La calabaza y la mermelada

Marco A. Flota / Grillotina

Es lo bueno de tener dos presidentes, uno Constitucional y otro Legítimo: Cuando no la riega uno la riega el otro. Incluso, para fortuna (¿?) de este país, a veces la riegan ambos al mismo tiempo.

Tal ocurrió el lunes pasado cuando Felipe Calderón, el (bron) Constitucional, declaró que se propone realizar un maratón de inauguraciones de obras por todo el país, antes “de que la carroza se me haga calabaza”, sutil alusión a la veda que impondrá el IFE a la publicidad del Gobierno y a toda actividad que pudiera interpretarse como propaganda en favor de su partido.

Para no quedarse atrás, la misma fecha, Andrés Manuel López Obrador, el Legitim(it)o, afirmó que ha vivido los últimos años con 50 mil pesos mensuales que le entrega la Asociación Honestidad Valiente, sueldo inferior al que el mismo AMLO pagaba hace 6 años a su chofer, el famoso Nico Mollinedo.

(Perdón: no era chofer, era Coordinador de Logística, aunque resultaba ilógico que transportara al Jefe de Gobierno en un destartalado Tsurito que, seis años después, se ha transformado no en una calabaza, sino en cómoda camioneta)
Por orden de impotencia...perdón: de importancia, tenemos que empezar con el Presidente Calderón.

Acostumbrado a emplear metáforas de todo tipo, náuticas, aéreas, agrícolas, parece que ahora le dio por los cuentos de hadas. Y de pronto se sintió el Ceniciento, pero no con zapatilla de cristal, sino bota del Ejército.

(A propósito: así se tituló una película, “El Ceniciento”, del simpático Germán Valdés, Tin Tan, siempre acompañado de su patiño Marcelo, quien lucía orgulloso su prominente calva, no la cubría con un bisoñé como cierto tocayo suyo, quien le usurpó el título de “carnal”)
Fue a la heroína- ¡perdón por mencionar la soga en casa del jefe de la guerra contra el narco!- del cuento de Charles Perrault que se le apareció un hada madrina que convirtió una calabaza en carroza para que pudiera asistir al baile del Palacio Real. Y transformó en cocheros a 2 ratones: ¿pensaría el Presidente, al hacer la metáfora, en los hermanos Larrázabal, afectos al queso oaxaqueño, uno de los cuales será diputado federal con la bendición de Los Pinos?
Podría ser, pero definitivamente, el mandatario, no identificó a su querida “Cocoa” con alguna de las 2 hermanastras que maltrataban a la Cenicienta. Ni a Enrique Peña Nieto con el Príncipe, porque el priísta sí tiene esa pinta, pero no es Príncipe azul, sino tricolor.

Significativo, de cualquier modo, que Calderón se comparara con la Cenicienta, pues su sexenio ya está al cuarto para las 12 hora en que, como todos sabemos, se rompe el encanto y vuelve la cruda realidad.

En cuanto a López Obrador, declaró aquello de que ha vivido los últimos años con 50 mil pesos mensuales, en respuesta a Javier Lozano Alarcón, nuevo boxcero del PAN, quien demandó aclarara de qué se sostiene si lleva un sexenio sin chamba y recorriendo la República. Interesante revelación del Peje, pero ahora podría replicarle Lozano que si recibe mensualmente 50 mil pesos es rico y hasta puede ahorrar 44 mil varos, porque en México se puede vivir holgadamente con 6 mil pesos mensuales. Bueno, según cuentas alegres de Ernesto Cordero, por cierto precandidato presidencial, derrotado, del mismo ex secretario del Trabajo.

En fin... que con PAN y su PRD se lo coman.

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