IP y crimen organizado

Gregorio Ortega Molina / La Costumbre Del Poder

Ahora sabemos dónde quedó esa parte del poder perdida por los gobiernos, cuando los dueños del dinero decidieron ocultarle la brújula de las necesidades de los gobernados y abandonó toda relación con la sociedad. Se lo “agandalló” la IP, que ya lo compartía, pero lo acrecentó.

Sin eufemismo, los capitanes de industria, los propietarios del dinero y buena parte del futuro de lo que una vez fue México, ponen un hasta aquí a Rodrigo Medina, gobernador constitucional de Nuevo León, cuando sin rubor alguno hacen corte de caja y, como lo muestran los datos duros, los que más tienen han ganado dinero como nunca lo soñaron, a pesar de la crisis, pues ésta sólo afecta a esa amplia representación de los que son causantes cautivos o integrantes de la economía informal, los deudores de hipoteca, de tarjeta de crédito, de vehículo, los obligados a sacar de la enseñanza privada a sus hijos, los que cambiaron de tienda departamental para vestirse con la ropa de venta en los tianguis -muchas veces usada-, las víctimas del outsourcing y el cinismo del gobierno. Éstos son quienes pierden con el panismo, no los que quieren mangonear más allá de lo políticamente correcto.

Recuerdo con meridiana claridad cómo, en enero de 1994, un inteligente operador bursátil me permitió desahogar mis inquietudes por el neozapatismo recién manifestado en Chiapas. Durante mi largo monólogo él no dejó de esbozar su sonrisa de gato de Cheshire, para concluir, junto con los postres, que no hay mejor momento para hacer fortunas, buenas y malas, que cuando la crisis aprieta al gobierno y a los ciudadanos de a pie.

Resultó cierto, lo he visto enriquecerse a base de golpes de astucia y expoliando a quienes creen que van a protegerse especulando con sus pequeños, pequeñísimos ahorros.

Rodrigo Medina no es el mejor de los gobernadores, pero Felipe Calderón tampoco es el mejor de los presidentes y, como me lo explicó con todo detalle José Guillermo López Figueroa: “Recuerda que la política en México es de mimetismo, los gobernadores son similares a la cabeza, y si ésta se equivoca, todo se viene al traste. Gobiernan en las entidades federativas personas idénticas a Felipe Calderón”.

Es posible. El reclamo para Rodrigo Medina debiera dirigirse a Felipe Calderón Hinojosa, pero se contienen los integrantes de la IP, conscientes de que nunca han hecho tanto dinero, acrecentado tanto sus fortunas personales como durante el panismo, porque la violencia y la incertidumbre les facilita violar la ley, evadir impuestos, imponer precios, hacer su santa voluntad, pues son ellos los propietarios de los recursos, los dueños de los que una vez fue México.

Son ellos los que toleran y/o auspician la delincuencia organizada, porque les es útil, les conviene, y cuando no necesiten de ella, la reducirán a lo que antaño fue.

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