García Luna... en su laberinto

José Cárdenas

El caso de la secuestradora francesa Florence Cassez, condenada a 60 años de cárcel, es un erizo. Sus filosas púas amenazan con herir a todo aquel que lo toque. Evitar un pinchazo es imposible.

El primer damnificado por el proyecto de sentencia del ministro de la Suprema Corte Arturo Zaldívar Lelo de Larrea es el sistema de justicia mexicano. La ponencia confirma que las prácticas ilegales de una policía con afanes histriónicos pueden echar a perder cualquier proceso, sin importar que esté en juego la libertad del peor de los criminales.

La inocencia o la culpabilidad de la francesa han pasado a un segundo plano. El grave problema es que el juicio es un árbol podrido en virtud del montaje televisivo orquestado por la AFI y la violación de los derechos fundamentales de la detenida, al negarle asistencia consular efectiva e inmediata, lo que colocó a la Cassez en un estado de indefensión absoluta. También se violó la garantía fundamental de la presunción de inocencia… y el derecho a una defensa adecuada. Demasiados vicios de origen.

Pero el escándalo supera las implicaciones legales. La postura del ministro Zaldívar es una bomba colocada a las puertas de Los Pinos. Sienta en el banquillo al todopoderoso Genaro García Luna, responsable de la Agencia Federal de Investigaciones en el momento de la detención (2005). Exhibir al actual secretario de Seguridad Pública federal y a su brazo derecho, Luis Cárdenas Palomino, pondría en la hoguera la legitimidad de la lucha contra el crimen… y la manía de presentar como culpables, ante los medios, a un sinnúmero de detenidos… sin derecho al debido proceso.

El presidente Calderón se pincha dos veces. El golpe doméstico sería acompañado por una sonora derrota diplomática ante el insoportable Nicolas Sarkozy, quien, por cierto, recibiría la libertad de Cassez envuelta para regalo, justo en el momento en que se juega su futuro político. No olvide que el presidente francés quiere reelegirse… cuando va abajo en las encuestas frente al socialista François Hollande.

Aquí, lo malo es que la Suprema Corte no tiene cómo salvarse. Si la Primera Sala rechaza el proyecto de sentencia del ministro Zaldívar, se echaría encima a la comunidad internacional y a los organismos defensores de los derechos humanos. Si, en cambio, la Corte dicta la libertad de la secuestradora, aplicaría la ley, pero desataría a los demonios de la opinión pública… que ya juzgó y condenó a la extranjera. Lo peor, sea cual sea el desenlace, es que no habrá justicia para nadie.

Liberar a Florence Cassez dejaría en el olvido los derechos de Ezequiel Elizalde, Cristina Ríos Valladares y Christian Hilario Ramírez, víctimas de Israel Vallarta, David Orozco Hernández y la propia Florence Cassez, miembros de la banda de Los Zodiaco. Mantenerla en prisión avalaría un proceso viciado de origen y justificaría los procedimientos ilegales de nuestro sistema judicial secuestrado… por funcionarios hambrientos de fama.

MONJE LOCO: Si ayer la historia de la noche de Xochicalco le pareció tenebrosa, la que sucedió en la zona boscosa de San Rafael, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, está para correr del país. El 26 de febrero, 60 personas acampaban en el paraje Nexcoalanco. Fueron asaltadas por 25 hombres armados y encapuchados. Sí, en lo alto de la montaña. Todos fueron golpeados en el rostro con cachas de pistola, las mujeres violadas y los niños lastimados. La misma suerte corrieron un profesor y 11 alumnos de la primaria Juan Jacobo Rousseau que acampaban en la zona… y las autoridades sólo se limitan a reconocer que en ese lugar se registran ocho atracos al mes... Ya se sabe, ya se supo…

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