Francisco Rodriguez / Índice Político
Dicen que es el médico más popular de lo poco que el calderonato va dejando del país. Es posible que así sea, pues durante la llamada “crisis de la influenza A-H1N1” tuvo tanta exposición mediática como metidas de pata al protagonizar el guión que para él escribieron la OMS y los grandes laboratorios farmacéuticos transnacionales que escogieron a México cual su conejillo de Indias para sacar al mercado sus grandes existencias –a punto de caducar— de oseltamivir o Tamiflú.
Exposición mediática –con inserciones pagadas, las más de las veces– que le sirvió para poco en su natal Guanajuato, donde el oscurantismo yunquista lo repudió como candidato a gobernador.
Lo peor fue que, tras tal rechazo, su propio partido y los opositores PRI y Nueva Alianza lo trajeron rebotando de un lado a otro… hasta que el PAN dizque lo rescató y le ofreció una senaduría imposible, al colocarlo lejos de los lugares que tienen posibilidades de acceder al nuevo edificio de la Cámara Alta en el Paseo de la Reforma.
Daba pena, mucha pena, ver cómo se diluía la figura de José Ángel Córdova Villalobos, a quien Calderón despidió de su gabinete muy anticipadamente, pues él quería permanecer hasta el mes de octubre de 2011 para tener oportunidad de encabezar un evento médico internacional del cual nuestro país fue sede. No lo pudo hacer. El ocupante de Los Pinos decidió que su amigo –y sponsor o patrocinador económico en tanto ambos estudiaban en Harvard– Salomón Chertorivski Woldernberg llegara a ocupar la Secretaría de Salud el 9 de septiembre. 21 días antes de lo que Córdova hubiese deseado.
Y quien lo echó lo rescató apenas este último viernes.
Lo hizo ocupante –el tercero, formalmente— de la estartégica secretaría de Educación Pública.
Premio de consolación para Córdova.
Para bienquistarse Calderón, quizá, con su esposa Margarita Zavala, el real apoyo político del médico guanajuatense y de muchos otros dizque funcionarios de la fallida Administración actual –oficiales mayores, sobre todo–, quienes son “coordinados” por la (mal) llamada Primera Dama.
Y es que, repito, daba lástima ver como en los últimos meses Córdova rebotaba de un lado a otro… hasta llegar a su mínima expresión.
Pero, y ahora, ¿qué va a hacer un todólogo cual sin duda es este guanajuatense al frente de la SEP?
Prácticamente, el tiempo ya no le alcanza ni para que actualicen su curriculum vitae, menos siquiera para leer los libros de texto que la dependencia debe entregar a los educandos el próximo ciclo escolar que inicia en septiembre… cuando ya haya un titular del Ejecutivo –legal y legítimo– con calidad de Presidente Electo.
La todología es el sino de esta Administración fallida. Lo es de México entero, pues ante la falta de empleo millones de mexicanos se ven en la necesidad de incursionar en oficios que nunca se imaginaron iban a desempeñar. Lo peor del caso es que no pocas ocasiones se exagera, pues una misma persona puede ser, a un mismo tiempo, albañil, jardinero, taxista, plomero, secretario de Salud o de Educación Pública.
Desempleado desde septiembre anterior, Córdova anduvo “agarrando las chambas” –cualquiera era buena– que le ponían enfrente.
Vaya, ¡si, como última instancia, hasta aceptó ser últimamente el canchanchán en cuestiones de salud de la señora Josefina Vázquez!
Hay en esta y en anteriores administraciones federales un gran desprecio por la Educación Pública.
No sólo le recortan los presupuestos, ahí han enviado a todo tipo de chambistas chambones que, lo peor, se rodean de verdaderos bribones que sólo “van a lo suyo”: a enriquecerse con contrataciones, licitaciones, arrendamientos, venta o alquiler de plazas y cuanta obra pública puedan “inflar” en sus costos. Hay una enorme cantidad de ejemplos –algunos de ellos ya denunciados en este espacio–, de todas esas raterías que permanecen impunes, como sucede siempre.
La educación está en crisis. Cierto. Pero no son exclusivamente los maestros sobre quienes debe recaer la responsabilidad, cual insistente y equivocadamente se dice. El nombramiento de un inexperto y desconocedor cual sin duda es el médico Córdova es sólo una mínima muestra del desprecio que los gobiernos panistas tienen hacia la educación pública, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Entre pifias ¿avanzan? las precampañas del PAN y del PRI. Para cerrar la semana anterior, la señora Vázquez fue llevada a un embotellamiento vehicular que era previsible para todos, menos para sus asesores. Y el súper-asesor del señor Peña, Luis Videgaray, azuzó el avispero anunciando que en los planes fiscales del mexiquense está el de cobrar IVA a alimentos y medicinas.
