El Economista
A pesar de expresar su rechazo a las medidas propuestas por Brasil en materia automotriz, el gobierno mexicano está dispuesto a limitar sus exportaciones bajo el Acuerdo de Complementación Económica No. 55 (ACC 55), a partir del nivel registrado en 2011.
En la carta enviada el pasado 7 de marzo a los ministros de Desarrollo Industria y Comercio Exterior, Fernando Damata Pimentel, y de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, a la que El Economista tuvo acceso, el gobierno de México expone que las medidas propuestas por Brasil son contrarias a los compromisos entre ambos países y a los acuerdos suscritos por estos a nivel multilateral.
Afirma que tanto México y Brasil enfrentan el mismo entorno internacional, al que solo se le puede hacer frente con la combinación de políticas fiscales y de crédito. Pero advierte que las acciones en el ámbito comercial pueden llevar a que algunas empresas “cancelen proyectos de inversión ya programados en Brasil”.
El gobierno mexicano expresa sin embargo su disposición a apoyar a su socio comercial, al considerar “un límite a nuestras exportaciones bajo el ACE55, a partir del nivel registrado en 2011, más un porcentaje que negociaríamos en nuestra próxima reunión”.
También está dispuesto a homologar su metodología a la brasileña para el cálculo de contenido regional en vehículos ligeros, siempre que los niveles sean alcanzables para la industria en México, ya que de lo contrario implicaría una barrera comercial bilateral.
Así como a homologar las normas técnicas aplicables y a acordar reglas de origen comunes para ambos países para vehículos pesados, como lo ha solicitado Brasil.
A continuación la carta enviada por el Gobierno de México a los ministros de Brasil.
ANTONIO PATRIOTA
Ministro de Estado de Relaciones Exteriores
FERNANDO DAMATA PIMENTEL
Ministro de Estado de Desarrollo
Industria y Comercio Exterior
Señores Ministros,
Hacemos referencia a su atenta comunicación recibida el día de ayer en la que reiteran los planteamientos de su gobierno con respecto al Acuerdo de Complementación Económica No. 55 (ACE55), transmitidos mediante su escrito de fecha 29 de febrero. Al respecto, deseamos manifestar nuevamente la disposición del gobierno mexicano de llevar a cabo un proceso de negociación sobre dicho Acuerdo, que concluya satisfactoriamente para ambos países.
Hace 10 años, México fue sensible a la necesidad de Brasil de incrementar sus exportaciones hacia México en virtud del entorno económico que enfrentaba. En esta ocasión, nuevamente México está dispuesto a apoyar a su socio comercial para hacer frente a los retos de competitividad que le impone la situación económica internacional, no obstante que nuestra balanza comercial bilateral durante el periodo 2003-2011 registra un déficit acumulado para México, de 21,506 millones de dólares, lo cual muestra que no hay razón para suponer que es necesario reducir artificialmente las exportaciones de un país a otro.
Brasil y México enfrentan el mismo entorno internacional de bajas tasas de interés en los países industrializados, lo cual ha generado una apreciación tanto en el peso como en el real, aunque ligeramente mayor en este último caso. La explicación no está en el entorno externo sino en la combinación de políticas macroeconómicas que ha seguido Brasil. Modificar la combinación de políticas fiscales y de crédito, como está comenzando a hacer Brasil, es la única forma efectiva y sostenible para evitar una mayor apreciación del tipo de cambio y un deterioro adicional de las cuentas externas. Acciones en el ámbito comercial no pueden contrarrestar el efecto de una combinación de políticas macroeconómicas que, por diseño, tiene que llevar a un deterioro en la cuenta corriente.
Medidas en el ámbito comercial tienen además otros efectos negativos tanto en el corto como en el largo plazo. Por ejemplo, algunas empresas pueden cancelar proyectos de inversión ya programados en Brasil, al enfrentar restricciones para contar con los insumos necesarios, o bien podrían inducir inversiones costosas y no necesariamente competitivas que constituirían una presión adicional para la apreciación del real y para la cuenta corriente.
En los foros internacionales hay un acuerdo generalizado en el sentido de que las medidas proteccionistas contribuyen al ambiente actual de incertidumbre y a la desaceleración económica, al restringir los flujos comerciales. En consecuencia, las medidas que propone su gobierno son contrarias no sólo a los compromisos bilaterales entre México y Brasil, sino también a los acuerdos que hemos suscrito en múltiples oportunidades a nivel multilateral.
