Marco A. Flota / Grillotina
El Papa Juan Pablo II, que nos visitó varias veces cuando este era otro país, acuñó la frase:
“¡México siempre fiel!”
Benedicto XVI, que arriba hoy, cuando vivimos circunstancias dolorosas, podría exclamar:
“¡México siempre hiel!”
A Juan Pablo II, por oficiar actos de culto fuera de los templos, le costó su primera visita una multa de algo así como 50 pesos, impuesta por el juarista secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles. A México le costará centenares de millones de pesos la visita de Benedicto XVI, pues solo para la misa que oficiará al aire libre le construyeron una plazota: el Parque Bicentenario de León.
López Portillo se limitó a recibir a Juan Pablo en el Aeropuerto, le dio la mano y le dijo:
-Lo dejo con su grey.
(Claro, después lo invitó a oficiar una misa privada en Los Pinos)
Años más tarde, al mismo Pontífice se le hincó el Presidente Fox y le besó el anillo símbolo de su poder. Gesto que quizá no repita el Presidente Calderón (Porque Benedicto podría no traer el anillo, advertido de los asaltos tan frecuentes en México)
El anterior Papa se identificaba mucho con México, no tanto porque este país era más del 90 por ciento católico, sino porque él, Juan Pablo, era polaco y México era, y sigue siendo, 100 por ciento polaco. Precisamente por su condición de polaco, en el sentido mexicano, nunca vino a México en periodo electoral. Benedicto es alemán y aunque los Alemán ya no significan mucho en nuestra política- Miguel Jr. sólo administra una línea aérea y la Plaza de Toros México-, llega a casi 3 meses de las elecciones.
Según las lenguas venenosas, lo trae el PAN en un intento por conservar Los Pinos, aunque su candidato no resultó el Cordero Pascual- nomás se hizo pato- sino Josefina, quien probablemente cometió sacrilegio al escribir un libro titulado: “¡Dios mío, hazme viuda por favor!”
Sin embargo, los otros partidos non podía permitir que sólo el PAN capitalizara la visita del Sumo Pontífice. Por eso asistirán a la misa que oficiará el domingo todos los candidatos.
Desde luego doña Josefina quien está vez no llegará, como al IFE, en motocicleta. Si puede tratará de colarse como azafata en el Papamóvil.
Enrique Peña asistirá acompañado por su Gaviota, pero aunque ésta es ave, como la paloma del Espíritu Santo, no tendrán tratamiento especial.
Andrés Manuel López Obrador primero intentó conseguir un encuentro privado del Jefe de Estado del Vaticano con el Presidente Legitimo de México. Como no fue posible, irá a la misa y quizá ore porque Su Santidad no repita el milagro de la multiplicación de los panes, pero si el de la multiplicación de los Pejes.
También estará presente don Gabriel Quadri, candidato del PANAL, quien como científico que es tendrá sus dudas sobre los dogmas de la fe católica. Pero si el señor Quadri cree en la bondad de la Maistra Elba Esther, con mayor razón debe creer en la del Papa.
Y, desde luego, acudirá a la misa el Presidente Calderón. Si pide algún milagro, sería precisamente el que no desea el Peje: La multiplicación de los panes.
(No el milagro de la conversión del agua en vino, malpensados)
¡Rriinngg!
-Bueno, secretaría de Educación Pública...
-¿Es cierto que la SEP no despedirá ni dará los nombres de los maestros que reprueben la evaluación?
-Eh...es que así se lo recetó la Maestra al doctor Córdoba.
Epigrillo
El amor casa por casa llevará Obrador. Razón para que digan, con baza, que es candidato con don.
El Papa Juan Pablo II, que nos visitó varias veces cuando este era otro país, acuñó la frase:
“¡México siempre fiel!”
Benedicto XVI, que arriba hoy, cuando vivimos circunstancias dolorosas, podría exclamar:
“¡México siempre hiel!”
A Juan Pablo II, por oficiar actos de culto fuera de los templos, le costó su primera visita una multa de algo así como 50 pesos, impuesta por el juarista secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles. A México le costará centenares de millones de pesos la visita de Benedicto XVI, pues solo para la misa que oficiará al aire libre le construyeron una plazota: el Parque Bicentenario de León.
López Portillo se limitó a recibir a Juan Pablo en el Aeropuerto, le dio la mano y le dijo:
-Lo dejo con su grey.
(Claro, después lo invitó a oficiar una misa privada en Los Pinos)
Años más tarde, al mismo Pontífice se le hincó el Presidente Fox y le besó el anillo símbolo de su poder. Gesto que quizá no repita el Presidente Calderón (Porque Benedicto podría no traer el anillo, advertido de los asaltos tan frecuentes en México)
El anterior Papa se identificaba mucho con México, no tanto porque este país era más del 90 por ciento católico, sino porque él, Juan Pablo, era polaco y México era, y sigue siendo, 100 por ciento polaco. Precisamente por su condición de polaco, en el sentido mexicano, nunca vino a México en periodo electoral. Benedicto es alemán y aunque los Alemán ya no significan mucho en nuestra política- Miguel Jr. sólo administra una línea aérea y la Plaza de Toros México-, llega a casi 3 meses de las elecciones.
Según las lenguas venenosas, lo trae el PAN en un intento por conservar Los Pinos, aunque su candidato no resultó el Cordero Pascual- nomás se hizo pato- sino Josefina, quien probablemente cometió sacrilegio al escribir un libro titulado: “¡Dios mío, hazme viuda por favor!”
Sin embargo, los otros partidos non podía permitir que sólo el PAN capitalizara la visita del Sumo Pontífice. Por eso asistirán a la misa que oficiará el domingo todos los candidatos.
Desde luego doña Josefina quien está vez no llegará, como al IFE, en motocicleta. Si puede tratará de colarse como azafata en el Papamóvil.
Enrique Peña asistirá acompañado por su Gaviota, pero aunque ésta es ave, como la paloma del Espíritu Santo, no tendrán tratamiento especial.
Andrés Manuel López Obrador primero intentó conseguir un encuentro privado del Jefe de Estado del Vaticano con el Presidente Legitimo de México. Como no fue posible, irá a la misa y quizá ore porque Su Santidad no repita el milagro de la multiplicación de los panes, pero si el de la multiplicación de los Pejes.
También estará presente don Gabriel Quadri, candidato del PANAL, quien como científico que es tendrá sus dudas sobre los dogmas de la fe católica. Pero si el señor Quadri cree en la bondad de la Maistra Elba Esther, con mayor razón debe creer en la del Papa.
Y, desde luego, acudirá a la misa el Presidente Calderón. Si pide algún milagro, sería precisamente el que no desea el Peje: La multiplicación de los panes.
(No el milagro de la conversión del agua en vino, malpensados)
¡Rriinngg!
-Bueno, secretaría de Educación Pública...
-¿Es cierto que la SEP no despedirá ni dará los nombres de los maestros que reprueben la evaluación?
-Eh...es que así se lo recetó la Maestra al doctor Córdoba.
Epigrillo
El amor casa por casa llevará Obrador. Razón para que digan, con baza, que es candidato con don.
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