La flaca Gordillo

Marco A. Flota / Grillotina

Cuentan los viejos de la comarca que hará unas cuatro décadas, cuando iniciaba su carrera de lideresa y le movía el tapete al maestro Carlos Jonguitud, éste ordenó a sus guaruras:
-¡Tráiganme a esa flaca...!
Y la “flaca” resultó ser Gordillo. Contradictorio apellido para su físico, dirá usted, pero visto su desempeño sindical y político, mucho más parajódico resulta el apellido materno: Morales. (A menos que se pronuncie con el mismo tono enfático que el título de aquella vieja película de Pedro Infante: “Hijos de... María Morales”)
Pues bien, ocurrió que “La Flaca” tuvo algún acercamiento en lo oscurito con el maestro Jonguitud y comenzaron a marchar juntos políticamente. Pero no por mucho tiempo, porque el después director del ISSSTE y gobernador de San Luis Potosí la relegó, casi la expulsó del sindicato de maestros.

Hasta que Carlos Salinas de Gortari, para legitimarse como Presidente- aunque nunca se hizo llamar Presidente Legítimo, es gente seria - ordenó contra la Quina Hernández el histórico bazookazo. Y, ya menos violento, “¡Va a su casa!”, ordenó a Jonguitud, entronizando a la Maistra, por recomendación de Manuel Camacho Solís (A quién sí le van bien los apellidos,: Al no resultar candidato presidencial se montó en su Camacho y se quedó Solís)
De entonces para acá la Maistra Gordillo se convirtió en factor importante de la vida política nacional. Tanto que en julio del 2006 determinó al exiguo triunfo de Felipe Calderón, ordenando a varios gobernadores del PRI- y hay conversaciones telefónicas grabadas- que “orientaran” la votación en su favor.

Fue, así, la infiel de la balanza.

Perdón por el lugar común, pero fue don José López Portillo quien introdujo la frase a la política para desmentir a su secretario privado, el doctor Roberto Casillas, quien había declarado que en México el Presidente en turno designaba a su sucesor. Pero don Pepe le enmendó la plana afirmando que en esa decisión él, como mandatario, sólo pretendía ser “el fiel de la balanza” (Aunque por esos días le era infiel a doña Carmen, pues se estaba pasando a Rosa Luz a la balanza- no a la báscula, porque suena a albur)
Pero estábamos en que la Maistra, llegó a la plenitud del pinche poder- otra frase priísta atribuida a don Fidel Herrera Beltrán- gracias al PRI, pero se consolidó merced al PAN: Ni con Salinas ni con Zedillo tuvo las concesiones que sí le otorgaron Fox y Calderón: El ISSSTE y la Lotería Nacional. Y con el segundo hasta la subsecretaría de Educación para su yerno Fernando González.

Por eso nos extrañó el titular de un periódico con grandes caracteres:
“Pierde Peso la Profesora”
Siendo notoria su afición a las operaciones de cirugía plástica, lo primero que se nos ocurrió fue que se habría sometido a una liposucción. Pero pensándolo mejor dedujimos que ella nunca recurriría a tal procedimiento estético que es para reducir la barriga y a ella sólo escuchar “panzazo” la pone histérica. (El documental de Dolor de Muela que es su Loret de Mola, o viceversa)
En síntesis, lo que ocurre es que la Miss está perdiendo poder. Ya le quitaron la subsecretaría de la SEP y el ISSSTE. Sólo le queda la Lotería, pero pronto el premio mayor podría dejar de ser llamado el Gordillo.

¿Pero se resignará? Ya veremos.

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