Traslado de reos desata disturbios en penal de Apodaca

Apro

Un operativo de traslado de reos federales del penal de Apodaca a otros reclusorios del país originó esta noche un conato de motín, informó el vocero de seguridad estatal, Jorge Domene.

Precisó que un juez federal ordenó el trasladado de al menos tres internos “de alta peligrosidad” al penal de Puente Grande, en Jalisco, acción que encabezan autoridades federales.

Se trata, puntualizó, de Mario Andrés Alcorta Ríos, El Junior; José Francisco Gámiz Vega, El Extraño, y Marcos de León Quiroga, El Chabelo.

Este último operaba como presunto líder de Los Zetas en la zona norte de Nuevo León y, junto con El Junior y El Extraño, fue capturado el 16 de octubre del año pasado en el municipio de Vallecillo.

Sin embargo, dijo que por razones de seguridad las autoridades se reservarían la hora en que partiría el convoy con los internos.

Por la tarde, los presos encendieron varios colchones y ramas para protestar por el operativo puesto en marcha en este centro penitenciario, donde el domingo 19 por la madrugada fueron masacrados 44 internos del cártel del Golfo, una acción que fue precedida por la fuga de 30 sicarios de Los Zetas.

El penal estatal de Apodaca, ubicado a 20 kilómetros al norte de la capital, fue ocupado a partir de las 19:00 horas por unos 200 elementos militares y de la policía preventiva, quienes apagaron las llamas y comenzaron a disponer de los reos que serán llevados a otros reclusorios.

El operativo ocurre horas después de que el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, anunciara en rueda de prensa en la Ciudad de México que los 47 mil presos federales que se encuentran en cárceles estatales serán llevados a instalaciones federales antes de que concluya la actual administración, el 30 de noviembre.

El operativo de traslado provocó que decenas de familiares de los internos se agolparan en la reja principal de acceso al estacionamiento de la penitenciaría, en la que se encuentran unos 2 mil 700 internos.

Cerca de las siete de la noche los inconformes, principalmente mujeres jóvenes, incendiaron basura en los accesos y arrojaron piedras a los policías estatales y federales que ingresaban al penal.

El número de manifestantes en el exterior llegó a los 500 a las 21:00. Pedían ver a los internos para verificar que se había preservado su integridad durante el operativo.

Repentinamente, se alzaron algunas llamas y humaredas por encima de los paredones del penal de Apodaca.

Domene confirmó que las llamas procedían de colchonetas incendiadas por los reos inconformes.

Elementos federales, auxiliados por agentes de tránsito municipal de Apodaca, bloquearon los accesos a la carretera a Salinas Victoria, frente a la que se encuentra el centro penitenciario.

Más tarde, el portavoz de seguridad aseguró que los disturbios habían sido sofocados y todo se encontraba bajo control.

“No hay situaciones de riesgo o de crisis” al interior del penal, sostuvo Domene.

Comentarios