Sin embargo, a la luz de los estrechos vínculos que nos unen, así como de los esfuerzos para alcanzar una mayor integración entre ambas naciones y en seguimiento a la conversación sostenida entre los Presidentes de Brasil y México, estamos dispuestos a considerar el establecimiento de un límite a nuestras exportaciones bajo el ACE55, a partir del nivel registrado en 2011 más un porcentaje que negociaríamos en nuestra próxima reunión. Ello permitiría sentar las bases para evitar un incremento súbito en las exportaciones que pudiera causar un daño considerable a la industria de la otra parte.
México manifiesta nuevamente la disposición de homologar la metodología brasileña a la mexicana, para el cálculo del contenido regional para vehículos ligeros. Asimismo, como se ha expuesto anteriormente, es indispensable asegurar que los niveles de contenido regional que se acuerden sean alcanzables por nuestras industrias, ya que de lo contrario implicaría una barrera al comercio bilateral.
Con relación a la petición expresa de Brasil de adelantar el libre acceso de vehículos pesados para ambas naciones, México reitera la disposición de avanzar en un mayor acceso recíproco en materia de vehículos pesados sobre la base de homologar las normas técnicas aplicables y de acordar reglas de origen comunes para ambos países.
Señores Ministros:
México está convencido que en el actual entorno de incertidumbre económica internacional, nuestros países deben apoyarse mutuamente, trabajar para el fortalecimiento de nuestros vínculos y de una mayor integración de la región en su conjunto. Las dos mayores economías latinoamericanas están llamadas a desempeñar un papel relevante en beneficio de nuestras sociedades y a enfrentar juntos los retos que presenta la actual coyuntura.
Hay disposición de ambos países para avanzar en un acuerdo satisfactorio. Por ello, nuevamente los exhortamos a que continuemos nuestros esfuerzos por encontrar a la mayor brevedad, una solución que satisfaga a los dos países. Concentrémonos en la búsqueda, con imaginación y decisión, de acuerdos que contribuyan al enriquecimiento de nuestra relación. Incluso busquemos otras alternativas que permitan aumentar la exportación de bienes y servicios brasileños de estos u otros sectores, en orden de aliviar sus preocupaciones respecto de la balanza comercial entre Brasil y México. Nosotros hemos tenido el privilegio de visitar su querido país muy recientemente. Reiteramos la invitación para que nos visiten a la brevedad posible, a fin de proseguir nuestras conversaciones sobre este tema de gran importancia para el futuro de nuestras sociedades y de los flujos de comercio en nuestra región.
Muy cordialmente,
Gobierno de México
A pesar de expresar su rechazo a las medidas propuestas por Brasil en materia automotriz, el gobierno mexicano está dispuesto a limitar sus exportaciones bajo el Acuerdo de Complementación Económica No. 55 (ACC 55), a partir del nivel registrado en 2011.
En la carta enviada el pasado 7 de marzo a los ministros de Desarrollo Industria y Comercio Exterior, Fernando Damata Pimentel, y de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, a la que El Economista tuvo acceso, el gobierno de México expone que las medidas propuestas por Brasil son contrarias a los compromisos entre ambos países y a los acuerdos suscritos por estos a nivel multilateral.
Afirma que tanto México y Brasil enfrentan el mismo entorno internacional, al que solo se le puede hacer frente con la combinación de políticas fiscales y de crédito. Pero advierte que las acciones en el ámbito comercial pueden llevar a que algunas empresas “cancelen proyectos de inversión ya programados en Brasil”.
El gobierno mexicano expresa sin embargo su disposición a apoyar a su socio comercial, al considerar “un límite a nuestras exportaciones bajo el ACE55, a partir del nivel registrado en 2011, más un porcentaje que negociaríamos en nuestra próxima reunión”.
También está dispuesto a homologar su metodología a la brasileña para el cálculo de contenido regional en vehículos ligeros, siempre que los niveles sean alcanzables para la industria en México, ya que de lo contrario implicaría una barrera comercial bilateral.
Así como a homologar las normas técnicas aplicables y a acordar reglas de origen comunes para ambos países para vehículos pesados, como lo ha solicitado Brasil.
A continuación la carta enviada por el Gobierno de México a los ministros de Brasil.
ANTONIO PATRIOTA
Ministro de Estado de Relaciones Exteriores
FERNANDO DAMATA PIMENTEL
Ministro de Estado de Desarrollo
Industria y Comercio Exterior
Señores Ministros,
Hacemos referencia a su atenta comunicación recibida el día de ayer en la que reiteran los planteamientos de su gobierno con respecto al Acuerdo de Complementación Económica No. 55 (ACE55), transmitidos mediante su escrito de fecha 29 de febrero. Al respecto, deseamos manifestar nuevamente la disposición del gobierno mexicano de llevar a cabo un proceso de negociación sobre dicho Acuerdo, que concluya satisfactoriamente para ambos países.
