Claudia Rodríguez
En este país de acciones sexenales, a unos meses de concluir la administración federal del señor Felipe Calderón, se podría decir que el gran negocio está ubicado en el sistema carcelario a todos los niveles.
Para nadie es un secreto que en la cárcel todo se vende y todo se compra. De hecho lo intangible dentro de los penales es lo más caro: la impunidad.
Se cree que un delincuente purga una pena en una celda no sólo como castigo, sino para su readaptación, pero eso, es una gran mentira. Sólo hay que explorar –y muy poco—cuánto le cuesta al liberado y a su familia insertarse a la sociedad sin ser señalados o excluidos.
Sin embargo, el negocio de los penales no es local. Es mucho más grande de lo que imaginamos y llega hasta instancias de muy alto nivel.
A inicios del mes anterior, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) anunció que se realiza ya una inversión de 32 millones de pesos para eliminar en todo el territorio nacional el déficit de espacio para recibir a los reos en el sistema penitenciario federal, lo que a la vez, afirma la dependencia, logrará un ahorro en la operación de los servicios no relacionados con la seguridad en las cárceles.
El indicio del negocio está en las adjudicaciones, para las cuáles se dice se evaluaron más de 150 proyectos.
Seis fueron los consorcios que obtuvieron la adjudicación para la construir y operar al menos durante 22 años, varios penales federales: ICA, Prodemex, Tradeco, Homex, Arendal y GIA.
Entonces, el negocio está en la cárcel.
¿Alguien cree que estos grandes inversores y consorcios tomaron el riesgo económico y financiero sin un estudio de mercado?
Es indiscutible que los penales para operar tendrán que contar con reos y justificar sus costos y gastos. Por lo tanto, la criminalización –no sé si la delincuencia— tendrá que estar garantizada.
Nada más apunto unos pequeñísimos datos: Con la capacidad del sistema carcelario del país, cada año se sirven casi 30 millones de comidas a los reos y se lavan 100 millones de prendas de vestir.
¿De verdad podernos creer a nuestras autoridades que trabajan por nuestra seguridad y mejor nivel de vida?
Acta Divina…Al inaugurar los penales dos y tres del Complejo Penitenciario Número 4 Noroeste Nayarit, el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, señaló que: “Ninguna entidad debe excluirse de la narco lucha.
En este país de acciones sexenales, a unos meses de concluir la administración federal del señor Felipe Calderón, se podría decir que el gran negocio está ubicado en el sistema carcelario a todos los niveles.
Para nadie es un secreto que en la cárcel todo se vende y todo se compra. De hecho lo intangible dentro de los penales es lo más caro: la impunidad.
Se cree que un delincuente purga una pena en una celda no sólo como castigo, sino para su readaptación, pero eso, es una gran mentira. Sólo hay que explorar –y muy poco—cuánto le cuesta al liberado y a su familia insertarse a la sociedad sin ser señalados o excluidos.
Sin embargo, el negocio de los penales no es local. Es mucho más grande de lo que imaginamos y llega hasta instancias de muy alto nivel.
A inicios del mes anterior, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) anunció que se realiza ya una inversión de 32 millones de pesos para eliminar en todo el territorio nacional el déficit de espacio para recibir a los reos en el sistema penitenciario federal, lo que a la vez, afirma la dependencia, logrará un ahorro en la operación de los servicios no relacionados con la seguridad en las cárceles.
El indicio del negocio está en las adjudicaciones, para las cuáles se dice se evaluaron más de 150 proyectos.
Seis fueron los consorcios que obtuvieron la adjudicación para la construir y operar al menos durante 22 años, varios penales federales: ICA, Prodemex, Tradeco, Homex, Arendal y GIA.
Entonces, el negocio está en la cárcel.
¿Alguien cree que estos grandes inversores y consorcios tomaron el riesgo económico y financiero sin un estudio de mercado?
Es indiscutible que los penales para operar tendrán que contar con reos y justificar sus costos y gastos. Por lo tanto, la criminalización –no sé si la delincuencia— tendrá que estar garantizada.
Nada más apunto unos pequeñísimos datos: Con la capacidad del sistema carcelario del país, cada año se sirven casi 30 millones de comidas a los reos y se lavan 100 millones de prendas de vestir.
¿De verdad podernos creer a nuestras autoridades que trabajan por nuestra seguridad y mejor nivel de vida?
Acta Divina…Al inaugurar los penales dos y tres del Complejo Penitenciario Número 4 Noroeste Nayarit, el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, señaló que: “Ninguna entidad debe excluirse de la narco lucha.
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