postulación como candidata del PRI al gobierno del DF porque, a decir del ex diputado Rogelio Javier Audiffred, la tlaxcalteca no acreditó su residencia ininterrumpida de al menos cinco años en la ciudad.
Según Audiffred, Beatriz pretendió acreditar su residencia en la capital con un documento notarial y no con la constancia expedida para tal efecto por la autoridad competente de su demarcación territorial. ¡Chulada de partidos!
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GEMAS: Regalo de AMLO al rendir protesta como candidato presidencial del PRD: “Estoy extendiendo mi mano franca a todos los mexicanos, con más razón a mis amigos y compañeros del PRD”.
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