Apro
A sus 38 años de edad, Diana Marroquín Bayardo se convertirá en la primera transexual que incursionará en la política, como aspirante a una diputación federal por el PRD.
Diana es popular en televisión, radio y prensa por sus comentarios sobre el horóscopo chino, sus predicciones y la utilidad del feng shui.
En una entrevista concedida a la agencia Reuters, comentó que en 2004 predijo el tsunami en el sudeste asiático y en dos años después, en 2006, la explosión de una mina de carbón en el norte de México (Coahuila).
Sin embargo, explica que sus intereses se han enfocado a promover la tolerancia a la diversidad sexual desde un escaño en la Cámara de Diputados. Y lo hará a través del Partido de la Revolución Democrática que la postuló como candidata a diputada federal por el Distrito IV, con cabecera en Tulancingo, Hidalgo.
Diana da a conocer sus razones de buscar un escaño en la Cámara de Diputados.
“No soy solamente una persona que se cambió de sexo y que quiere ser candidata. No es mi prioridad que se sepa (que soy transexual), (sino que) es importante acercarme a todos los grupos vulnerables”.
Delgada, de cabello largo rubio teñido, uñas postizas y zapatos de tacón, adelanta que propondrá la creación de un instituto que promueva la tolerancia a la diversidad sexual y la tipificación de las agresiones y crímenes de odio como delitos con sanciones más severas en todo el país.
“Estamos en un estado de indefensión (…) En el Distrito Federal es el único lugar donde existe más respeto, leyes, pero no es así en ningún otro estado”, lamenta.
Diana es la primera transexual en incursionar en la política en México y uno de los únicos casos en América Latina que presentan mayor atraso en el reconocimiento a las minorías, por ejemplo Nicaragua, donde no está legalizado el cambio de sexo y apenas en 2008 fue eliminada la homosexualidad como un delito.
La candidata perredista relata que el proceso para cambiar de sexo no fue fácil, pero sostiene que ahora le emociona mostrar su nueva identidad y olvidar su historia como hombre, que empezó a eliminar desde los 17 años.
A esa edad, refiere inició un tratamiento hormonal para eliminar el vello corporal y afinar la voz, entre otras modificaciones. Pasados los 20 se sometió luego a una operación para cambiar su sexo, pero explica que tardó nueve años para obtener su nueva identidad legal.
Nació jurídicamente en 2003, con 29 años, pero aunque el acta que le dieron tenía su nuevo nombre, había también una anotación al margen con el cambio de sexo y mantenía su identidad previa, lo que expertos consideran como discriminatorio.
Hasta 2008, cuando finalmente se aprobó una reforma de diversidad sexo-genérica en el Distrito Federal, se le permitió el cambio total del acta de nacimiento y se obligó a las dependencias del Estado, como el Seguro Social, a reconocer el cambio de sexo y su nueva identidad.
Después de eso, durante más de un año realizó trámites para cambiar su identidad en las instituciones educativas a las que asistió, y acudió al Instituto Federal Electoral (IFE) para cambiar su credencial para votar.
Los pasos de Diana ya son seguidos por otra transexual que busca ocupar un escaño en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, también por el PRD. Su nombre es Diana Sánchez y se espera que su postulación se defina en los próximos días.
De acuerdo con la organización civil “Letra S”, en México se han registrado 705 asesinatos contra homosexuales entre 1995 y 2009, y la mayoría no han sido esclarecidos.
El caso más reciente es el de Agnes Torres Hernández, activista por los derechos humanos de la Comunidad Lésbico Gay, Transexual y Bisexual (LGTB), cuyo cuerpo fue hallado el pasado sábado 10 en la barranca de Xaxocuapatle, cerca de la autopista Siglo XXI, en Atlixco.
La activista transgénero, cuyo verdadero nombre era Abraham Torres Hernández, era buscada por sus familiares y amigos en las redes sociales, luego de que perdieron comunicación con ella desde la noche del viernes.
Su asesinato coincidió con la polémica desatada el jueves 8 por Juan Pablo Castro Gamble, integrante de Juventudes panistas, quien durante el parlamento juvenil organizado por la Comisión de Juventud y Deporte de la Asamblea Legislativa (ALDF) criticó al PRD y el gobierno local de aprobar leyes que promueven los “matrimonios entre jotos”.
