Samuel García
Esta semana que transcurre inició con la propagación de un racimo de cifras que apuntalan la idea de que en este 2012 le irá mejor a la economía mexicana de lo que se había pronosticado hace tan solo un par de meses.
Al iniciar el año los pronósticos de los economistas privados bordaban un crecimiento medio de 3.2% para el año, cifra envuelta en la incertidumbre proveniente de Europa y por el letargo económico estadounidense. El gobierno federal estimó un crecimiento de 3.5% para el año mientras que la ONU (Cepal) pronosticó que México crecería solo 2.5% en este 2012. Como se ve, el inicio fue incierto y con un tono de pesimismo bastante marcado.
Sin embargo en las últimas tres semanas algunas cifras sobre el comportamiento industrial y del empleo en Estados Unidos al inicio del año, y unos cuantos datos sobre la evolución manufacturera y de exportación de México, han hecho repensar el pronóstico inicial y ahora apuntan sus expectativas hacia un crecimiento más cercano al 4% que al 3% inicial.
No sorprenden estos repentinos cambios de percepción en tan corto tiempo. Así ocurre generalmente con las expectativas de los analistas en periodos de alta incertidumbre y de volatilidad tan marcada. Basta con echar una mirada hacia atrás, a los últimos tres años, para darse cuenta de las grandes varianzas que tuvieron los pronósticos en relación a los datos finales. Así que habrá que ser mucho más cauteloso con los pronósticos económicos.
Pero hay otra razón de fondo para la cautela. El crecimiento económico significativo, es decir, el que incide en la calidad de vida de la población, es el que se sostiene por periodos largos, y no aquel que solo zigzaguea. La economía mexicana aún no muestra un crecimiento significativo. Para ello los economistas, dicen bien, que se requiere acumular consistentemente capital, físico y humano, y desarrollar tecnologías. Ello requiere de incentivos vía políticas públicas e instituciones a fin de que los agentes económicos decidan apuntalar esa acumulación.
De lo contrario el crecimiento temporal sirve más para la propaganda y la especulación, que para incidir en la calidad de vida de la población.
SÍGALE LA PISTA…
1. ‘QUE NADIE SE LLAME ENGAÑADO’. Guillermo Babatz asegura que en el comportamiento de la acción del Grupo Elektra -que durante el último año creció más de 160%- “nadie se puede llamar sorprendido” porque toda la información ha estado allí disponible para los inversionistas desde hace tiempo y ellos han tomado sus decisiones como mejor les ha convenido. El comportamiento de esta acción –dice el presidente de la CNBV- no le preocupa en absoluto a la autoridad “porque es un tema de mercado”. En relación a la participación de la acción del grupo comercial del empresario Ricardo Salinas Pliego en el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, Babatz dice que ése es un asunto de la BMV y que las autoridades regulatorias no tienen incidencia en ello como no la tiene ninguna autoridad sobre los índices que se calculan en el mundo. Por lo tanto, “que nadie se llame engañado”, dice Guillermo Babatz. Y concluye el tema con esta afirmación: “No tenemos ninguna evidencia de que en este caso hubo manipulación”.
2. ¿SERÁ HOY O SERÁ MAÑANA? Se ha dicho que hoy Med Atlántica podría definir su postura sobre la compra de Mexicana de Aviación. Y si acaso no lo define hoy, seguramente tendrá nuevos plazos para hacerlo.
Esta semana que transcurre inició con la propagación de un racimo de cifras que apuntalan la idea de que en este 2012 le irá mejor a la economía mexicana de lo que se había pronosticado hace tan solo un par de meses.
Al iniciar el año los pronósticos de los economistas privados bordaban un crecimiento medio de 3.2% para el año, cifra envuelta en la incertidumbre proveniente de Europa y por el letargo económico estadounidense. El gobierno federal estimó un crecimiento de 3.5% para el año mientras que la ONU (Cepal) pronosticó que México crecería solo 2.5% en este 2012. Como se ve, el inicio fue incierto y con un tono de pesimismo bastante marcado.
Sin embargo en las últimas tres semanas algunas cifras sobre el comportamiento industrial y del empleo en Estados Unidos al inicio del año, y unos cuantos datos sobre la evolución manufacturera y de exportación de México, han hecho repensar el pronóstico inicial y ahora apuntan sus expectativas hacia un crecimiento más cercano al 4% que al 3% inicial.
No sorprenden estos repentinos cambios de percepción en tan corto tiempo. Así ocurre generalmente con las expectativas de los analistas en periodos de alta incertidumbre y de volatilidad tan marcada. Basta con echar una mirada hacia atrás, a los últimos tres años, para darse cuenta de las grandes varianzas que tuvieron los pronósticos en relación a los datos finales. Así que habrá que ser mucho más cauteloso con los pronósticos económicos.
Pero hay otra razón de fondo para la cautela. El crecimiento económico significativo, es decir, el que incide en la calidad de vida de la población, es el que se sostiene por periodos largos, y no aquel que solo zigzaguea. La economía mexicana aún no muestra un crecimiento significativo. Para ello los economistas, dicen bien, que se requiere acumular consistentemente capital, físico y humano, y desarrollar tecnologías. Ello requiere de incentivos vía políticas públicas e instituciones a fin de que los agentes económicos decidan apuntalar esa acumulación.
De lo contrario el crecimiento temporal sirve más para la propaganda y la especulación, que para incidir en la calidad de vida de la población.
SÍGALE LA PISTA…
1. ‘QUE NADIE SE LLAME ENGAÑADO’. Guillermo Babatz asegura que en el comportamiento de la acción del Grupo Elektra -que durante el último año creció más de 160%- “nadie se puede llamar sorprendido” porque toda la información ha estado allí disponible para los inversionistas desde hace tiempo y ellos han tomado sus decisiones como mejor les ha convenido. El comportamiento de esta acción –dice el presidente de la CNBV- no le preocupa en absoluto a la autoridad “porque es un tema de mercado”. En relación a la participación de la acción del grupo comercial del empresario Ricardo Salinas Pliego en el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, Babatz dice que ése es un asunto de la BMV y que las autoridades regulatorias no tienen incidencia en ello como no la tiene ninguna autoridad sobre los índices que se calculan en el mundo. Por lo tanto, “que nadie se llame engañado”, dice Guillermo Babatz. Y concluye el tema con esta afirmación: “No tenemos ninguna evidencia de que en este caso hubo manipulación”.
2. ¿SERÁ HOY O SERÁ MAÑANA? Se ha dicho que hoy Med Atlántica podría definir su postura sobre la compra de Mexicana de Aviación. Y si acaso no lo define hoy, seguramente tendrá nuevos plazos para hacerlo.
Comentarios