José Cárdenas
Con ese grito de guerra, Enrique Peña Nieto protestó como candidato del PRI a la Presidencia de la República.
El mexiquense eligió bien las palabras, el escenario y el contexto. Retó al PAN en sus dominios y se plantó en la cuna de la Independencia… –¿Para emular al Padre de la Patria?
Nada más le falto gritar, “mueran los gachupines”… o mejor dicho, los “pitufines”.
Después del aperitivo viene el plato fuerte… como adelantó a un grupo de periodistas en una comida privada.
Enrique Peña Nieto se registra hoy ante el IFE… recostado en el mullido colchón que le da su amplia ventaja en las encuestas. Ningún candidato había llegado al 15 de marzo de un año electoral con 14 puntos arriba de su más cercana contendiente.
El abismo que separa a Peña Nieto de Josefina Vázquez Mota podría parecer una tentación para viajar de muertito en las nubes del confort, de aquí al 1 de julio… pero hacerlo así podría ser un suicidio.
Pregúntele a Francisco Labastida si no es cierto aquello de que, como el camarón, candidato que se duerme… acaba de coctel.
Peña Nieto deberá demostrar que no sólo es el candidato de las revistas del corazón.
El mexiquense tiene muy claro su plan de vuelo. Prometerá seguridad (“vivir con miedo, temor y angustia, no es vivir”), mejor economía (“la pobreza afecta a 12 millones más y no genera los empleos prometidos”), salud universal y un gobierno eficaz (“es momento de un cambio responsable para un mejor porvenir”).
–¿Sacará del archivo aquello de “te lo prometo… te lo firmo… te lo cumplo”, que le valió para ganar el poder en el Estado de México?
Por lo pronto, Peña Nieto ya planchó lo que podía planchar.
La tregua firmada por Pedro Joaquín Coldwell con el presidente Calderón, le dará un respiro…
El pleito —dirán los camisas rojas— no es con el Presidente, sino con Josefina… por posibles violaciones a la veda electoral durante el supuesto acto anticipado de campaña del domingo negro en el Estadio Azul.
Del PAN vendrán obuses, misiles… y bombas nucleares.
Por lo prontito… ya le salió la diputada Augusta Díaz de Rivera con aquello de que “trae muertas a las mujeres”… en referencia a que el Estado de México ocupa el primer lugar nacional en feminicidios.
Las dos batallas que más podrían preocupar en el cuarto de guerra del mexiquense serán los debates, el primero, el primer domingo de mayo. El segundo, un mes después. Peña Nieto no quiere más… –¿Ni aunque El Peje se emberrinche?
En ambos debates, Peña Nieto jugará al empate. Apostará a no perder. Ser “puntero” lo hace vulnerable. Blanco de ataques. Por eso, si empata, gana.
A estas alturas, falta conocer dónde arrancará la campaña presidencial del PRI.
Nos comentaba el candidato que le late Querétaro, cuna de la Constitución… Guanajuato, ya no. Tampoco Sonora, tierra de su grandote Álvaro Obregón… ¿Quizá Ciudad Juárez… emblema nacional de lo peor y lo mejor?
MONJE LOCO: Enrique Peña Nieto no aceptará la invitación para asistir a la misa del Papa el domingo 25, en Silao. Si quisiera una audiencia privada. El Episcopado, no. Ya se sabe, ya se supo…
Con ese grito de guerra, Enrique Peña Nieto protestó como candidato del PRI a la Presidencia de la República.
El mexiquense eligió bien las palabras, el escenario y el contexto. Retó al PAN en sus dominios y se plantó en la cuna de la Independencia… –¿Para emular al Padre de la Patria?
Nada más le falto gritar, “mueran los gachupines”… o mejor dicho, los “pitufines”.
Después del aperitivo viene el plato fuerte… como adelantó a un grupo de periodistas en una comida privada.
Enrique Peña Nieto se registra hoy ante el IFE… recostado en el mullido colchón que le da su amplia ventaja en las encuestas. Ningún candidato había llegado al 15 de marzo de un año electoral con 14 puntos arriba de su más cercana contendiente.
El abismo que separa a Peña Nieto de Josefina Vázquez Mota podría parecer una tentación para viajar de muertito en las nubes del confort, de aquí al 1 de julio… pero hacerlo así podría ser un suicidio.
Pregúntele a Francisco Labastida si no es cierto aquello de que, como el camarón, candidato que se duerme… acaba de coctel.
Peña Nieto deberá demostrar que no sólo es el candidato de las revistas del corazón.
El mexiquense tiene muy claro su plan de vuelo. Prometerá seguridad (“vivir con miedo, temor y angustia, no es vivir”), mejor economía (“la pobreza afecta a 12 millones más y no genera los empleos prometidos”), salud universal y un gobierno eficaz (“es momento de un cambio responsable para un mejor porvenir”).
–¿Sacará del archivo aquello de “te lo prometo… te lo firmo… te lo cumplo”, que le valió para ganar el poder en el Estado de México?
Por lo pronto, Peña Nieto ya planchó lo que podía planchar.
La tregua firmada por Pedro Joaquín Coldwell con el presidente Calderón, le dará un respiro…
El pleito —dirán los camisas rojas— no es con el Presidente, sino con Josefina… por posibles violaciones a la veda electoral durante el supuesto acto anticipado de campaña del domingo negro en el Estadio Azul.
Del PAN vendrán obuses, misiles… y bombas nucleares.
Por lo prontito… ya le salió la diputada Augusta Díaz de Rivera con aquello de que “trae muertas a las mujeres”… en referencia a que el Estado de México ocupa el primer lugar nacional en feminicidios.
Las dos batallas que más podrían preocupar en el cuarto de guerra del mexiquense serán los debates, el primero, el primer domingo de mayo. El segundo, un mes después. Peña Nieto no quiere más… –¿Ni aunque El Peje se emberrinche?
En ambos debates, Peña Nieto jugará al empate. Apostará a no perder. Ser “puntero” lo hace vulnerable. Blanco de ataques. Por eso, si empata, gana.
A estas alturas, falta conocer dónde arrancará la campaña presidencial del PRI.
Nos comentaba el candidato que le late Querétaro, cuna de la Constitución… Guanajuato, ya no. Tampoco Sonora, tierra de su grandote Álvaro Obregón… ¿Quizá Ciudad Juárez… emblema nacional de lo peor y lo mejor?
MONJE LOCO: Enrique Peña Nieto no aceptará la invitación para asistir a la misa del Papa el domingo 25, en Silao. Si quisiera una audiencia privada. El Episcopado, no. Ya se sabe, ya se supo…
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