La Liga ¿de la justicia?


Francisco Rodriguez / Índice Político

Son como personajes de cuento o comic. Me recuerdan a la Justice League of America, aquel equipo de superhéroes encabezados por Superman y en el que formaban filas Batman, la Mujer Maravilla, Flash, Linterna Verde, Aquaman y el Detective Marciano. Fueron personajes creados por DC Comics que, durante décadas, publicó en México la Editorial Novaro.

Sólo que aquí y ahora no es Superman quien está a la cabeza, sino el Detective Lunático; un personaje cuyos orígenes se encuentran en el satélite circunvecino a nuestro mundo y quien posee habilidades que van más allá de las de un humano: telepatía y capacidades para cambiar la apariencia o torcer las formas.

Son legión, en efecto. Los une la defensa a ultranza del propio Detective Lunático quien

Aunque por ahí sobrevuela quien –haiga sido como haiga sido– se cree Superman y, aún a sabiendas de que tiene vedado el intervenir con sus superpoderes en asuntos que no son de su ámbito, pues para él, tal es como kryptonita verde, no cesa de meter su cuchara. Ya lo ha hecho en días pasados dizque en defensa de las víctimas.

Y apenas ayer se le vio y escuchó parcial, demandando al Poder Judicial que en su interpretación de la ley no encuentre rendijas para dejar escapar a los delincuentes.

No sólo eso, el Superman de Los Pinos cambió su traje azul con la “esa” en el pecho para investirse con la toga praetexta –distintiva de los mancebos libres y de los dictadores– y enfundado en ella dictar cátedra:

“Justicia qué implica, la obligación elemental de que quien cometa un delito sea verdaderamente juzgado y castigado y que nunca la interpretación de la ley sea la rendija por donde escape nuevamente la impunidad, sino un verdadero instrumento de juzgador para hacer justicia”, dijo.
“Justicia donde sí, por supuesto, se ponderen las garantías de los procesados, pero también y por igual se consideren y respeten los derechos de las víctimas, de quienes tienen hambre y sed de justicia”.
Igualito que hace unos días lo hiciera el Detective Lunático, ahora Superman quiere hacerse pasar como ombudsman.
La Mujer Maravilla autóctona, eso sí, sufre sobrepeso y sobrestima. Ya es candidata de un partido político a un cargo ejecutivo local, pero aún empuña la imaginaria soga mágica e indestructible con la que pretende lazar al ministro de la Suprema que, ¡oh, insensato!, se atreve a desafiar los designios tragicómicos del manipulador Detective Lunático, hábil en transformar la realidad en un “cuento de monitos”.

Faltan pocas horas para que la farsa termine.

El Superman Felipe Calderón ha tentado demasiado a la (mala) suerte –de suyo el tipo está bastante “salado”–, interviniendo y presionando a la Corte y a sus ministros no sólo en el fallo del amparo solicitado por Florence Cassez, sino en muchos otros casos anteriores.

Con su intromisión abierta, ilegal, en la administración de justicia, Calderón reúne ya las características de un dictador, de un caudillo, que nada tendría que envidiar a Francisco Franco, a Augusto Pinochet, a Idi Amín Dada…

En estas horas está en juego no sólo la libertad de la señora Cassez sino, más importante, la libertad de la justicia.

Como nunca, necesitamos jueces, magistrados y ministros independientes que no tengan que agradar al Legislativo ni al Ejecutivo en sus decisiones, necesitamos jueces que se atrevan a ofender al Ejecutivo y al Legislativo en sus decisiones en defensa de los ciudadanos, necesitamos checks and balances, pesos y contrapesos, que el Ejecutivo mande en todos, que Legislativo controle al Ejecutivo y al Judicial y que el Judicial controle al Legislativo y al Ejecutivo; y sobre todo, que en este sistema de pesos y contrapesos nadie esté por encima de la ley. El Ejecutivo manda con su actuación e iniciativa, el Legislativo con sus leyes y el Judicial aplicándolas.

Nada se logra separando sólo el Judicial, los tres poderes deben ser independientes, no sólo uno.

La independencia judicial, sin la separación efectiva entre Legislativo y Ejecutivo, de nada sirve. En ese esquema de pesos y contrapesos, siempre pesarán más los otros, ese uno quedará disminuido, enfrentado a los otros.

Necesitamos normalizar nuestra democracia separando el Ejecutivo del Legislativo, necesitamos un Congreso independiente del gobierno que no sea su mera correa de transmisión.

Necesitamos todo eso. Y no una Liga de la Justicia tipo comic, ¿o no?

Índice Flamígero: Muchos pensaban que se trataba de una reunión del priísta Frente Juvenil Revolucionario, por el número de suites que tenían a su disposición. Pero no. Sólo era el dirigente Canek Vázquez, quien en Las Vegas pasó el feriado juarista, a donde llegó en jet privado. El hotel Venetian fue la sede de sus francahelas, en compañía de Jorge Ruiz Figueroa (a) “El Hindú”. Lo que gastaron y apostaron en los casinos, eso sí, hubiese alcanzado para llevar de viaje a todos los miembros del FJR… que ya no quedan muchos, por cierto.

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