Apro
Pese a que la carrera profesional de la procuradora general de la República ha estado marcada por fracasos, y no obstante haber sido señalada por manipular el programa de testigos protegidos, la revista estadunidense Newsweek incluyó a Marisela Morales Ibáñez en la lista de las 150 mujeres más valientes del mundo, al lado de personalidades de la política como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y la activista china, Mao Hengfeng.
Además de Morales, aparecen también la magistrada Olga Sánchez Cordero; la periodista Adela Navarro Bello, coeditora del semanario Zeta, quien ha recibido amenazas por parte del crimen organizado, y la legisladora Rosi Orozco, quien junto con su esposo, Alejandro Orozco –director del Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores (Inapam–, encabeza una secta evangélica de ultraderecha: la Casa sobre la Roca.
El reconocimiento de la revista estadunidense a Marisela Morales no oculta su historia y nexos con hombres del poder controvertidos, como su mentor Mariano Herrán Salvatti, quien hoy purga una condena por peculado, enriquecimiento ilícito y presuntas ligas con el narcotráfico.
En una nota de Ricardo Ravelo, publicada en el número 1799 de la revista Proceso, se señala que en el sexenio de Ernesto Zedillo, como auxiliar de distintos subprocuradores federales, Morales Ibáñez estuvo involucrada en las maniobras para incriminar a Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas, por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero, peculado y desvío de los recursos de la llamada “partida secreta” para enriquecerse de manera ilícita.
Entre los fracasos de Morales como titular de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) destaca la acusación contra Boris del Valle Alonso, un ciudadano cubano-mexicano que asesoró a Gregorio Sánchez en materia de seguridad durante su gestión como alcalde de Cancún, Quintana Roo, quien también fue detenido y luego liberado por el delito de delincuencia organizada.
A Del Valle se le acusó de tráfico de indocumentados y de tener presuntas ligas en ese negocio con integrantes de Los Zetas en la península de Yucatán.
Luego de dos años de encarcelamiento y un arraigo por 40 días, Del Valle quedó en libertad ante la falta de evidencias.
Morales también era responsable de la SIEDO durante el caso de Vicente Carrillo Leyva, a quien un tribunal federal absolvió de todos los cargos de delincuencia organizada y recursos de procedencia ilícita que le fincó la PGR, razón por la cual Carrillo Leyva tuvo que ser detenido nuevamente al salir del penal del Altiplano.
A su paso por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Morales Ibáñez vulneró el programa de testigos protegidos, que data de 1996. Declaraciones falsas, incriminaciones enderezadas contra personas que no conocen y ejecuciones de testigos por descuidos en su seguridad son algunos de los vicios que enturbiaron ese esquema.
El ejemplo más notable del fracaso del programa fue la acusación que, con base en testigos protegidos, realizó la SIEDO a mediados de 2009 contra 35 presidentes municipales de Michoacán y otros funcionarios policiacos y del Ministerio Público federal y del fuero común por presuntos vínculos con el narcotráfico.
Después de ese golpe mediático –el llamado Michoacanazo– que puso en evidencia el caso más escandaloso de narcopolítica en el país, todos los alcaldes fueron liberados por tribunales de alzada debido a la falta de pruebas; es decir, los expedientes estaban mal integrados.
Además de ser cuestionada por sus vínculos con Genaro García Luna, uno de los funcionarios más desacreditados del gabinete calderonista por sus desatinos al frente de la Secretaría de Seguridad Pública federal, la procuradora general de la República ha sido vapuleada por la utilización de los testigos protegidos con fines políticos.
La funcionaria también quiso acusar al exalcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon –sobre quien pesan sospechas de que es lavador de dólares y autor intelectual de al menos un homicidio–, de actividades vinculadas con la delincuencia organizada, en vísperas de las elecciones en el Estado de México, pero una juez descubrió la trampa: el parte militar, base de la acusación, no se apegó a la realidad.
El fallo que dejó libre al dueño de Grupo Caliente y a 10 de sus colaboradores y escoltas también hizo evidente el uso de la PGR como instrumento de persecución política y la utilización del Ejército para adulterar evidencias.
Y así, pese a las reiteradas pifias de la fiscal, la revista Newsweek la colocó en la lista de las mujeres más valientes del mundo, junto con celebridades y otras caras conocidas de la política, la música y el mundo del espectáculo en Estados Unidos.
En la lista aparecen las presidentas de Argentina, Brasil y Chile, Cristina Fernández, Dilma Roussef y Michelle Bachelet, ahora directora ejecutiva de la agencia ONU Mujeres.
También fueron incluidas las argentinas Abuelas de la Plaza de Mayo, la grafitera brasileña Panmela Castro, la representante estudiantil chilena Camila Vallejo, la bloguera cubana Yoani Sánchez y la fiscal general del Estado de Guatemala, Claudia Paz y Paz.
Asimismo, la vicepresidenta del Gobierno español y ministra de la presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, y la montañera donostiarra Edurne Pasabán.
Por lo demás, Estados Unidos vuelve a dominar el ranking con 53 mujeres, entre las que se encuentran las celebridades Oprah Winfrey, Meryl Streep, Angelina Jolie, Lady Gaga o Glenn Close, así como mujeres de la política como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, la excongresista Gabrielle Giffords, o la republicana Michelle Bachean.