Dicen que es el médico más popular de lo poco que el calderonato va dejando del país. Es posible que así sea, pues durante la llamada “crisis de la influenza A-H1N1” tuvo tanta exposición mediática como metidas de pata al protagonizar el guión que para él escribieron la OMS y los grandes laboratorios farmacéuticos transnacionales que escogieron a México cual su conejillo de Indias para sacar al mercado sus grandes existencias –a punto de caducar— de oseltamivir o Tamiflú.
Exposición mediática –con inserciones pagadas, las más de las veces– que le sirvió para poco en su natal Guanajuato, donde el oscurantismo yunquista lo repudió como candidato a gobernador.
Lo peor fue que, tras tal rechazo, su propio partido y los opositores PRI y Nueva Alianza lo trajeron rebotando de un lado a otro… hasta que el PAN dizque lo rescató y le ofreció una senaduría imposible, al colocarlo lejos de los lugares que tienen posibilidades de acceder al nuevo edificio de la Cámara Alta en el Paseo de la Reforma.
Daba pena, mucha pena, ver cómo se diluía la figura de José Ángel Córdova Villalobos, a quien Calderón despidió de su gabinete muy anticipadamente, pues él quería permanecer hasta el mes de octubre de 2011 para tener oportunidad de encabezar un evento médico internacional del cual nuestro país fue sede. No lo pudo hacer. El ocupante de Los Pinos decidió que su amigo –y sponsor o patrocinador económico en tanto ambos estudiaban en Harvard– Salomón Chertorivski Woldernberg llegara a ocupar la Secretaría de Salud el 9 de septiembre. 21 días antes de lo que Córdova hubiese deseado.
Y quien lo echó lo rescató apenas este último viernes.
Lo hizo ocupante –el tercero, formalmente— de la estartégica secretaría de Educación Pública.
Premio de consolación para Córdova.
Para bienquistarse Calderón, quizá, con su esposa Margarita Zavala, el real apoyo político del médico guanajuatense y de muchos otros dizque funcionarios de la fallida Administración actual –oficiales mayores, sobre todo–, quienes son “coordinados” por la (mal) llamada Primera Dama.
Y es que, repito, daba lástima ver como en los últimos meses Córdova rebotaba de un lado a otro… hasta llegar a su mínima expresión.
Pero, y ahora, ¿qué va a hacer un todólogo cual sin duda es este guanajuatense al frente de la SEP?
Prácticamente, el tiempo ya no le alcanza ni para que actualicen su curriculum vitae, menos siquiera para leer los libros de texto que la dependencia debe entregar a los educandos el próximo ciclo escolar que inicia en septiembre… cuando ya haya un titular del Ejecutivo –legal y legítimo– con calidad de Presidente Electo.
La todología es el sino de esta Administración fallida. Lo es de México entero, pues ante la falta de empleo millones de mexicanos se ven en la necesidad de incursionar en oficios que nunca se imaginaron iban a desempeñar. Lo peor del caso es que no pocas ocasiones se exagera, pues una misma persona puede ser, a un mismo tiempo, albañil, jardinero, taxista, plomero, secretario de Salud o de Educación Pública.
Desempleado desde septiembre anterior, Córdova anduvo “agarrando las chambas” –cualquiera era buena– que le ponían enfrente.
Vaya, ¡si, como última instancia, hasta aceptó ser últimamente el canchanchán en cuestiones de salud de la señora Josefina Vázquez!
Hay en esta y en anteriores administraciones federales un gran desprecio por la Educación Pública.
No sólo le recortan los presupuestos, ahí han enviado a todo tipo de chambistas chambones que, lo peor, se rodean de verdaderos bribones que sólo “van a lo suyo”: a enriquecerse con contrataciones, licitaciones, arrendamientos, venta o alquiler de plazas y cuanta obra pública puedan “inflar” en sus costos. Hay una enorme cantidad de ejemplos –algunos de ellos ya denunciados en este espacio–, de todas esas raterías que permanecen impunes, como sucede siempre.
La educación está en crisis. Cierto. Pero no son exclusivamente los maestros sobre quienes debe recaer la responsabilidad, cual insistente y equivocadamente se dice. El nombramiento de un inexperto y desconocedor cual sin duda es el médico Córdova es sólo una mínima muestra del desprecio que los gobiernos panistas tienen hacia la educación pública, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Entre pifias ¿avanzan? las precampañas del PAN y del PRI. Para cerrar la semana anterior, la señora Vázquez fue llevada a un embotellamiento vehicular que era previsible para todos, menos para sus asesores. Y el súper-asesor del señor Peña, Luis Videgaray, azuzó el avispero anunciando que en los planes fiscales del mexiquense está el de cobrar IVA a alimentos y medicinas.
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