Stratfor: Brazo político de EU

Carlos Ramírez / Indicador Político

Calificada como una “CIA en la sombra”, la empresa de análisis de inteligencia y seguridad nacional Stratfor acaba de ser exhibida en sus intereses oscuros por revelaciones de Anonymous vía Wikileaks. Y los correos electrónicos circulados mostraron una especie de oficina alterna privada de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.

Stratfor se dedica a distribuir reportes de asuntos de inteligencia, geopolítica y seguridad nacional. Pero los datos conseguidos por Anonymous revelan que su contenido carece de calidad científica y académica y sus enfoques están redactados para reflejar los intereses de los Estados Unidos. Detrás de los informes se encuentra también la tarea de intermediarios en asuntos de inteligencia y seguridad nacional, además de un lobby político.

En este sentido, la empresa Stratfor forma parte de los mecanismos de privatización de la seguridad nacional de los EU a través de empresas privadas que cubren las tareas de las oficinas públicas. Esta privatización de la seguridad nacional estadounidense ha llegado a la decisión audaz de contratar a batallones armados --formados por ex militares-- para ir a combatir al Medio Oriente en lugar de las tropas regulares; con ello, la política militar de los EU ha ido reduciendo la presencia de efectivos y de protestas por la exportación de militares.

La primera filtración de correos electrónicos de Stratfor que hizo el fin de semana Wikileaks expuso los intereses reales de la empresa privada: Su dependencia de oficinas militares, diplomáticas, de inteligencia y de seguridad nacional de los EU e Inglaterra, además de servir a los intereses geopolíticos de empresas transnacionales. En este escenario, la tarea de Stratfor tiene una doble vía: Como captadora de información de inteligencia y seguridad nacional que va a dar a las agencias similares de los EU y como filtradora de enfoques de inteligencia y seguridad nacional a través de sus reportes pero para reproducir los intereses geopolíticos y estratégicos de los Estados Unidos.

México se convirtió en foco de atención de Stratfor a través de sus reportes distribuidos por correo electrónico y por la venta de sus servicios de información. Pero ahora se sabe que los reportes de Stratfor carecen de metodología seria y científica para analizar la realidad y que responden a los intereses de los llamados mexicans desk u oficinas de las agencias de inteligencia y seguridad nacional de los EU que necesitan fuentes de información sobre México.

En México existen algunas referencias al hecho de que algunas oficinas mexicanas que tienen que ver con asuntos de inteligencia y seguridad nacional hayan adquirido suscripciones de Stratfor con la suposición de que sus análisis ayudan a entender la realidad mexicana. Ahora se sabe también que a través de sus reportes Stratfor ha estado sembrando información interesada en oficinas encargadas del combate contra el crimen organizado.

Pero se trata de información contaminada por los intereses de las oficinas de inteligencia y seguridad nacional de los EU, tanto militares y civiles. La filtración de la red de intereses de Stratfor ha permitido entender que algunos de los reportes de esa empresa sobre México son filtraciones para imponer criterios de intereses de los EU pero también hay algunas que en el lenguaje del espionaje se consideran como “papillas de bario”, es decir, información que se siembra en una oficina y se va rastreando a lo largo de las redes de información mexicanas para seguir los senderos de la circulación de la información.

Las revelaciones de Anonymous a través de Wikileaks exhiben también la forma en que Stratfor acopia información para sus reportes de inteligencia: El establecimiento de una red de informantes pagados y por tanto interesados. Pero junto a ello existe otra forma de conseguir información: Analistas de Stratfor realizan conversaciones con funcionarios de gobiernos, aunque éstos sin saber que el contenido de sus datos se incorpora a un flujo de inteligencia que termina en las agencias militares y civiles de inteligencia y seguridad nacional de los EU.

Stratfor ha abierto una línea de análisis sobre México ya no sólo en materia de geopolítica --por el papel de México en la órbita de seguridad nacional de los EU-- sino que ya le ha entrado a los temas de narcotráfico para imponer criterios supuestamente provenientes de los EU sobre la composición de los cárteles. Y recientemente Stratfor ha comenzado una observación de los temas políticos y electorales de México. Los reportes de Stratfor sobre México han aterrizado en escritorios de importantes funcionarios, aunque algunos de ellos hasta ahora no se hayan percatado de que se trata de información contaminada y hasta envenenada.

El dueño de Stratfor es George Friedman, un académico orientado a temas de seguridad nacional. Nacido en Hungría, huyó a los Estados Unidos para salir del comunismo de su país. En 1996 fundó Stratfor y tardó unos años en tejer su red de intereses, informantes y mecanismos de colaboración con las oficinas de inteligencia y seguridad nacional de los EU. En México ha publicado algunos textos, ensayos y artículos en la revista Nexos y se mueve con comodidad en los círculos intelectuales mexicanos. Se ha especializado en el análisis prospectivo militar muy demandado en círculos geopolíticos estadunidenses, además de sospechas de asesorar al Pentágono y a la CIA.

Aunque quiere darle a Stratfor un perfil de oficina de análisis geopolíticos, los verdaderos alcances de los trabajos de la empresa llevaron al periódico español Público a caracterizarla como “una CIA en las sombras”. Cuando Anonymous hackeó en diciembre pasado el sitio de Stratfor, Friedman dijo que sus reportes eran una mezcla de información de diarios con análisis de bancos y financieras. Sin embargo, las revelaciones de Anonymous vía Wikileaks han mostrado que los estudios de Stratfor forman parte de los intereses de la inteligencia y la seguridad nacional de las agencias civiles y militares de los EU.

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