Otros nombres incluidos en la lista de Newsweek son los de la cantante británica Adele, la activista china Mao Hengfeng, la canciller alemana Angela Merkel, la directora del Congreso Americano-Islámico de Egipto, Dalia Ziada, o la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Pese a que la carrera profesional de la procuradora general de la República ha estado marcada por fracasos, y no obstante haber sido señalada por manipular el programa de testigos protegidos, la revista estadunidense Newsweek incluyó a Marisela Morales Ibáñez en la lista de las 150 mujeres más valientes del mundo, al lado de personalidades de la política como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y la activista china, Mao Hengfeng.
Además de Morales, aparecen también la magistrada Olga Sánchez Cordero; la periodista Adela Navarro Bello, coeditora del semanario Zeta, quien ha recibido amenazas por parte del crimen organizado, y la legisladora Rosi Orozco, quien junto con su esposo, Alejandro Orozco –director del Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores (Inapam–, encabeza una secta evangélica de ultraderecha: la Casa sobre la Roca.
El reconocimiento de la revista estadunidense a Marisela Morales no oculta su historia y nexos con hombres del poder controvertidos, como su mentor Mariano Herrán Salvatti, quien hoy purga una condena por peculado, enriquecimiento ilícito y presuntas ligas con el narcotráfico.
En una nota de Ricardo Ravelo, publicada en el número 1799 de la revista Proceso, se señala que en el sexenio de Ernesto Zedillo, como auxiliar de distintos subprocuradores federales, Morales Ibáñez estuvo involucrada en las maniobras para incriminar a Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas, por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero, peculado y desvío de los recursos de la llamada “partida secreta” para enriquecerse de manera ilícita.
Entre los fracasos de Morales como titular de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) destaca la acusación contra Boris del Valle Alonso, un ciudadano cubano-mexicano que asesoró a Gregorio Sánchez en materia de seguridad durante su gestión como alcalde de Cancún, Quintana Roo, quien también fue detenido y luego liberado por el delito de delincuencia organizada.
A Del Valle se le acusó de tráfico de indocumentados y de tener presuntas ligas en ese negocio con integrantes de Los Zetas en la península de Yucatán.
Luego de dos años de encarcelamiento y un arraigo por 40 días, Del Valle quedó en libertad ante la falta de evidencias.
Morales también era responsable de la SIEDO durante el caso de Vicente Carrillo Leyva, a quien un tribunal federal absolvió de todos los cargos de delincuencia organizada y recursos de procedencia ilícita que le fincó la PGR, razón por la cual Carrillo Leyva tuvo que ser detenido nuevamente al salir del penal del Altiplano.
A su paso por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, Morales Ibáñez vulneró el programa de testigos protegidos, que data de 1996. Declaraciones falsas, incriminaciones enderezadas contra personas que no conocen y ejecuciones de testigos por descuidos en su seguridad son algunos de los vicios que enturbiaron ese esquema.
El ejemplo más notable del fracaso del programa fue la acusación que, con base en testigos protegidos, realizó la SIEDO a mediados de 2009 contra 35 presidentes municipales de Michoacán y otros funcionarios policiacos y del Ministerio Público federal y del fuero común por presuntos vínculos con el narcotráfico.
Después de ese golpe mediático –el llamado Michoacanazo– que puso en evidencia el caso más escandaloso de narcopolítica en el país, todos los alcaldes fueron liberados por tribunales de alzada debido a la falta de pruebas; es decir, los expedientes estaban mal integrados.
Además de ser cuestionada por sus vínculos con Genaro García Luna, uno de los funcionarios más desacreditados del gabinete calderonista por sus desatinos al frente de la Secretaría de Seguridad Pública federal, la procuradora general de la República ha sido vapuleada por la utilización de los testigos protegidos con fines políticos.
La funcionaria también quiso acusar al exalcalde de Tijuana, Jorge Hank Rhon –sobre quien pesan sospechas de que es lavador de dólares y autor intelectual de al menos un homicidio–, de actividades vinculadas con la delincuencia organizada, en vísperas de las elecciones en el Estado de México, pero una juez descubrió la trampa: el parte militar, base de la acusación, no se apegó a la realidad.
El fallo que dejó libre al dueño de Grupo Caliente y a 10 de sus colaboradores y escoltas también hizo evidente el uso de la PGR como instrumento de persecución política y la utilización del Ejército para adulterar evidencias.
Y así, pese a las reiteradas pifias de la fiscal, la revista Newsweek la colocó en la lista de las mujeres más valientes del mundo, junto con celebridades y otras caras conocidas de la política, la música y el mundo del espectáculo en Estados Unidos.
En la lista aparecen las presidentas de Argentina, Brasil y Chile, Cristina Fernández, Dilma Roussef y Michelle Bachelet, ahora directora ejecutiva de la agencia ONU Mujeres.
También fueron incluidas las argentinas Abuelas de la Plaza de Mayo, la grafitera brasileña Panmela Castro, la representante estudiantil chilena Camila Vallejo, la bloguera cubana Yoani Sánchez y la fiscal general del Estado de Guatemala, Claudia Paz y Paz.
Asimismo, la vicepresidenta del Gobierno español y ministra de la presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, y la montañera donostiarra Edurne Pasabán.
Por lo demás, Estados Unidos vuelve a dominar el ranking con 53 mujeres, entre las que se encuentran las celebridades Oprah Winfrey, Meryl Streep, Angelina Jolie, Lady Gaga o Glenn Close, así como mujeres de la política como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, la excongresista Gabrielle Giffords, o la republicana Michelle Bachean.
Otros nombres incluidos en la lista de Newsweek son los de la cantante británica Adele, la activista china Mao Hengfeng, la canciller alemana Angela Merkel, la directora del Congreso Americano-Islámico de Egipto, Dalia Ziada, o la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
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