Se respetarán contratos de la paraestatal: AMLO
Alma Muñoz y Enrique Méndez
Andrés Manuel López Obrador afirmó que de ganar la Presidencia de la República respetará los contratos otorgados a empresas privadas nacionales y extranjeras para la exploración y explotación de petróleo, pero con el cambio se va a poner un hasta aquí. No se concederán nuevos ni se privatizará el crudo, aseguró.
Sólo quienes no han leído el artículo 27 constitucional y no tienen un poco de luz en la frente podrían estar pensando en vender Petróleos Mexicanos (Pemex). No queremos dorar la píldora a nadie, porque esa privatización afectaría a todos, incluyendo a los empresarios, destacó.
Tanto en su discurso de toma de protesta ante la dirigencia del Partido del Trabajo (PT) como al concluir su participación en el foro sobre energía que encabezó Adolfo Hellmund, propuesto por él para ocupar la Secretaría de Energía, López Obrador sostuvo que el crudo debe ser palanca del desarrollo.
En el marco del 74 aniversario de la expropiación petrolera, indicó que no se trata de retórica ni de acomodar el discurso a esta fecha, pero aclaró que en el contexto de la elección presidencial ya se definen posturas en torno a la soberanía energética, y hay tres candidatos que proponen la privatización del petróleo. Yo sostengo que debe seguir siendo propiedad de la nación, de todos los mexicanos.
Más tarde, en conferencia de prensa en un hotel del Centro Histórico, dijo que se le sigue dando la vuelta a la prohibición de no permitir la participación de compañías privadas. Lo mismo en el caso de la generación de energía eléctrica, que está reservada a la nación, apuntó.
Todo eso se va a corregir. No quiero hablar de una segunda expropiación, pero sí se va a aplicar lo que establece la Constitución. Se manejará a Pemex con eficiencia, resaltó.
Planteó la necesidad de aplicar un nuevo régimen fiscal en el país, de carácter gradual, para generar los ingresos que quiten a Pemex la carga tributaria. Esa modificación, añadió, no pasa por la aprobación de nuevos impuestos, el aumento de las tasas a los vigentes ni la aplicación del IVA a alimentos y medicinas.
La paraestatal, continuó, aporta 850 mil millones de pesos a los ingresos no tributarios del gobierno federal, mientras las 10 empresas más importantes del país sólo pagan unos 50 mil millones de pesos, “cinco veces menos que la paraestatal.
La pregunta a quienes quieren la privatización es: ¿de dónde va a salir el dinero para el presupuesto? Que me digan si las empresas que se quedarían con Pemex, en el supuesto de que ello ocurriera, porque no lo vamos a permitir, pagarían esos 850 mil millones de pesos.
Recordó que desde el anuncio de que el gobierno de Felipe Calderón construiría una refinería sostuvo que el sexenio concluiría sin que se hubiera colocado ni un ladrillo del complejo.
Pero a nosotros nos va a tocar iniciar esa refinería y terminarla. Si no pudieron con el monumento del bicentenario, menos se puede pensar que van a concluir una refinería, ironizó.
Lamentó que el país continúe importando la mitad de las gasolinas que se consumen, y que ello implique el desembolso de 26 mil millones de dólares.
En su toma de protesta sostuvo que está decidido a terminar con la corrupción que impera en el país. No me va a temblar la mano. Ya no va a haber negocios jugosos al amparo del poder público, destacó.
Alma Muñoz y Enrique Méndez
Andrés Manuel López Obrador afirmó que de ganar la Presidencia de la República respetará los contratos otorgados a empresas privadas nacionales y extranjeras para la exploración y explotación de petróleo, pero con el cambio se va a poner un hasta aquí. No se concederán nuevos ni se privatizará el crudo, aseguró.
Sólo quienes no han leído el artículo 27 constitucional y no tienen un poco de luz en la frente podrían estar pensando en vender Petróleos Mexicanos (Pemex). No queremos dorar la píldora a nadie, porque esa privatización afectaría a todos, incluyendo a los empresarios, destacó.
Tanto en su discurso de toma de protesta ante la dirigencia del Partido del Trabajo (PT) como al concluir su participación en el foro sobre energía que encabezó Adolfo Hellmund, propuesto por él para ocupar la Secretaría de Energía, López Obrador sostuvo que el crudo debe ser palanca del desarrollo.
En el marco del 74 aniversario de la expropiación petrolera, indicó que no se trata de retórica ni de acomodar el discurso a esta fecha, pero aclaró que en el contexto de la elección presidencial ya se definen posturas en torno a la soberanía energética, y hay tres candidatos que proponen la privatización del petróleo. Yo sostengo que debe seguir siendo propiedad de la nación, de todos los mexicanos.
Más tarde, en conferencia de prensa en un hotel del Centro Histórico, dijo que se le sigue dando la vuelta a la prohibición de no permitir la participación de compañías privadas. Lo mismo en el caso de la generación de energía eléctrica, que está reservada a la nación, apuntó.
Todo eso se va a corregir. No quiero hablar de una segunda expropiación, pero sí se va a aplicar lo que establece la Constitución. Se manejará a Pemex con eficiencia, resaltó.
Planteó la necesidad de aplicar un nuevo régimen fiscal en el país, de carácter gradual, para generar los ingresos que quiten a Pemex la carga tributaria. Esa modificación, añadió, no pasa por la aprobación de nuevos impuestos, el aumento de las tasas a los vigentes ni la aplicación del IVA a alimentos y medicinas.
La paraestatal, continuó, aporta 850 mil millones de pesos a los ingresos no tributarios del gobierno federal, mientras las 10 empresas más importantes del país sólo pagan unos 50 mil millones de pesos, “cinco veces menos que la paraestatal.
La pregunta a quienes quieren la privatización es: ¿de dónde va a salir el dinero para el presupuesto? Que me digan si las empresas que se quedarían con Pemex, en el supuesto de que ello ocurriera, porque no lo vamos a permitir, pagarían esos 850 mil millones de pesos.
Recordó que desde el anuncio de que el gobierno de Felipe Calderón construiría una refinería sostuvo que el sexenio concluiría sin que se hubiera colocado ni un ladrillo del complejo.
Pero a nosotros nos va a tocar iniciar esa refinería y terminarla. Si no pudieron con el monumento del bicentenario, menos se puede pensar que van a concluir una refinería, ironizó.
Lamentó que el país continúe importando la mitad de las gasolinas que se consumen, y que ello implique el desembolso de 26 mil millones de dólares.
En su toma de protesta sostuvo que está decidido a terminar con la corrupción que impera en el país. No me va a temblar la mano. Ya no va a haber negocios jugosos al amparo del poder público, destacó.
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