EFE
Al menos 73 personas han muerto y 136 han resultado heridas por los enfrentamientos entre las hinchadas de dos equipos de fútbol egipcios en Port Said (noreste), según informó a Efe el delegado de Sanidad de la ciudad, Helmy Ali al Atny.
El responsable explicó que la mayoría de fallecidos perdieron la vida por fracturas en el rostro y por hemorragias internas, y también hubo un gran número de ingresados por caídas desde los graderíos del estadio, donde se enfrentaban el Al Ahli, de El Cairo, y el equipo local, Al Masri.
Según explicaron a Efe fuentes policiales egipcias, la situación de la seguridad está ahora mismo controlada por el ejército y la policía.
El jefe de la Junta Militar egipcia, Mohamed Husein Tantaui, ha ordenado que dos helicópteros del ejército se desplacen a Port Said (noreste) para evacuar a El Cairo al equipo del Al Ahli y a sus aficionados.
La llegada de los helicópteros responde a una petición expresa del club cairota, según fuentes próximas al equipo.
El ejército ya ha comenzado a sacar de la ciudad a los aficionados del Al Ahli en autobuses protegidos por vehículos blindados de las fuerzas armadas.
Sin embargo, según Mena, los locales comerciales han cerrado sus puertas en Port Said tras varios actos de vandalismo, mientras los servicios de sanidad han comenzado a pedir donaciones de sangre entre los vecinos de la localidad.
El presidente de la cámara baja del Parlamento egipcio, Saad al Katani, ha convocado de urgencia una sesión de la institución legislativa para debatir mañana los sucesos de Port Said.
La televisión estatal egipcia ha añadido que la Fiscalía ha ordenado la investigación de los disturbios en este partido de la competición egipcia.
Las repercusiones de los enfrentamientos saltaron de inmediato a otros estadios de Egipto, como sucedió en el choque entre el Zamalek cairota y el Ismaily, que fue suspendido al final de la primera parte por el árbitro.
Los “ultras” del Al Ahli, más conocidos como los “Diablos Rojos”, tienen fama de ser muy radicales y se han enfrentado con frecuencia a las fuerzas de seguridad egipcias en las protestas que han sacudido en los últimos meses la plaza Tahrir de El Cairo.
Sin embargo, según dijeron testigos presenciales a Efe, fueron los hinchas del Al Masri quienes provocaron el enfrentamiento, al invadir el terreno de juego tras cada gol de su equipo (que se impuso por 3 a 1) y hacerlo de nuevo cuando acabó el partido.
Al menos 73 personas han muerto y 136 han resultado heridas por los enfrentamientos entre las hinchadas de dos equipos de fútbol egipcios en Port Said (noreste), según informó a Efe el delegado de Sanidad de la ciudad, Helmy Ali al Atny.
El responsable explicó que la mayoría de fallecidos perdieron la vida por fracturas en el rostro y por hemorragias internas, y también hubo un gran número de ingresados por caídas desde los graderíos del estadio, donde se enfrentaban el Al Ahli, de El Cairo, y el equipo local, Al Masri.
Según explicaron a Efe fuentes policiales egipcias, la situación de la seguridad está ahora mismo controlada por el ejército y la policía.
El jefe de la Junta Militar egipcia, Mohamed Husein Tantaui, ha ordenado que dos helicópteros del ejército se desplacen a Port Said (noreste) para evacuar a El Cairo al equipo del Al Ahli y a sus aficionados.
La llegada de los helicópteros responde a una petición expresa del club cairota, según fuentes próximas al equipo.
El ejército ya ha comenzado a sacar de la ciudad a los aficionados del Al Ahli en autobuses protegidos por vehículos blindados de las fuerzas armadas.
Sin embargo, según Mena, los locales comerciales han cerrado sus puertas en Port Said tras varios actos de vandalismo, mientras los servicios de sanidad han comenzado a pedir donaciones de sangre entre los vecinos de la localidad.
El presidente de la cámara baja del Parlamento egipcio, Saad al Katani, ha convocado de urgencia una sesión de la institución legislativa para debatir mañana los sucesos de Port Said.
La televisión estatal egipcia ha añadido que la Fiscalía ha ordenado la investigación de los disturbios en este partido de la competición egipcia.
Las repercusiones de los enfrentamientos saltaron de inmediato a otros estadios de Egipto, como sucedió en el choque entre el Zamalek cairota y el Ismaily, que fue suspendido al final de la primera parte por el árbitro.
Los “ultras” del Al Ahli, más conocidos como los “Diablos Rojos”, tienen fama de ser muy radicales y se han enfrentado con frecuencia a las fuerzas de seguridad egipcias en las protestas que han sacudido en los últimos meses la plaza Tahrir de El Cairo.
Sin embargo, según dijeron testigos presenciales a Efe, fueron los hinchas del Al Masri quienes provocaron el enfrentamiento, al invadir el terreno de juego tras cada gol de su equipo (que se impuso por 3 a 1) y hacerlo de nuevo cuando acabó el partido.
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