Encuestas y fraude
Mercaei, contratos y calidad
A escena, GEA-ISA
Julio Hernández López / Astillero
Como en 2006, el calderonismo ha fraguado ahora una historia de presunto éxito electoral súbito a partir de encuestas hechas a modo por aliados sujetos a premiación. Como en 2006, los estudios de opinión bajo encargo han servido para abastecer de material propagandístico a opinantes varios, en especial de los medios electrónicos, que a partir de la demoscopia prostituida tejen análisis pautados y producen sentencias implacables, todo bajo el halo de cientificidad que pretenden asignarle a las truculencias estadísticas. El eje del fraude electoral de 2006 fue ese: encuestas convenidas, apoyo mediático fundado en ellas, intervencionismo abierto de Los Pinos, y operación cibernética y manual en el tramo final.
Esta vez, Felipe Calderón en persona dio el banderazo de salida a la Operación Dos Cartas (nadie sabe si el michoacano quiere el triunfo del josefinismo o ya convino con el PRI abrirle las puertas), al presentar ante consejeros de Banamex una exposición gráfica de encuestas de opinión con la tesis de una heroica aparición de Josefina Vázquez Mota remontando distancia respecto a Enrique Peña Nieto y colocándose nada más porque sí a cuatro puntos porcentuales del priísta.
La maniobra felipista, luego suavizada mediante hipócritas golpes de pecho supuestamente democráticos, estuvo llena de irregularidades sugestivas. No era un material propio de la autodenominada Presidencia de la República, sino del Partido Acción Nacional y no había sido registrado ante el IFE sino hasta después de su uso explosivo ante los banqueros antes mencionados.
El elemento clave en la detonación del falso crecimiento de JVM ha sido la empresa denominada Mercaei, fundada en 1998 y dirigida por Lauro Mercado Gasca, quien tiene como socia a Guadalupe López de Llergo Cornejo. El primero fue asesor técnico en asuntos electorales, de 1990 a 1993, en la Presidencia de la República, con Carlos Salinas de Gortari. La segunda estuvo en 1993 en las mismas tareas y el año pasado era funcionaria del IFE.
Al respecto, Enrique Galván Ochoa publicó en su columna Dinero del 15 de septiembre de 2011: “Esta noche un grupo selecto de mexicanos adinerados, desafiando la devaluación del peso, darán el Grito –pero en dólares– en Las Vegas. Habrá muy buenos shows (…) También el IFE estará presente (…): Dalia Moreno López y Guadalupe López de Llergo ya se encuentran por allá, haciendo contacto con paisanos avecindados por aquellos rumbos. La señora Moreno López es la coordinadora del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero y pertenece al círculo cercano del presidente Leonardo Valdés Zurita, mientras que la señora López de Llergo se desempeña como directora de Vinculación Electoral. Si las llegan a ver frente a una modesta maquinita (…) o en la mesa del bacarat con fichas de mil billetes verdes, no piensen mal, es que seguramente no faltó quien les dijera que con tantita suerte ahí hallarían a algunos mexicanos a quienes hay que convencer de que voten. Van con gastos pagados por los contribuyentes”.
Aunque, en realidad, Mercaei iba produciendo cada vez mejores dividendos para sus socios. En 2008, por ejemplo, obtuvo el contrato principal de Los Pinos para encuestas de opinión: 26 millones 389 mil 395 pesos a cuenta de Servicios para el levantamiento de encuestas telefónicas y cara a cara en vivienda, según quedó consignado en el contrato ITP-018-013-08, firmado el 30 de mayo de 2008 y que se sostendría hasta el 31 de diciembre de 2009, con elecciones federales y estatales de por medio. En bit.ly/wOwTVm puede leerse que Mercaei solamente había ganado antes un contrato con el gobierno federal, justamente durante el calderonismo, en 2007, por 3 millones 978 mil pesos, bajo el rubro de reclutamiento, moderación y análisis de grupos de enfoque. Con los 26 millones de 2008, Mercaei logró ser la empresa encuestadora con más alto pago de parte de un gobierno federal.
