Apro
Ciudadanos de esta ciudad exigieron al gobierno de Javier Duarte poner freno a la violencia y agilizar las investigaciones en torno a los jóvenes que han sido secuestrados por grupos armados o que han desaparecido desde hace meses sin que se conozca su paradero.
Varias decenas de personas, estudiantes y académicos de la Universidad Veracruzana, así como miembros de organizaciones civiles, marcharon por calles de la capital y luego en la Plaza Lerdo, frente al Palacio de Gobierno, varias personas narraron el calvario que han enfrentado desde la desaparición de alguno de sus familiares.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, coreaba la multitud encabezada por el Colectivo por la Paz y la Justicia, delegación Jalapa, que marchó por varias calles para exigir a las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), “resultados” sobre los 53 casos denunciados en lo que va de este año.
El caso más reciente es el del joven de 21 años de edad, Mikhele Jalil Jiménez Velasco, hijo del investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV, Pedro Jiménez Lara, secuestrado el 2 de marzo por un comando frente a la caseta de vigilancia de seguridad pública de Otilpan, en San Andrés Tlalnelhuayocan, municipio conurbado con esta capital.
De acuerdo con testigos que acompañaban a la víctima, el joven fue secuestrado por hombres armados que viajaban en una camioneta color blanco. El grupo armado que “levantó” al estudiante estaba integrado por cinco personas, cuatro hombres y una mujer.
“Sacaron una metralleta, los encañonaron, Mikhele sacó lo que traía y se lo llevaron, de los tres jóvenes que iban en el carro sólo se lo llevaron a él”, explicó su padre en conferencia de prensa previa a la movilización, quien también dijo que solicitaron el apoyo de la Armada de México y a otras instancias sociales.
Ahí fueron surgiendo otros casos, como el de Gema Mávil Hernández, de 29 años, originaria de Xico, plagiada el 3 de mayo de 2011 en esta ciudad. A pesar de que su familia pagó el rescate y la PGJ detuvo a dos de los presuntos secuestradores, a la fecha la joven sigue desaparecida.
Pedro Mávil, padre de la joven secuestrada, dio “gracias a Dios” por permitir hacer publico su caso ante los medios de comunicación. Recordó que hasta el momento nada se sabe del paradero de su hija, quien desapareció cuando se trasladaba a Jalapa donde tenía una entrevista de trabajo.
Un caso más, es el de Mayé Martínez Alvarado, estudiante de preparatoria de 16 años, cuyos familiares desconocen de su paradero desde el sábado pasado. La última vez que su madre tuvo contacto con ella fue por la tarde, cuando por teléfono le comunicó que estaba en la parada del camión de Los Berros y que ya iba para su casa.
Por su lado, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales, Alfredo Zavaleta, al hablar en nombre de la comunidad universitaria exigió a las autoridades estatales y federales, “resultados expeditos de las investigaciones sobre los casos de secuestros y del conjunto de desaparecidos en Veracruz”.
“Queremos la presentación con vida de los secuestrados, información clara, precisa, sobre las víctimas y los daños colaterales de los operativos del gobierno federal en Veracruz; y es necesario multiplicar la comunicación entre la sociedad civil para hacer efectiva la rendición de cuentas de las autoridades policiales y militares, pues no queremos continuar en un estado de emergencia como en el que nos encontramos”, subrayó.
Ciudadanos de esta ciudad exigieron al gobierno de Javier Duarte poner freno a la violencia y agilizar las investigaciones en torno a los jóvenes que han sido secuestrados por grupos armados o que han desaparecido desde hace meses sin que se conozca su paradero.
Varias decenas de personas, estudiantes y académicos de la Universidad Veracruzana, así como miembros de organizaciones civiles, marcharon por calles de la capital y luego en la Plaza Lerdo, frente al Palacio de Gobierno, varias personas narraron el calvario que han enfrentado desde la desaparición de alguno de sus familiares.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, coreaba la multitud encabezada por el Colectivo por la Paz y la Justicia, delegación Jalapa, que marchó por varias calles para exigir a las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), “resultados” sobre los 53 casos denunciados en lo que va de este año.
El caso más reciente es el del joven de 21 años de edad, Mikhele Jalil Jiménez Velasco, hijo del investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV, Pedro Jiménez Lara, secuestrado el 2 de marzo por un comando frente a la caseta de vigilancia de seguridad pública de Otilpan, en San Andrés Tlalnelhuayocan, municipio conurbado con esta capital.
De acuerdo con testigos que acompañaban a la víctima, el joven fue secuestrado por hombres armados que viajaban en una camioneta color blanco. El grupo armado que “levantó” al estudiante estaba integrado por cinco personas, cuatro hombres y una mujer.
“Sacaron una metralleta, los encañonaron, Mikhele sacó lo que traía y se lo llevaron, de los tres jóvenes que iban en el carro sólo se lo llevaron a él”, explicó su padre en conferencia de prensa previa a la movilización, quien también dijo que solicitaron el apoyo de la Armada de México y a otras instancias sociales.
Ahí fueron surgiendo otros casos, como el de Gema Mávil Hernández, de 29 años, originaria de Xico, plagiada el 3 de mayo de 2011 en esta ciudad. A pesar de que su familia pagó el rescate y la PGJ detuvo a dos de los presuntos secuestradores, a la fecha la joven sigue desaparecida.
Pedro Mávil, padre de la joven secuestrada, dio “gracias a Dios” por permitir hacer publico su caso ante los medios de comunicación. Recordó que hasta el momento nada se sabe del paradero de su hija, quien desapareció cuando se trasladaba a Jalapa donde tenía una entrevista de trabajo.
Un caso más, es el de Mayé Martínez Alvarado, estudiante de preparatoria de 16 años, cuyos familiares desconocen de su paradero desde el sábado pasado. La última vez que su madre tuvo contacto con ella fue por la tarde, cuando por teléfono le comunicó que estaba en la parada del camión de Los Berros y que ya iba para su casa.
Por su lado, el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales, Alfredo Zavaleta, al hablar en nombre de la comunidad universitaria exigió a las autoridades estatales y federales, “resultados expeditos de las investigaciones sobre los casos de secuestros y del conjunto de desaparecidos en Veracruz”.
“Queremos la presentación con vida de los secuestrados, información clara, precisa, sobre las víctimas y los daños colaterales de los operativos del gobierno federal en Veracruz; y es necesario multiplicar la comunicación entre la sociedad civil para hacer efectiva la rendición de cuentas de las autoridades policiales y militares, pues no queremos continuar en un estado de emergencia como en el que nos encontramos”, subrayó.
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