Gobierno de traidores

Jesusa Cervantes

El gobierno de Vicente Fox se caracterizó por su gran corrupción e ignorancia supina, pero el de Felipe Calderón ha sido, sin duda, el de los traidores.

¿Qué puede esperarse de quien traiciona a su padre político?: podredumbre; Felipe de Jesús Calderón Hinojosa fue más allá cuando asumió por la puerta de atrás, con trampas y descalificaciones, en un mar de ilegitimidad, la Presidencia de la República: traicionó a la patria y a su gente.

Inundó de sangre el país, sumió en la desesperación a millones de mexicanos, en la angustia a padres de familia, entregándoles la muerte de 50 mil hijos.

Fox desdeñó la figura presidencial, bajo el argumento de ser menos rígido. Cayó en la ignorancia, enriqueció a su plebe y se mofó de los valores de la República. Sin embargo, Calderón lo rebasó: desdeñó lo único que puede salvar a este país: el respeto al ser humano en su totalidad.

Ya fuera por compromisos con el sector empresarial, por su ansia inagotable de cumplir con su ego, por soberbio o por su afección a la bebida, pero cayó en lo mas bajo. Y su mezquindad y desprecio por la vida y dignidad de los mexicanos han cerrado el círculo para que el crimen organizado se imponga en todos los aspectos.

No puede ser una exageración señalar lo anterior, cuando el crimen organizado, ya sea de cárteles de la droga o de funcionarios federales para cometer actos ilícitos, ha penetrado al corazón del país.

El crimen organizado no sólo otorga “seguridad” y “tranquilidad” en donde quiere y a la hora que quiere a lo largo y ancho del país, también maneja grandes presupuestos que se mezclan con el dinero lícito. Se sirve de la licitud para ‘blanquearse’.

Una muestra es Petróleos Mexicanos (Pemex). La empresa que durante décadas ha sostenido al país, pues la economía se petrolizó con el PRI en el poder, y que ahora es manejada por el “crimen organizado”.

A simple vista se pueden documentar hechos en donde Los Zetas, cártel del Golfo, el de Sinaloa o el del Golfo han participado en el robo multimillonario de gasolina y lo peor… de crudo.

Y si funcionarios de primer nivel no están vinculados con ello, entonces habría que encontrar una respuesta veraz que nos haga entender cómo logran vender el combustible a refinerías de otros países, cómo logran sacar de México millones de barriles de petróleo crudo. Sin la connivencia y corrupción del otro “crimen organizado”, el de los funcionarios, es difícil que esa situación ocurra.

Pemex cuenta con aviones no tripulados de luz infrarroja, sistemas de medición, monitoreo con GPS, en fin, tecnología de punta que se utiliza en países de primer mundo para evitar el robo de hidrocarburos, y no le sirve de mucho.

El robo es a gran escala. La novedad con Felipe Calderón es que, si con Vicente Fox se robaban la gasolina, con el actual presidente panista la sustracción tomó la vertiente del crudo.

Sólo en los cuatro primeros años de Calderón el robo ascendió a 19 mil 706 millones de pesos. Una cantidad exorbitante que únicamente el crimen organizado puede hurtar.

El traidor, Felipe Calderón, le ha dado a México no sólo dolor y muerte, también le ha robado el patrimonio a millones de mexicanos y lo ha puesto en manos del crimen organizado, de los cárteles de la droga, pero más que eso, ha dejado que éstos penetren más allá de las pandillas… los ha instalado en el gobierno.

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