Y, sin embargo, Mercaei reconoce en bit.ly/AhGxkK que está por concluir la implantación y certificación de la norma ISO-9001:2000 y del ESIMM (Estándar de Servicio para la Investigación de Mercados en México) por parte de la AMAI (la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública). También dice que con el fin de contar con los estándares de calidad de la industria de la investigación de opinión a nivel mundial, adecuaremos nuestro sistema a la norma ISO-20252:2005 una vez que la organización ISO la publique y así recertificarnos en ella.
La peculiar textura de Mercaei y su uso golpista en la producción de una percepción de que la pelea por la Presidencia del país se dará solamente entre PAN y PRI habría sido consolidada, sin embargo, por la posterior aparición de GEA-ISA, que en un diario de circulación nacional mostró a JVM a siete puntos de EPN. Por cierto, Mercaei tiene en su cartera de clientes a GEA-ISA (y a Consulta Mitofsky). GEA-ISA fue usada en 2006 para dar el primer impacto de presunto avance de Felipe Calderón frente a López Obrador y a partir de allí se unificaron encuestadoras y comentaristas electrónicos. En premio, el director de esas andanzas, Guillermo Valdés, fue nombrado director del Cisen. Ahora, GEA-ISA publicará en Milenio un seguimiento diario de las tendencias de opinión, con lo que se buscará asentar la misma tesis bipartidista y excluyente de la izquierda.
Con el golpe sustentado en Mercaei, y seguido de inmediato por GEA-ISA, se pretende cerrar la disputa presidencial en dos bandos que a fin de cuentas comparten intereses, proyecto, patrocinadores y manejadores. El resto del libreto tratarán de decidirlo los amistosos contendientes, ya sea la alternancia o la continuidad, que a fin de cuentas sería lo mismo. Al menos ese es su plan, sellado en Los Pinos con el encuentro Cald-Cold y la posterior amorosidad prianista desatada. Y, mientras en Chihuahua corría la versión de un cuñadazo extramatrimonial (Hanna de la Madrid) en las listas del PRI para San Lázaro, ¡feliz fin de semana, con la periodista Anabel Hernández recibiendo un gran premio internacional!
Mercaei, contratos y calidad
A escena, GEA-ISA
Julio Hernández López / Astillero
Como en 2006, el calderonismo ha fraguado ahora una historia de presunto éxito electoral súbito a partir de encuestas hechas a modo por aliados sujetos a premiación. Como en 2006, los estudios de opinión bajo encargo han servido para abastecer de material propagandístico a opinantes varios, en especial de los medios electrónicos, que a partir de la demoscopia prostituida tejen análisis pautados y producen sentencias implacables, todo bajo el halo de cientificidad que pretenden asignarle a las truculencias estadísticas. El eje del fraude electoral de 2006 fue ese: encuestas convenidas, apoyo mediático fundado en ellas, intervencionismo abierto de Los Pinos, y operación cibernética y manual en el tramo final.
Esta vez, Felipe Calderón en persona dio el banderazo de salida a la Operación Dos Cartas (nadie sabe si el michoacano quiere el triunfo del josefinismo o ya convino con el PRI abrirle las puertas), al presentar ante consejeros de Banamex una exposición gráfica de encuestas de opinión con la tesis de una heroica aparición de Josefina Vázquez Mota remontando distancia respecto a Enrique Peña Nieto y colocándose nada más porque sí a cuatro puntos porcentuales del priísta.
La maniobra felipista, luego suavizada mediante hipócritas golpes de pecho supuestamente democráticos, estuvo llena de irregularidades sugestivas. No era un material propio de la autodenominada Presidencia de la República, sino del Partido Acción Nacional y no había sido registrado ante el IFE sino hasta después de su uso explosivo ante los banqueros antes mencionados.
El elemento clave en la detonación del falso crecimiento de JVM ha sido la empresa denominada Mercaei, fundada en 1998 y dirigida por Lauro Mercado Gasca, quien tiene como socia a Guadalupe López de Llergo Cornejo. El primero fue asesor técnico en asuntos electorales, de 1990 a 1993, en la Presidencia de la República, con Carlos Salinas de Gortari. La segunda estuvo en 1993 en las mismas tareas y el año pasado era funcionaria del IFE.
