Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder
Pronto estará Benedicto XVI entre los fieles mexicanos, en la cuna del Sinarquismo y la Cristiada -padres de El Yunque y El Muro-, durante la veda electoral y días difíciles debido al aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio. Estará en México para dejarse utilizar como símbolo electoral.
Para comprender el tamaño del aserto, transcribo parte de un correo que enviaron a este periodista: “Reporte del Agregado Naval de la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México, elaborado el 11 de octubre de 1941, en donde escribe: “Los sinarquistas mexicanos son un peligroso grupo totalitario controlado por la Falange Española y la Iglesia, apoyados por un grupo nazi detrás de ellos. Informes sobre los antecedentes históricos muestran que los sinarquistas se formaron durante el conflicto Estado-Iglesia. El Programa Sinarquista, ideado por la Falange, busca instalar un Estado totalitario bajo el control de España, en donde México formaría un nuevo imperio dominado por la Alemania Nazi. Los sinarquistas están organizados al estilo de las células comunistas, siendo los curas de las iglesias quienes nombran a los organizadores. El Partido Acción Nacional es el grupo de enlace entre los grupos de poder y la Falange. Los sinarquistas tienen cerca de 250,000 activistas, mientras el PAN solo tiene 50,000.”
“Este memorando de inteligencia militar naval de los Estados Unidos muestra que no son simples complots o teorías de la conspiración, como lo acaba de mencionar el prestigiado historiador Javier García Diego, director de El Colegio de México, en su programa Radio IMER, dedicado a analizar los acontecimientos históricos del Siglo XX, quien a insistencia de su gran auditorio replicó, una y otra vez, que los nazis no influenciaron al movimiento sinarquista, pues no quería tocar el tema, como ha sucedido cuando tratan de esclarecer lo de los Tratados de Bucareli de 1923, a los que continuamente descalifica como intrascendentes; posiblemente se deba a la herencia de su antecesor, el doctor Víctor Urquidi, quien fue director de la misma institución entre 1966 y 1985. Hijo del ingeniero Juan Urquidi, redactor de los Tratados, que pusieron a México en subordinación a Estados Unidos por 50 años y que obligaban a nuestro país a no desarrollar sus industrias petrolera, naviera, automotriz, aeronáutica, siderúrgica y metalúrgica; por tal razón salió huyendo de México y se refugió en Francia”.
Benedicto XVI viene a México para que los electores de este país renueven su compromiso con la peor derecha, y así el futuro continúe subordinado a los intereses de Estados Unidos. No se trata de sumarse a la teoría del complot, sino de dejar constancia de lo que está sucediendo en esta nación.
El sinarquismo es el padre ideológico de El Yunque, lo que nos puede indicar lo que ocurriría en esta nación de repetir el PAN como residente de Los Pinos. El riesgo es que aspire a la propiedad a perpetuidad, porque dejaría a la nación convertida en fosa común.
Pronto estará Benedicto XVI entre los fieles mexicanos, en la cuna del Sinarquismo y la Cristiada -padres de El Yunque y El Muro-, durante la veda electoral y días difíciles debido al aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio. Estará en México para dejarse utilizar como símbolo electoral.
Para comprender el tamaño del aserto, transcribo parte de un correo que enviaron a este periodista: “Reporte del Agregado Naval de la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México, elaborado el 11 de octubre de 1941, en donde escribe: “Los sinarquistas mexicanos son un peligroso grupo totalitario controlado por la Falange Española y la Iglesia, apoyados por un grupo nazi detrás de ellos. Informes sobre los antecedentes históricos muestran que los sinarquistas se formaron durante el conflicto Estado-Iglesia. El Programa Sinarquista, ideado por la Falange, busca instalar un Estado totalitario bajo el control de España, en donde México formaría un nuevo imperio dominado por la Alemania Nazi. Los sinarquistas están organizados al estilo de las células comunistas, siendo los curas de las iglesias quienes nombran a los organizadores. El Partido Acción Nacional es el grupo de enlace entre los grupos de poder y la Falange. Los sinarquistas tienen cerca de 250,000 activistas, mientras el PAN solo tiene 50,000.”
“Este memorando de inteligencia militar naval de los Estados Unidos muestra que no son simples complots o teorías de la conspiración, como lo acaba de mencionar el prestigiado historiador Javier García Diego, director de El Colegio de México, en su programa Radio IMER, dedicado a analizar los acontecimientos históricos del Siglo XX, quien a insistencia de su gran auditorio replicó, una y otra vez, que los nazis no influenciaron al movimiento sinarquista, pues no quería tocar el tema, como ha sucedido cuando tratan de esclarecer lo de los Tratados de Bucareli de 1923, a los que continuamente descalifica como intrascendentes; posiblemente se deba a la herencia de su antecesor, el doctor Víctor Urquidi, quien fue director de la misma institución entre 1966 y 1985. Hijo del ingeniero Juan Urquidi, redactor de los Tratados, que pusieron a México en subordinación a Estados Unidos por 50 años y que obligaban a nuestro país a no desarrollar sus industrias petrolera, naviera, automotriz, aeronáutica, siderúrgica y metalúrgica; por tal razón salió huyendo de México y se refugió en Francia”.
Benedicto XVI viene a México para que los electores de este país renueven su compromiso con la peor derecha, y así el futuro continúe subordinado a los intereses de Estados Unidos. No se trata de sumarse a la teoría del complot, sino de dejar constancia de lo que está sucediendo en esta nación.
El sinarquismo es el padre ideológico de El Yunque, lo que nos puede indicar lo que ocurriría en esta nación de repetir el PAN como residente de Los Pinos. El riesgo es que aspire a la propiedad a perpetuidad, porque dejaría a la nación convertida en fosa común.
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