A sus 38 años de edad, Diana Marroquín Bayardo se convertirá en la primera transexual que incursionará en la política, como aspirante a una diputación federal por el PRD.
Diana es popular en televisión, radio y prensa por sus comentarios sobre el horóscopo chino, sus predicciones y la utilidad del feng shui.
En una entrevista concedida a la agencia Reuters, comentó que en 2004 predijo el tsunami en el sudeste asiático y en dos años después, en 2006, la explosión de una mina de carbón en el norte de México (Coahuila).
Sin embargo, explica que sus intereses se han enfocado a promover la tolerancia a la diversidad sexual desde un escaño en la Cámara de Diputados. Y lo hará a través del Partido de la Revolución Democrática que la postuló como candidata a diputada federal por el Distrito IV, con cabecera en Tulancingo, Hidalgo.
Diana da a conocer sus razones de buscar un escaño en la Cámara de Diputados.
“No soy solamente una persona que se cambió de sexo y que quiere ser candidata. No es mi prioridad que se sepa (que soy transexual), (sino que) es importante acercarme a todos los grupos vulnerables”.
Delgada, de cabello largo rubio teñido, uñas postizas y zapatos de tacón, adelanta que propondrá la creación de un instituto que promueva la tolerancia a la diversidad sexual y la tipificación de las agresiones y crímenes de odio como delitos con sanciones más severas en todo el país.
“Estamos en un estado de indefensión (…) En el Distrito Federal es el único lugar donde existe más respeto, leyes, pero no es así en ningún otro estado”, lamenta.
Diana es la primera transexual en incursionar en la política en México y uno de los únicos casos en América Latina que presentan mayor atraso en el reconocimiento a las minorías, por ejemplo Nicaragua, donde no está legalizado el cambio de sexo y apenas en 2008 fue eliminada la homosexualidad como un delito.
La candidata perredista relata que el proceso para cambiar de sexo no fue fácil, pero sostiene que ahora le emociona mostrar su nueva identidad y olvidar su historia como hombre, que empezó a eliminar desde los 17 años.
A esa edad, refiere inició un tratamiento hormonal para eliminar el vello corporal y afinar la voz, entre otras modificaciones. Pasados los 20 se sometió luego a una operación para cambiar su sexo, pero explica que tardó nueve años para obtener su nueva identidad legal.
Nació jurídicamente en 2003, con 29 años, pero aunque el acta que le dieron tenía su nuevo nombre, había también una anotación al margen con el cambio de sexo y mantenía su identidad previa, lo que expertos consideran como discriminatorio.
Hasta 2008, cuando finalmente se aprobó una reforma de diversidad sexo-genérica en el Distrito Federal, se le permitió el cambio total del acta de nacimiento y se obligó a las dependencias del Estado, como el Seguro Social, a reconocer el cambio de sexo y su nueva identidad.
Después de eso, durante más de un año realizó trámites para cambiar su identidad en las instituciones educativas a las que asistió, y acudió al Instituto Federal Electoral (IFE) para cambiar su credencial para votar.
Los pasos de Diana ya son seguidos por otra transexual que busca ocupar un escaño en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, también por el PRD. Su nombre es Diana Sánchez y se espera que su postulación se defina en los próximos días.
De acuerdo con la organización civil “Letra S”, en México se han registrado 705 asesinatos contra homosexuales entre 1995 y 2009, y la mayoría no han sido esclarecidos.
El caso más reciente es el de Agnes Torres Hernández, activista por los derechos humanos de la Comunidad Lésbico Gay, Transexual y Bisexual (LGTB), cuyo cuerpo fue hallado el pasado sábado 10 en la barranca de Xaxocuapatle, cerca de la autopista Siglo XXI, en Atlixco.
La activista transgénero, cuyo verdadero nombre era Abraham Torres Hernández, era buscada por sus familiares y amigos en las redes sociales, luego de que perdieron comunicación con ella desde la noche del viernes.
Su asesinato coincidió con la polémica desatada el jueves 8 por Juan Pablo Castro Gamble, integrante de Juventudes panistas, quien durante el parlamento juvenil organizado por la Comisión de Juventud y Deporte de la Asamblea Legislativa (ALDF) criticó al PRD y el gobierno local de aprobar leyes que promueven los “matrimonios entre jotos”.
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