Marco A. Flota / Grillotina
Era el sexenio de Ernesto Zedillo y comenzaban a soplar los vientos de sucesión presidencial. Le preguntaron al presidente, quien presumía que le llamaban Neto y decía la neta, si para designar al candidato del PRI usaría el dedo índice. Y replicó:
-¡Ya me lo amputé..!
Pero si Zedillo se amputó el dedo, el PRI se empunojó todito cuando Francisco Labastida perdió la elección presidencial, precisamente por la indiferencia- él la llamaba “sana distancia”- del ex mandatario hacia su partido.
(Para terminar con Zedillo, permítanos recordar que a don Ernesto, efectivamente, le decían Neto, porque un tiempo fue muñeco de don Carlos, pero de Salinas, no del ventrílocuo que hablaba por Neto y otro muñeco llamado Titino, cuya voz era idéntica a la del ex presidente priísta). El Presidente Calderón, sin embargo, no parece dispuesto a corresponder a la cortesía que tuvo Zedillo con el PAN. En todos los mentideros- nunca mejor así llamados- políticos se afirma que don Felipe hará hasta la imposible por impedir el regreso del PRI a Los Pinos, quizá hasta recurriendo a un arreglo de última hora- bajo el agua, claro- con la izquierda: Antes el Peje que Peña Nieto.
Pero por lo pronto se la jugará con quien no era su candidata y por eso su “indiscreción” ante banqueros de que Josefina Vázquez Mota ya va en las encuestas sólo 4 puntos atrás del candidato tricolor. Desde luego que el PRI, encabezado por su líder, Pedro Joaquín Coldwell, replicó violentamente ante aquel hecho, más bien deshecho del mandatario.
Por eso quizá, buscando la operación cicatriz, con sutura de 4 puntos, Calderón invitó a la residencia presidencial al líder tricolor y éste aceptó la convocatoria. Imaginemos parte de la charla:
-¿Ya conocías Los Pinos, Pedro?
-Sí, señor Presidente, ya los conocía pero ahora los desconozco, están muy descuidados.
-Yo diría que al contrario, pues mandé borrar de los troncos de varios árboles corazoncitos con leyendas como “Pepe ama a Rosa Luz” y “Gustavo ama a La Tigresa”.
-Pues yo alcancé a ver 2 o 3 que tenían grabadas leyendas de “Chente ama a Martita”.
-Se le habrán escapado a los jardineros, pero respecto a mi declaración del otro día, como diría el Chavo del 8 “se me chispoteó” y yo hubiera entendido que no hubieras aceptado mi invitación.
-Pero la acepté porque, al contrario que Quico, “yo sí me junto con la chusma”, señor presidente.
-O con la prole, como diría la hija de Peña Nieto, de todos modos, te insisto, que lo que dije a los banqueros fue sin querer queriendo, así que no se enojen.
-No, señor Presidente, ya contábamos con su astucia.
-Bueno, pero dejemos de rendir homenaje a Chespirito.¿Se te antoja algo “coldwell”, Joaquín?
-Al revés, señor Presidente, mi primer apellido es Joaquín y el segundo Coldwell.
-Por eso te pregunto si apeteces algo “coldwell” o sea bien frío, Joaquín.
-Ah, no gracias. Yo los asuntos políticos siempre los trato en mi juicio.
-Y a propósito de juicios, te juro que yo no tengo nada que ver en la investigación a los 3 ex gobernadores priístas de Tamaulipas.
-Le creo, señor Presidente. y fíjese que sí se me antoja algo bien frío, me gustaría echarme un licuado de Cocoa. Pero después se suavizó el tono de la charla. Al grado de que al final tomaron un café negro y tuvieron algún arreglo también oscurito, pues el PRI le bajó el tono a los ataques al presidente, para enojo del PRD.
Era el sexenio de Ernesto Zedillo y comenzaban a soplar los vientos de sucesión presidencial. Le preguntaron al presidente, quien presumía que le llamaban Neto y decía la neta, si para designar al candidato del PRI usaría el dedo índice. Y replicó:
-¡Ya me lo amputé..!
Pero si Zedillo se amputó el dedo, el PRI se empunojó todito cuando Francisco Labastida perdió la elección presidencial, precisamente por la indiferencia- él la llamaba “sana distancia”- del ex mandatario hacia su partido.
(Para terminar con Zedillo, permítanos recordar que a don Ernesto, efectivamente, le decían Neto, porque un tiempo fue muñeco de don Carlos, pero de Salinas, no del ventrílocuo que hablaba por Neto y otro muñeco llamado Titino, cuya voz era idéntica a la del ex presidente priísta). El Presidente Calderón, sin embargo, no parece dispuesto a corresponder a la cortesía que tuvo Zedillo con el PAN. En todos los mentideros- nunca mejor así llamados- políticos se afirma que don Felipe hará hasta la imposible por impedir el regreso del PRI a Los Pinos, quizá hasta recurriendo a un arreglo de última hora- bajo el agua, claro- con la izquierda: Antes el Peje que Peña Nieto.
Pero por lo pronto se la jugará con quien no era su candidata y por eso su “indiscreción” ante banqueros de que Josefina Vázquez Mota ya va en las encuestas sólo 4 puntos atrás del candidato tricolor. Desde luego que el PRI, encabezado por su líder, Pedro Joaquín Coldwell, replicó violentamente ante aquel hecho, más bien deshecho del mandatario.
Por eso quizá, buscando la operación cicatriz, con sutura de 4 puntos, Calderón invitó a la residencia presidencial al líder tricolor y éste aceptó la convocatoria. Imaginemos parte de la charla:
-¿Ya conocías Los Pinos, Pedro?
-Sí, señor Presidente, ya los conocía pero ahora los desconozco, están muy descuidados.
-Yo diría que al contrario, pues mandé borrar de los troncos de varios árboles corazoncitos con leyendas como “Pepe ama a Rosa Luz” y “Gustavo ama a La Tigresa”.
-Pues yo alcancé a ver 2 o 3 que tenían grabadas leyendas de “Chente ama a Martita”.
-Se le habrán escapado a los jardineros, pero respecto a mi declaración del otro día, como diría el Chavo del 8 “se me chispoteó” y yo hubiera entendido que no hubieras aceptado mi invitación.
-Pero la acepté porque, al contrario que Quico, “yo sí me junto con la chusma”, señor presidente.
-O con la prole, como diría la hija de Peña Nieto, de todos modos, te insisto, que lo que dije a los banqueros fue sin querer queriendo, así que no se enojen.
-No, señor Presidente, ya contábamos con su astucia.
-Bueno, pero dejemos de rendir homenaje a Chespirito.¿Se te antoja algo “coldwell”, Joaquín?
-Al revés, señor Presidente, mi primer apellido es Joaquín y el segundo Coldwell.
-Por eso te pregunto si apeteces algo “coldwell” o sea bien frío, Joaquín.
-Ah, no gracias. Yo los asuntos políticos siempre los trato en mi juicio.
-Y a propósito de juicios, te juro que yo no tengo nada que ver en la investigación a los 3 ex gobernadores priístas de Tamaulipas.
-Le creo, señor Presidente. y fíjese que sí se me antoja algo bien frío, me gustaría echarme un licuado de Cocoa. Pero después se suavizó el tono de la charla. Al grado de que al final tomaron un café negro y tuvieron algún arreglo también oscurito, pues el PRI le bajó el tono a los ataques al presidente, para enojo del PRD.
Comentarios