Felipe sabe cómo

Avances sin deuda
Ayuda de memoria

Carlos Fernández-Vega / México SA


La tentación es irresistible: cada vez que la Secretaría de Hacienda o el Banco de México actualizan el saldo de la deuda interna (y el de la externa también) del sector público federal, de inmediato las cifras invitan a recordar aquella jocosa propaganda panista con miras a Los Pinos durante la campaña electoral 2006, por medio de la cual destacaba las virtudes (así lo anunciaba) del personaje que hoy ocupa la residencia oficial. La pauta publicitaria pregonaba: “hay formas de que México avance sin deudas… ¡Felipe Calderón te dirá cómo!”

Seis años después, México lejos de avanzar ha retrocedido, la deuda interna lejos de desaparecer se ha incrementado alrededor de 130 por ciento y Felipe Calderón, como inquilino de Los Pinos, nunca ha dicho cómo lograría concretar lo que prometió en campaña, y lo mejor del caso es que el creciente endeudamiento no se ha utilizado para estimular la economía, generar empleo y elevar el bienestar de los mexicanos, sino para pagar los intereses de la propia deuda. Así, a estas alturas el débito doméstico alcanza un máximo histórico de poco más de 4 billones de pesos, algo así como 27 por ciento del producto interno bruto estimado para el presente año.

Qué bueno que en 2006 el PAN y su candidato presumían conocer las formas de que México avance sin deudas. Deuda para pagar intereses de la deuda resulta una explosiva combinación que en no pocas ocasiones derivó en bomba de tiempo de mecha muy corta, que tarde que temprano le estalla en la cara al gobierno federal, quien a su vez, y sin miramiento alguno, le pasa la factura a los mexicanos.

La Jornada (Roberto González Amador) publicó así: la deuda contratada por el sector público en el mercado financiero mexicano rompió por primera vez la barrera de los 4 billones de pesos, para alcanzar una nueva marca y consolidarse como el principal pasivo de todos los que enfrentan el gobierno central y las entidades paraestatales, reveló información del Banco de México. El endeudamiento interno del sector público alcanzó 4 billones 24 mil 72.9 millones de pesos, cantidad que equivale a 27 por ciento del valor de los bienes y servicios producidos por la economía mexicana en un año, según los datos oficiales. La deuda interna del sector público multiplica por 2.27 el monto que existía al inicio de la actual administración federal, en diciembre de 2006. Una de las razones del sostenido incremento de la deuda pública interna es que los nuevos créditos se emplean básicamente para el pago de intereses y no para reducir el capital, lo que provoca que el monto de los pasivos siga en aumento, como documentó una investigación de la Auditoría Superior de la Federación, órgano de fiscalización de la Cámara de Diputados.

La nota de González Amador subraya que “el conjunto de la deuda interna del sector público –que incluye los pasivos del gobierno federal y las entidades paraestatales– ha crecido de manera sostenida, especialmente a partir de la segunda mitad del gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), cuando el gobierno federal adoptó la política de sustituir endeudamiento externo por interno. La tendencia se ha mantenido en las dos administraciones federales del Partido Acción Nacional, a partir de 2000 y a la fecha. Sin embargo, las mayores tasas de crecimiento han ocurrido en la parte de la deuda que está colocada entre inversionistas extranjeros, muestran los datos del Banco de México. En enero de este año la deuda interna del sector público se situó en 4 billones 24 mil 72 millones de pesos. De esa cantidad, 28 por ciento, esto es, un billón 135 mil 700 millones de pesos, estaba en poder de inversionistas extranjeros. El resto, 2 billones 888 mil 372 millones de pesos, 72 por ciento del total, fue colocado entre inversionistas nacionales: empresas privadas y particulares, la banca comercial y de desarrollo, los fondos de pensión y el Banco de México. Al comienzo del actual gobierno la deuda interna del sector público sumaba un billón 767 mil 910 millones de pesos, de acuerdo con las cifras del banco central”.

Qué tal las “formas de que México avance sin deudas… ¡Felipe Calderón te dirá cómo!” Pero el débito interno no es el único que ha crecido de forma espectacular. Al cierre de enero de 2012, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, el saldo de la deuda externa del sector público federal llegó a 115 mil 781 millones de dólares, cerca de 2 mil millones más que un mes atrás y alrededor de 11 mil millones de billetes verdes en comparación con diciembre de 2010. Así a los poco más de 4 billones de pesos en deuda interna, súmese un billón 500 mil millones por débito foráneo. Así, al concluir el primer mes del presente año el saldo total (interno y externo) de la deuda del sector público federal superó los 5.5 billones de pesos.

Cuando Felipe Calderón se instaló en Los Pinos, el primero de diciembre de 2006, el saldo de la deuda externa del sector público federal se aproximaba a 50 mil millones de dólares; casi seis años después ese monto se había incrementado a cerca de 116 mil millones de billetes verdes, o lo que es lo mismo un crecimiento superior a 130 por ciento en el periodo, cuando la tasa de crecimiento económico durante su estancia en la residencia oficial a duras penas promedia 1.8 por ciento anual.

Así, el que sabía cómo hacer las cosas sin endeudarse (versión propaganda panista), no hizo más que endeudar al país, deja una voluminosa deuda pública a los mexicanos quienes, les guste o no, la pagarán puntualmente, como siempre, y no sólo con dinero.

Las rebanadas del pastel

Ayuda de memoria: “el proyecto económico de Andrés Manuel López Obrador es insostenible porque endeudaría más a México y generaría inflación y crisis económica como las del pasado. Su propuesta es como echarle fuego a la gasolina. En el PAN se han hecho cuentas y (para sostener tal proyecto) se tendría que recurrir al endeudamiento y después vendría la crisis económica. Las políticas que propone son un peligro para México… No se le puede apostar al viejo esquema de crisis y deuda, porque de optar por esa alternativa (…) el pueblo tendrá que seguir pagando las deudas del padre irresponsable” (candidato panista Felipe Calderón, primero de junio de 2006, quien dijo lo anterior antes de añadir, ya como inquilino de Los Pinos, 66 mil millones de dólares a la deuda externa, 2 billones 256 mil millones a la deuda interna y endeudará aceleradamente al país para pagar intereses de la deuda).

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