Hace 10 años, México fue sensible a la necesidad de Brasil de incrementar sus exportaciones hacia México en virtud del entorno económico que enfrentaba. En esta ocasión, nuevamente México está dispuesto a apoyar a su socio comercial para hacer frente a los retos de competitividad que le impone la situación económica internacional, no obstante que nuestra balanza comercial bilateral durante el periodo 2003-2011 registra un déficit acumulado para México, de 21,506 millones de dólares, lo cual muestra que no hay razón para suponer que es necesario reducir artificialmente las exportaciones de un país a otro.
Brasil y México enfrentan el mismo entorno internacional de bajas tasas de interés en los países industrializados, lo cual ha generado una apreciación tanto en el peso como en el real, aunque ligeramente mayor en este último caso. La explicación no está en el entorno externo sino en la combinación de políticas macroeconómicas que ha seguido Brasil. Modificar la combinación de políticas fiscales y de crédito, como está comenzando a hacer Brasil, es la única forma efectiva y sostenible para evitar una mayor apreciación del tipo de cambio y un deterioro adicional de las cuentas externas. Acciones en el ámbito comercial no pueden contrarrestar el efecto de una combinación de políticas macroeconómicas que, por diseño, tiene que llevar a un deterioro en la cuenta corriente.
Medidas en el ámbito comercial tienen además otros efectos negativos tanto en el corto como en el largo plazo. Por ejemplo, algunas empresas pueden cancelar proyectos de inversión ya programados en Brasil, al enfrentar restricciones para contar con los insumos necesarios, o bien podrían inducir inversiones costosas y no necesariamente competitivas que constituirían una presión adicional para la apreciación del real y para la cuenta corriente.
En los foros internacionales hay un acuerdo generalizado en el sentido de que las medidas proteccionistas contribuyen al ambiente actual de incertidumbre y a la desaceleración económica, al restringir los flujos comerciales. En consecuencia, las medidas que propone su gobierno son contrarias no sólo a los compromisos bilaterales entre México y Brasil, sino también a los acuerdos que hemos suscrito en múltiples oportunidades a nivel multilateral.
Sin embargo, a la luz de los estrechos vínculos que nos unen, así como de los esfuerzos para alcanzar una mayor integración entre ambas naciones y en seguimiento a la conversación sostenida entre los Presidentes de Brasil y México, estamos dispuestos a considerar el establecimiento de un límite a nuestras exportaciones bajo el ACE55, a partir del nivel registrado en 2011 más un porcentaje que negociaríamos en nuestra próxima reunión. Ello permitiría sentar las bases para evitar un incremento súbito en las exportaciones que pudiera causar un daño considerable a la industria de la otra parte.
México manifiesta nuevamente la disposición de homologar la metodología brasileña a la mexicana, para el cálculo del contenido regional para vehículos ligeros. Asimismo, como se ha expuesto anteriormente, es indispensable asegurar que los niveles de contenido regional que se acuerden sean alcanzables por nuestras industrias, ya que de lo contrario implicaría una barrera al comercio bilateral.
Con relación a la petición expresa de Brasil de adelantar el libre acceso de vehículos pesados para ambas naciones, México reitera la disposición de avanzar en un mayor acceso recíproco en materia de vehículos pesados sobre la base de homologar las normas técnicas aplicables y de acordar reglas de origen comunes para ambos países.
Señores Ministros:
México está convencido que en el actual entorno de incertidumbre económica internacional, nuestros países deben apoyarse mutuamente, trabajar para el fortalecimiento de nuestros vínculos y de una mayor integración de la región en su conjunto. Las dos mayores economías latinoamericanas están llamadas a desempeñar un papel relevante en beneficio de nuestras sociedades y a enfrentar juntos los retos que presenta la actual coyuntura.
Hay disposición de ambos países para avanzar en un acuerdo satisfactorio. Por ello, nuevamente los exhortamos a que continuemos nuestros esfuerzos por encontrar a la mayor brevedad, una solución que satisfaga a los dos países. Concentrémonos en la búsqueda, con imaginación y decisión, de acuerdos que contribuyan al enriquecimiento de nuestra relación. Incluso busquemos otras alternativas que permitan aumentar la exportación de bienes y servicios brasileños de estos u otros sectores, en orden de aliviar sus preocupaciones respecto de la balanza comercial entre Brasil y México. Nosotros hemos tenido el privilegio de visitar su querido país muy recientemente. Reiteramos la invitación para que nos visiten a la brevedad posible, a fin de proseguir nuestras conversaciones sobre este tema de gran importancia para el futuro de nuestras sociedades y de los flujos de comercio en nuestra región.
Muy cordialmente,
Gobierno de México
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