Al respecto, Enrique Galván Ochoa publicó en su columna Dinero del 15 de septiembre de 2011: “Esta noche un grupo selecto de mexicanos adinerados, desafiando la devaluación del peso, darán el Grito –pero en dólares– en Las Vegas. Habrá muy buenos shows (…) También el IFE estará presente (…): Dalia Moreno López y Guadalupe López de Llergo ya se encuentran por allá, haciendo contacto con paisanos avecindados por aquellos rumbos. La señora Moreno López es la coordinadora del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero y pertenece al círculo cercano del presidente Leonardo Valdés Zurita, mientras que la señora López de Llergo se desempeña como directora de Vinculación Electoral. Si las llegan a ver frente a una modesta maquinita (…) o en la mesa del bacarat con fichas de mil billetes verdes, no piensen mal, es que seguramente no faltó quien les dijera que con tantita suerte ahí hallarían a algunos mexicanos a quienes hay que convencer de que voten. Van con gastos pagados por los contribuyentes”.
Aunque, en realidad, Mercaei iba produciendo cada vez mejores dividendos para sus socios. En 2008, por ejemplo, obtuvo el contrato principal de Los Pinos para encuestas de opinión: 26 millones 389 mil 395 pesos a cuenta de Servicios para el levantamiento de encuestas telefónicas y cara a cara en vivienda, según quedó consignado en el contrato ITP-018-013-08, firmado el 30 de mayo de 2008 y que se sostendría hasta el 31 de diciembre de 2009, con elecciones federales y estatales de por medio. En bit.ly/wOwTVm puede leerse que Mercaei solamente había ganado antes un contrato con el gobierno federal, justamente durante el calderonismo, en 2007, por 3 millones 978 mil pesos, bajo el rubro de reclutamiento, moderación y análisis de grupos de enfoque. Con los 26 millones de 2008, Mercaei logró ser la empresa encuestadora con más alto pago de parte de un gobierno federal.
Y, sin embargo, Mercaei reconoce en bit.ly/AhGxkK que está por concluir la implantación y certificación de la norma ISO-9001:2000 y del ESIMM (Estándar de Servicio para la Investigación de Mercados en México) por parte de la AMAI (la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública). También dice que con el fin de contar con los estándares de calidad de la industria de la investigación de opinión a nivel mundial, adecuaremos nuestro sistema a la norma ISO-20252:2005 una vez que la organización ISO la publique y así recertificarnos en ella.
La peculiar textura de Mercaei y su uso golpista en la producción de una percepción de que la pelea por la Presidencia del país se dará solamente entre PAN y PRI habría sido consolidada, sin embargo, por la posterior aparición de GEA-ISA, que en un diario de circulación nacional mostró a JVM a siete puntos de EPN. Por cierto, Mercaei tiene en su cartera de clientes a GEA-ISA (y a Consulta Mitofsky). GEA-ISA fue usada en 2006 para dar el primer impacto de presunto avance de Felipe Calderón frente a López Obrador y a partir de allí se unificaron encuestadoras y comentaristas electrónicos. En premio, el director de esas andanzas, Guillermo Valdés, fue nombrado director del Cisen. Ahora, GEA-ISA publicará en Milenio un seguimiento diario de las tendencias de opinión, con lo que se buscará asentar la misma tesis bipartidista y excluyente de la izquierda.
Con el golpe sustentado en Mercaei, y seguido de inmediato por GEA-ISA, se pretende cerrar la disputa presidencial en dos bandos que a fin de cuentas comparten intereses, proyecto, patrocinadores y manejadores. El resto del libreto tratarán de decidirlo los amistosos contendientes, ya sea la alternancia o la continuidad, que a fin de cuentas sería lo mismo. Al menos ese es su plan, sellado en Los Pinos con el encuentro Cald-Cold y la posterior amorosidad prianista desatada. Y, mientras en Chihuahua corría la versión de un cuñadazo extramatrimonial (Hanna de la Madrid) en las listas del PRI para San Lázaro, ¡feliz fin de semana, con la periodista Anabel Hernández recibiendo un gran premio internacional!
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